Si, existe un “reloj” en el organismo que regula con precisión funciones como el comportamiento, los niveles hormonales, el sueño, la temperatura corporal y el metabolismo.
Karem Josefina Parejo
Neuróloga- Especialista En Medicina Del Sueño
Coordinadora Del Laboratorio Del Sueño De La Fundacion Clinica Shaio
Presidenta De La Asociacion Colombiana De Medicina Del Sueño (Acmes)
Gran interés ha causado el nuevo premio Nobel de Medicina que recayó éste año en los investigadores de los mecanismos moleculares que intervienen en el funcionamiento del reloj biológico, los científicos: Jeffrey Hall, Michel Rosbash y Michael Young.
Pero ¿qué es el reloj biológico? Pues es nada menos y nada menos que el mecanismo con el cual los seres vivos nos adaptamos a las condiciones medioambientales y a la rotación de la tierra para sobrevivir y para que nuestro organismo funcione adecuadamente tanto desde el punto físico como emocional.
Está ubicado en el núcleo supraquiasmático (NSQ) del hipotálamo y su principal sincronizador son los ciclos de luz y oscuridad, sin embargo las comidas y las actividades sociales también pueden colaborar con ésta sincronización.
Una vez se sincroniza el reloj principal en el NSQ, se ejerce un efecto sobre otros órganos que regulan nuestra actividad hormonal, cardiovascular, los patrones de sueño y vigilia y la temperatura corporal entre otros.
La investigación científica de éste mecanismo también ha determinado la predisposición genética que tiene una persona de ser trasnochadora o madrugadora ó de desarrollar algunos trastornos de sueño.
Cuando el reloj biológico se altera, ya sea por malos hábitos, por los viajes transmeridianos o por los trabajos que requieren turnos nocturnos, las personas pueden padecer alteraciones del ánimo, de la concentración, insomnio o somnolencia excesiva diurna y problemas gastrintestinales.
Se ha demostrado además que si ésta alteración es persistente se incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, infecciosas, inflamatorias y en algunos casos aumento del riesgo cáncer especialmente cáncer de seno.
Por todo esto es importante mantener una vida ordenada en cuanto a los horarios de sueño y de vigilia, los horarios de las comidas y por supuesto tratar de mantener una vida activa aún cuando ya las personas estén retiradas, porque esto redunda en la buena salud y disminuye significativamente nuestro riesgo de padecer algunas enfermedades crónicas.