“Es desalmado jugar con la salud y con el bolsillo de muchas personas que les toca comprar las tiras reactivas porque todo diabético sabe que no puede vivir sin medirse la sangre. No puede ser que una persona sea esclava del capricho de que las EPS no cumplan su obligación”.
Estas son las palabras de Caly Monteverdi, un argentino, de 40 años de edad, radicado en Neiva y quien hace 30 fue diagnosticado con diabetes tipo 1.
Monteverdi llegó hace cuatro años a Colombia y desde su arribo se dio cuenta que los pacientes se encuentran en una encrucijada porque hay elementos “muy difíciles de manejar”, contra las que diariamente tienen que luchar, como lo son: un acertado diagnóstico, atención integral y entrega de medicamentos por parte de las EPS.
“El 80% de personas que conozco en el Huila y que vive con esta enfermedad cuenta con algún problema en la prestación del servicio de salud. El otro 20% tienen suerte de contar con algún familiar, conocido, o ‘palanca política’ que le ayuda para que no le pongan tantas trabas”, advierte.
Y es que en el departamento se estima que el 8% de la población padece diabetes, una enfermedad crónica e irreversible del metabolismo en la que se produce un exceso de glucosa o azúcar en la sangre y en la orina.
Por tratarse de una enfermedad sin cura, los pacientes deben contar con una medicación de por vida, la cual en muchas ocasiones las EPS no brindan, a pesar de estar establecidas en el Plan Obligatorio de Salud (POS).
“La paradoja es que en Colombia la ley es sensacional en la letra pero no se aplica como debería y cada vez más hay un laberinto entre lo que dice la norma y lo que las EPS hacen”, dice Monteverdi.
Yulieth Ordóñez, madre de Paula, una menor de 10 años quien hace tres fue diagnosticada de diabetes, dice que sus vida giró 180 grados desde la determinación de la enfermedad, primero porque “uno no escoge ser diabético”, y segundo por “todos los trámites que hemos tenido que vivir por el mal servicio del sistema de salud”.
“En Neiva no hay endocrinólogo pediátrico por eso me tocó ir hasta Bogotá sin el apoyo de la EPS. Allí tuve que acudir a la asociación de diabéticos quienes fueron los que me terminaron prestando la ayuda que necesitaba”, apuntó Yulieth.
Fue por los distintos padecimientos vividos y ante el abandono del sistema de salud que decidieron crear un grupo denominado ‘El Club de la Felicidad’ en donde personas y padres de menores que sufren la enfermedad se prestan apoyo moral y farmacológico.
“Creamos una red en la cual compartimos experiencias, nos brindamos apoyo moral y hasta económico, porque en muchas ocasiones llegan a nuestro grupo niños de algunos municipios los cuales no cuentan ni con el conocimiento ni las medicinas para tratar la enfermedad, por eso a veces nos apoyamos con la insulina, las tiras reactivas, entre otros medicamentos”, señaló Yulieth.
Yulieth Ordóñez, Caly Monteverdi, Paula y otras personas hacen parte del ‘El Club de la Felicidad’ por medio del cual se brindan apoyo.
Ley de diabetes
Uno de los aspectos para que Monteverdi apoye esta causa en Colombia es porque en su país natal,él junto a la Federación Argentina de Diabetes, lograron la aprobación de una ley que aborda de manera más integral la enfermedad y plantea una cobertura social, laboral y educativa, además de médica y farmacológica.
Entre sus ítems más destacados, establece que la cobertura de los medicamentos y reactivos de diagnóstico para autocontrol sea del 100% y en las cantidades necesarias según prescripción médica. Además establece que el Ministerio de Salud determine normas de provisión de fármacos e insumos y que estas sean actualizadas cada dos años para incorporar los avances en la materia.
El proyecto establece, también, que el Estado debe llevar el control estadístico y prestará colaboración científica y técnica a las autoridades sanitarias de todo el país, a fin de coordinar la planificación de acciones.
“En Argentina logramos la aprobación de esta importante ley. En el tiempo que llevo en Colombia vengo luchando con un grupo de personas para que las cosas cada vez se hagan mejor, acudiendo a las Secretarías de Salud, autoridades ejecutivas, gerentes de EPS. El problema es que siempre dicen que van a estudiar el tema, que nos van a citar, pero después no pasa nada”.
El costo de no tratar un paciente a tiempo
Shirley Gallo, médica internista y especialista en diabetología, dijo que la atención adecuada y a tiempo de un enfermo con diabetes es esencial para mejorar su calidad de vida y evitar consecuencias graves a futuro como lo son problemas oculares, úlceras e infecciones en la pierna que pueden llevar a amputaciones, daño a los nervios en el cuerpo, problemas renales, entre otros, que requerirían de un mayor costo al sistema de salud.
“Fármaco-económicamente hablando, dar el tratamiento para la diabetes es costo-efectivo. Si yo brindo una medicación a tiempo disminuyo las complicaciones a corto y largo plazo que se presentan en la diabetes. Por eso son importantes dos cosas, primero que el tratamiento farmacológico como las insulinas, las pastillas y los dispositivos para el control se brinden a tiempo, y segundo, el control que debe presentar el paciente con el ejercicio y la dieta y cambios en los hábitos de vida para mantenerse saludable”.
Niños y jóvenes con diabetes tipo 1 en actividad realizada por la Policía Nacional.
Reunión realizada en Neiva del día mundial de la diabetes el pasado 14 de noviembre.
Principales complicaciones de la diabetes.
Caly Montiverdi.
Síntomas y factores
• Sed anormal y sequedad de boca.
• Micción frecuente
• Cansancio extremo y falta de energía.
• Apetito constante.
• Pérdida de peso repentina.
• Lentitud en la curación de heridas.
• Infecciones recurrentes
• Visión borrosa.
Aunque las razones para desarrollar diabetes tipo 2 aún no se conocen, hay varios factores de riesgo importantes. Estos son:
• Obesidad.
• Mala alimentación.
• Falta de actividad física
• Edad avanzada.
• Antecedentes familiares de diabetes.
• Origen étnico.
• Nutrición inadecuada durante el embarazo, que afecta al niño en desarrollo.