Carolina Argüello Cruz/LN
Habitantes del barrio Rojas Trujillo, ubicado en la Comuna Tres de Neiva, se encuentran preocupados por el saldo que le adeuda la caseta comunal del sector; el cobro asciende los 37 millones de pesos, en impuesto predial y en servicios públicos.
La casa que está ubicada en la carrera 1G Bis # 24- 40 se muestra en un estado paupérrimo, el lugar ha sido blanco de los ladrones por lo que no cuenta con los contadores de agua ni gas, ni con las baterías sanitarias, hoy está siendo utilizado como bodega de objetos reciclados que sirven de cuna de animales roedores.
La comunidad afirma que durante más de 20 años la casa sirvió como puesto de salud de la ESE Carmen Emilia Ospina, sin embargo, desde hace más de 15 años el lugar ha estado abandonado.
“Me gusta colaborar con el sistema de la junta, estamos mirando cómo se encuentra la caseta comunal, donde funcionaba el puesto de salud pero como la gente no acudía lo quitaron, acá la gente no colabora, los anteriores presidente cogieron de bodega”, contó Fidel Horta, residente.
CASETA COMUNAL PARA ROJAS TRUJILLO
Algunos residentes manifestaron que desafortunadamente los presidentes de la Junta de Acción Comunal del barrio no supieron darle un manejo adecuado al lugar y nunca iniciaron una gestión para que la deuda no se incrementara.
“Hace 45 años está a servicio de la comunidad, pero desde hace 20 años está en deterioro, los presidentes anteriores le hicieron caso omiso a la caseta, esto lo cogieron de bodega, entre ellos el señor Manuel Céspedes que guardaba los muñecos de las carrozas acá”, manifestó Jacob Montaño, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal.
Hoy, la junta tiene nuevos miembros que trabajan en beneficio de la comunidad y no quieren que por la deuda puedan perder el beneficio de su caseta comunal, la comunidad pide respuesta de la Administración Municipal.
“Esta caseta siempre ha sido de nuestro barrio, me duele mucho verla en total abandono y deterioro, queremos hacer la gestión porque no la queremos perder porque es un bienestar para toda la comunidad; pedimos al alcalde que nos eche una manito”, argumentó Herlinda Ortiz, presidenta de la Junta de Acción Comunal.
Hasta el momento la comunidad ha manifestado su problemática ante varias direcciones de la Administración Municipal y nadie ha dado solución.
¿QUIÉN RESPONDE DE LA ADMINISTRACIÓN?
Con el propósito de resolver las inquietudes de la comunidad, LA NACIÓN indagó para saber a quién le debe corresponder ayudar a la problemática que aqueja a la comunidad. Llegamos hasta la Casa de Participación Ciudadana que se encarga de hacer acompañamiento directo a las juntas de acción comunal.
En reunión con José Eurípides Sanabria, director de la Casa de Participación Ciudadana, y Herlinda Ortiz, presidenta de la Junta de Acción Comunal, se estableció que se iniciarán procesos para determinar que la ESE Carmen Emilia Ospina realice el traslado del predio a nombre del Municipio para poder ser condonada la deuda, al tiempo que se iniciarán obras para el arreglo del lugar.
“Estamos en proceso de recuperación de las casetas que están a nombre del Municipio, las vamos a intervenir para que toda la comunidad las pueda disfrutar; apenas el predio esté a nombre del Municipio iniciamos la gestión con Secretaría de Hacienda para que pueda ser condonada la deuda”, señaló Sanabria.
LA NACIÓN oye a la gente
Fidel Horta Tafur
“Queremos pedirle a la administración que nos condone la deuda porque nosotros no recibimos dinero”.
Herlinda Ortiz, presidenta
“A mí me la entregaron con deuda en el recibo del agua, adicional casi 38 millones de impuesto, se necesita para los abuelos porque ellos se reúnen en la calle, no tenemos un sitio para capacitación o para actos culturales, nunca dela administración nos han respondido algo”.
Rubiela Chambó
“Está en total abandono, se presta para que los ladrones se camuflen acá, se han robado el cobre del gas, la marquesina del frente de la casa, nos hace mucha falta la caseta para dictar cursos, cuando llega el tiempo de elecciones prometen y cuando ganan se olvidan de todo”.
Jacob Montaño
“Los presidentes pasados hicieron caso omiso de la caseta”.
Hoy, el lugar es cuna de roedores y delincuentes.