Por: Revista Semana.

Un documento desclasificado de los archivos de la muerte de John F. Kennedy afirma que el Fuhrer estuvo algunos meses en Colombia, donde adquirió la identidad de Adolf Schrittelmayor.

Hay tantos misterios alrededor del final de Adolfo Hitler que ya casi nadie puede creer con certeza que el dictador se suicidó en su búnker en 1945 cuando las tropas aliadas ingresaron a Berlín.

Desde entonces se han tejido todo tipo de mitos e hipótesis sobre lo que pasó con el líder del régimen nazi. Una de ellas es que el Fuhrer huyó de Alemania y se refugió en Suramérica, en donde viajó por Argentina y Brasil hasta encontrar su lecho de muerte en Paraguay.

Sin embargo, existe otra versión según la cual Colombia habría estado el presunto itinerario de Hitler en Suramérica. Más concretamente Tunja, Boyacá, en donde habría vivido algunos meses e incluso adquirido la identidad de Adolfo Schrittelmayor.

Esta versión causó impacto en el país cuando el periodista argentino Abel Basti, en su libro “Tras los pasos de Hitler”, reconstruyó el supuesto itinerario suramericano del dictador alemán. “Tengo un documento de la CIA que dice que Hitler estuvo en Colombia, una foto también de la CIA de Hitler en la localidad de Tunja reunido con otro nazi llamado Phillipe Citroën en 1954”, dijo el periodista al diario El País de Cali en una entrevista de mayo pasado, a propósito de su participación en la Feria del Libro de Bogotá.

Esta versión fue rebatida por historiadores por carecer de sustento, pero ahora vuelve a tener vigencia por cuenta de la reciente desclasificación de los archivos relacionados con el asesinato del expresidente de los Estados Unidos John F. Kennedy.

Uno de los documentos de ese archivo es precisamente una carta secreta enviada a Washington en 1955 por el agente de la CIA David Brixnor. En la misiva, el funcionario escribe que Hitler está vivo y que fue visto en Colombia. Parte de este documento fue publicado este domingo por Univisión Noticias.

Según el texto, un agente con nombre clave ‘Cimelody-3’ fue informado sobre la localización de Phillipe Citroën, un exsoldado de la SS nazis, quien le habría dicho que el Fuhrer estaba vivo y que no temía ser enjuiciado porque ya habían pasado 10 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

La carta de Brixnor estaba acompañada de una foto en la que se ve a Citroën junto a un hombre de un indiscutible parecido a Hitler. Sin embargo, esta información nunca pudo ser confirmada por la inteligencia estadounidense y pasará a engrosar la lista de leyendas que se han construido alrededor del final de uno de los hombres más sanguinarios de la historia de la humanidad.

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