Hace cinco años Alejandro Andrade decidió y asumió el reto de convertirse en bailarín de ballet clásico. Desde entonces ha estado trabajando constantemente por ser uno de los mejores del país, lo que lo ha llevado a obtener importantes becas en Ballet Academy East y ahora en la reconocida academia Miami City Ballet, en Estados Unidos.
Con 19 años, el neivano ya ha bailado en los escenarios más reconocidos de la Gran Manzana. “He estado en Nueva York durante los últimos dos años. La formación en el Ballet Academia East es increíble y maravillosa. He recibido muchas oportunidades de desempeño increíbles con BAE, así como hacer recuerdos que durarán toda la vida”, dijo el bailarín, quien recibió una beca completa para asistir a la escuela Miami City Ballet.
Aunque la beca que le fue otorgada es una de las más importantes para cualquier bailarín del mundo, no incluye el costo de su estadía, alimentación, desplazamientos y vestuario, por lo cual busca patrocinadores que deseen aportar en este sueño.
“Estoy muy agradecido y emocionado de tener esta oportunidad. No puedo esperar a llegar allí y recibir la mejor formación por parte de esta facultad MCB. Mi proyecto de Go Fund Me (página de donación mediante tarjeta de crédito) será para ayudar a pagar los gastos de mi estadía para el próximo año”, dijo.
Las personas interesadas podrán hacer la donación en la página www.gofundme.com, tecleando en el buscador de dicha plataforma el nombre del bailarín o en la cuenta de ahorros de Bancolombia #076-234281-11
“Estoy increíblemente agradecido a los que han estado a mi lado y me han ayudado a lo largo del camino”.
Alejandro Andrade, bailarín de ballet opita.
Alejandro es hijo de la poeta y catedrática huilense, Amparo Andrade. Fotos suministradas.
El bailarín ha hecho parte de las escuelas de danza: Ballet de Sonia Gómez, Escuela Anna Pavlova, Ballet de San Francisco (curso intensivo de verano) y en el Ballet Academy East.
Durante la presentación en el Ballet Academy East Studios Howing en el 2015
“Tiene diecinueve años y es mi maestro de la perseverancia, de la fe en los sueños, de la certeza en Dios”, dice su madre Amparo Andrade.