Por: Everth Sánchez Henao.

No le pusieron cuidado, lleva más de siete meses rogando para que le entreguen los medicamentos a su hijo que presenta un síndrome de west y por eso ante la impotencia, decidió este martes encadenarse en la sede administrativa de esta EPS en la capital huilense para que sea escuchada.

Ella es Tury Karina Trujillo, tiene 35 años de edad, es la madre de Juan Esteban Parra Trujillo, un menor de 14 años de edad, que desde nació padece un síndrome de west, una de las epilepsias más difíciles de tratar, en este momento fue diagnosticado con una parálisis cerebral y desde los dos años se alimenta por una gastrectomía, hace dos años entró en crisis y estuvo conectado un mes a ventilador, pero logró superarla.

Desde ese entonces, toda su vida ha tenido que tomar unos medicamentos y vitaminas que son muy costosas. Estas le permiten mejorar su salud y aferrarse a este mundo, pero su EPS Medimás, antes Cafesalud, no se los ha entregado a tiempo.

“No me dan los medicamentos e insumos que él requiere para tener una mejor calidad de vida, anoche a las 11:00 la gerente de Medimás me llamó, me dijo que recibiera los insumos del mes de septiembre, yo le dije doctora yo le recibo agosto y septiembre, que es donde entró a operar esta EPS, porque con Cafesalud, perdí todo desde el mes de enero que nunca me los dieron”, expresó la angustiada madre.

A raíz de esto la progenitora decidió desde muy temprano de este 12 de septiembre encadenarse frente a la sede administrativa de esta EPS ubicada en la Calle 6 con Carrera 5, en el centro de Neiva.

“No me voy de acá hasta que me den todos los medicamentos, de agosto y septiembre, todos completos, me dijeron que me dan solo un mes, pero yo no les he firmado, porque aparecen con fecha de septiembre y si lo hago pierdo agosto, me dicen que me los van a entregar, vamos a ver qué pasa”, aseguró.

Los medicamentos para Juan Esteban son muy costosos, uno de ellos cuesta más de dos millones de pesos cada caja y consume en el mes tres cajas, son 9 latas de Ensure que cada una cuesta 90 mil pesos, son más de 180 pañales mensuales, más otros medicamentos de gran valor que no puede comprar su familia.

Ahora solo queda esperar a que la EPS autorice los medicamentos del mes de agosto, para que esta madre levante la protesta y pueda regresar con su hijo a su casa y continuar con su vida normal, tratando de darle una mejor calidad de vida.