Mientras en 2015 se presentaron en el departamento del Huila 211 casos de extorsión, en 2016 la cifra cayó a 159. Los datos están consignados en el Censo Delictivo de la Fiscalía General de la Nación, que compila cifras de hechos delictivos de todo el país durante los últimos dos años.
El Censo Delictivo es un documento cuya elaboración fue ordenada desde que Néstor Humberto Martínez Neira asumió como Fiscal General de la Nación y permite saber semana a semana los delitos que más afectan a las regiones colombianas.
De acuerdo con el Censo Delictivo, a pesar de la reducción del 25%, el Huila figura en el ‘top’ 10 de los departamentos del país con más extorsiones durante 2016. Los ‘campeones’ son: Antioquia con 741 casos de extorsión, Cundinamarca con 594 y Valle del Cauca con 479.
El único departamento del país que el año pasado no reportó extorsiones fue Vaupés.
Adiós, Farc
Los huilenses recuerdan muy bien la temporada de terror que impusieron por cuenta de sus llamadas extorsivas cabecillas guerrilleros como “El Mocho”, “Camilo” o “Genaro”. Estos jefes de las Farc –el primero muerto por el Gaula del Ejército, el segundo abatido en un bombardeo de la Fuerza Aérea Colombiana y el tercero hoy preso tras caer en un operativo de la Policía—llamaban a políticos, comerciantes y hasta agricultores para pedirles gruesas sumas de dinero. Muchos terminaron cediendo y acudían, no sólo con dinero sino hasta con finos relojes y cajas de whisky, a cumplir las citas en regiones del norte u oriente del Huila y de Balsillas, Caquetá. En los archivos de inteligencia militar aparece que “El Mocho” –siempre acompañado por ‘pistoleros’ como “Yerbas”– extorsionaba hasta funcionarios de alcaldías de varios pueblos del Huila. Detrás de los secuestros que ordenaron hubo móviles netamente económicos.
De acuerdo con la Fiscalía, este tipo de hechos son cosa del pasado. Para el director de Fiscalías del Huila, Justino Hernández, “la no presencia activa de las Farc en el departamento” es una de las razones para la reducción de las extorsiones en 2016. Hoy, las presiones económicas ya no vienen del grupo guerrillero sino de delincuencia común, internos de cárceles y bandas que hurtan motocicletas en las calles de Neiva y otros municipios huilenses para luego extorsionar a los propietarios de los vehículos.
El funcionario también atribuyó el descenso al “nuevo modelo de atención que permitió que los fiscales especializados ante los Gaula asumieran el conocimiento de todas las modalidades de extorsión”. Y agrega: “Hoy, además, hay una sólida articulación interinstitucional entre la Fiscalía, los Gaula de Policía y Ejército y el CTI para combatir la extorsión”.
Eso mismo piensa el capitán José Edwin Espitia, comandante (e) del Gaula de la Policía del Huila. Según el oficial, hay toda una “estrategia integral” para combatir la extorsión. Él dice además que la campaña “Yo no pago, yo denuncio”, emprendida con fuerza en Neiva, Pitalito, Garzón y La Plata, ha sido un éxito. Y con cifras en mano, refuerza esta afirmación: en el 2016 materializaron 73 capturas por extorsión y desarticularon 8 bandas dedicadas a este delito.
El capitán Espitia destaca además que el Gaula de la Policía Huila goza de una efectividad del 90% en la judicialización de sus capturados. En otras palabras, lo que dice el uniformado es que gracias a sus labores investigativas y al trabajo unificado con los fiscales, los individuos sorprendidos extorsionando terminan es en la cárcel. “Son muy pocos casos en los que el extorsionista recibe el beneficio de la casa por cárcel o queda libre”, sentenció el oficial.
165 este es el número a través del cual los huilenses tienen línea directa con el Gaula de la Policía y hacer sus denuncias en caso de una extorsión.
‘Radiografía’ de la extorsión en Colombia-2016
Casos
Antioquia 741
Cundinamarca 594
Valle del Cauca 479
Meta 344
Cauca 238
Norte de Santander 238
Tolima 189
Bolívar 186
Nariño 183
Huila 159
Fuente: Fiscalía General de la Nación