Willians Triana Peña oriundo de Neiva, es señalado de ser el jefe de una organización internacional que intentó enviar a África cocaína camuflada en un cargamento de arroz, mediante el programa Hambre Cero de la ONU. La justicia colombiana dio el aval para extraditarlo a Argentina.
Los últimos pasos en libertad de Willians Triana Peña, conocido con el alias del Jefe, los dio en el norte de Bogotá, en donde se escondía de los requerimientos de las autoridades argentinas. En ese país lo señalan de ser el líder de una organización narcotraficante que intentó enviar cocaína a África camuflada en un cargamento de arroz, el 17 de septiembre de 2015, a través del programa Hambre Cero de la ONU.
Los rastros demuestran que la zona en donde Triana permanecía era el exclusivo sector de Santa Bárbara, en la localidad de Usaquén. Al menos así lo indican sus últimos trámites ante la Registraduría, como la inscripción de su cédula para votar en las pasadas elecciones presidenciales y la renovación del documento cinco meses después —en abril de 2014— en la sede de Usaquén, a pesar de que se había radicado en Buenos Aires desde 2012. Y aunque parecía estar asentado en ambos países, tras el escándalo de 2015, la Gendarmería argentina indicó a los medios que Triana Peña estaba en Colombia.
La Dirección de Investigación Criminal y la Interpol le empezaron a seguir el rastro y, el 11 de agosto de 2016, la Embajada de Argentina en Colombia solicitó formalmente a la Cancillería su detención preventiva con fines de extradición. Al día siguiente, en la vía que de Bogotá conduce a Chía, las autoridades capturaron a Triana Peña, contra quien pesaba una circular roja, en la cual se señalaba que pertenecía a una organización internacional dedicada al tráfico de estupefacientes, denominada los Triana Peña.
Desde ese momento está privado de la libertad y la semana pasada la Corte Suprema de Justicia hizo público el concepto favorable de extradición de Willians Triana Peña, fechado el pasado 9 de agosto. A esta extradición se suman las de Edilberto Vargas Fernández, Víctor Camargo López y Diana Cristina Suárez Heredia, a quienes señalaban de pertenecer a la red.
De acuerdo con la solicitud de extradición en contra de otros supuestos involucrados en el caso del “narcoarroz” —en la que también mencionan a Triana—, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 12 de Buenos Aires indica que se trata de una “organización de corte delictivo, que tendría un alto nivel de organización y división de los roles”, y agrega que se caracteriza por tener un “marcado verticalismo entre sus integrantes”. La investigación pone de presente que la red tenía vínculos con otras células criminales que estaban asentadas en países como Bolivia, Paraguay, Uruguay, España y Portugal, entre otros.
La autoridad judicial de ese país indicó que los jefes (entre los cuales se menciona a Willians Triana y a su hermano Erman) se encargaban del manejo del flujo de dinero “obtenido como consecuencia del tráfico”. En los siguientes niveles se encontraban las personas encargada de impartir órdenes a los responsables del “transporte, almacenamiento y acondicionamiento de la droga”. En el mismo documento señalan distintos hechos que serían indicios de la actividad de la banda, como la detención de un viajero que pretendía salir de Buenos Aires rumbo a Tailandia, con un kilogramo de cocaína; el hallazgo de 84 kg en forma de ladrillos en una vivienda, y 12 kg incautados en el puerto de la capital argentina.
No obstante, tareas de campo e interceptaciones telefónicas develaron que camuflar cocaína entre arroz era una de las modalidades que le permitía a la organización traficar con estupefacientes. Una de las pruebas de ese modus operandi quedó al descubierto el 17 de septiembre de 2015, en la ciudad de Rosario (Argentina), donde intentaron exportar 12 kilogramos de cocaína disimulados en un cargamento de 46 toneladas de arroz.
Su posible prontuario no termina ahí. Según señalan publicaciones de medios argentinos, como Clarín y La Nación, a Triana Peña también lo estarían investigando por el asesinato de Carlos Alberto Gutiérrez Camacho, registrado en Bueno Aires el 3 de marzo de 2014, de quien se dijo que tenía nexos con los paramilitares y fue un enlace de los capos del cartel del Norte del Valle con las estructuras delincuenciales que operaban en ese país.
Un nombre conocido
Los señalamientos alrededor de los vínculos de Triana Peña con el narcotráfico no son nuevos. Su nombre se hizo público en 2009, al conocerse un informe de la UIAF, elaborado tras el escándalo que se desató por el viaje que hicieron los magistrados de la Corte Suprema de Justicia en 2006 a Neiva para asistir a un evento organizado por el polémico empresario Ascencio Reyes. Es importante recordar que el informe lo elaboró la entidad en medio del choque que sostenían el expresidente Álvaro Uribe y el alto tribunal. El documento hacía parte de las investigaciones que adelantó la Fiscalía por las chuzadas y seguimientos ilegales que hizo el DAS.
El informe señalaba que Reyes era socio de la empresa Centauro Inversiones, junto con tres personas que estaban incluidas en un reporte de operaciones sospechosas. Se trataba de Willians Triana Peña y sus hermanos Erman y Fabio. Como datos adicionales decía que Erman había sido capturado el 4 de junio de 2003, como parte de una investigación contra una red de narcotráfico que usaba una empresa de correo para enviar cocaína al exterior. Por su parte, de Willians se mencionaba que, sospechosamente, figuraba reportado en la base de datos de juegos de azar como ganador, en marzo y mayo de 2008, de dos fracciones del premio mayor de la Lotería de Santander, por $765 millones.
Agregaba que los Triana Peña también eran dueños de la empresa Construimos, del Huila, que, según pudo establecer El Espectador, años después fue contratista de la Alcaldía de Neiva, entre 2012 y 2015, con 13 contratos que sumaron casi $600 millones. Actualmente, la empresa continúa activa. A pesar de haber sido mencionados en el informe de la UIAF y de la investigación que abrió la Fiscalía, ninguno registra condenas en Colombia.
Por esta razón, Triana Peña siguió con sus actividades como agrotécnico dentro y fuera del país. En noviembre de 2010 creó en Buenos Aires (Argentina) una empresa llamada De lo Nuestro Agropecuaria, con la psicóloga colombiana Francia Juliana Rojas González, de 30 años, y su madre, la comerciante Amparo González Viera, de 62 años. Los tres reportaron la misma dirección de residencia: barrio Los Sauces Lte. 225 Nordelta, Tigre. El objeto de la empresa, con una duración de 99 años y un capital de 150.000 pesos argentinos, era la explotación agrícola, ganadera y forestal en general. Además, las dos mujeres tienen registrada en Panamá una empresa denominada Kids World. Vale aclarar que ellas no aparecen mencionadas en el caso del “narcoarroz”, ni en otra posible actividad delincuencial de su socio.
Ahora, con el concepto favorable de la Corte Suprema de Justicia colombiana de extraditarlo, Willians Triana Peña debe responder ante las autoridades argentinas por los hechos que lo vinculan a una poderosa organización narcotraficante cuyos tentáculos habrían penetrado todas las esferas de la sociedad. En su decisión, el alto tribunal solicitó que el sujeto no sea condenado a pena de muerte, ni juzgado por hechos distintos a los que motivaron su extradición, ni a cadena perpetua. Las autoridades de ese país, entretanto, ponen la lupa sobre su hermano Erman, quien también estaría en Bogotá.
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