El proyecto piloto de oxigenación y aireación mecánica instalados en la represa El Quimbo para mitigar la contaminación generada por los materiales en descomposición no han funcionado. Por el contrario, los niveles de degradación ambiental siguen afectando la calidad del agua, aguas arriba del embalse, amenazando las especies endémicas y la piscicultura industrial.
El proyecto implementado por la multinacional Emgesa desde el 2 de abril de 2016 genera incertidumbre y los resultados no son confiables, según un categórico informe presentado por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (Cam) durante una audiencia convocada por el Tribunal Administrativo del Huila para evaluar el impacto de las medidas cautelares ordenadas el año pasado para frenar la contaminación.
Los estudios serán definitivos para determinar un nuevo apagón en El Quimbo, por incumplir una medida cautelar, por la contaminación provocada por la descomposición del material orgánico que no fue retirado antes del llenado.
“Los intervinientes tendrán tres días para opinar sobre los estudios, para luego tomar una decisión de fondo, afirmó el magistrado Ramiro Aponte.
No funcionó
El proyecto, ordenado en una medida cautelar por el Tribunal Administrativo del Huila, no ha mejorado la oxigenación mínima requerida para garantizar la preservación de la vida.
Por el contrario, la biomasa acumulada en el embalse y en proceso de descomposición, aceleró la disminución del oxígeno disuelto en todo el sistema.
El informe es concluyente. La baja concentración de oxígeno entre el sitio de descarga, la confluencia del río Páez y el trayecto aguas debajo del sitio Campamento sigue latente.
Los representantes de Emgesa informaron que el sistema ‘sparger’ garantiza un resultado de difusión que permitirá la vida acuática. En su opinión ese sistema es eficiente para la inyección de oxígeno y no ha generado afectaciones.
Según la Cam los datos reportados generan incertidumbre. Un monitoreo sin previo aviso, realizado por técnicos de la entidad ambiental demostró otra realidad en los parámetros del oxígeno disuelto en la zona de descarga denominada MG1.
“Se evidencia que los datos captados por el laboratorio contratado por Emgesa se realizan a una distancia no superior a diez metros del área de oxigenación y se realiza en las horas del mediodía”, afirmó el subdirector de gestión ambiental de la Cam, Carlos Andrés González Torres.
Según la Cam, los niveles de oxígeno disuelto no cumplen el nivel mínimo requerido para la preservación de flora y fauna. “No han logrado recuperar en forma constante la concentración del nivel de oxígeno a los límites tolerables, establecidos en la normatividad, mínimo cuatro miligramos por litro de oxígeno disuelto durante las 24 horas en el punto MGE1” indicó el subdirector de la Cam.
Con esa concentración de oxígeno disuelto, se garantiza la estabilidad, el equilibrio del ecosistema acuático y la conservación de la biodiversidad. Además, permite la preservación de flora y fauna, sin reducir o poner en riesgo la presencia de cualquier especie existente. Numerosas especies fauna y flora están en peligro porque no pueden tolerar los bajos niveles de oxígeno.
La incertidumbre
Lo curioso: La inyección se oxígeno se hacía sólo para tomar las muestras, cerca del sitio de descarga, y en determinadas horas.
“Los datos reportados por El Quimbo generan incertidumbre respecto a las condiciones del muestreo (horarios, sitios, manejo del dato, promedio de datos), lo cual no permite realizar un análisis de la recuperabilidad de los niveles de oxígeno disuelto en este tramo de río Magdalena”, insistió González Torres.
“La Cam –dijo- desconoce las modificaciones realizadas al sistema de oxigenación y su operación que originaron los niveles de oxígeno reportados. Por lo tanto, no se puede realizar un análisis integral de otros parámetros de calidad de agua asociados, como la temperatura), o la evaluación de la efectividad del sistema requerida por el Tribunal.
En su criterio esa baja oxigenación ha causado la desaparición de muchas especies nativas sensitivas a la degradación del hábitat, intolerantes a los bajos niveles de oxígeno.
Si pero no
Por su parte los delegados de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) reforzaron su hipótesis con un concepto realizado en abril pasado.
La entidad, encargada de vigilar y hacer el seguimiento, concluyó que el proyecto presentado por Emgesa no garantiza la recuperación de los niveles de oxígeno en el trayecto que comprende el sitio de descarga MG1 en las pruebas piloto que se tienen hasta el 30 de mayo de 2016. “No se evidencia la recuperación en forma constante la concentración del nivel de oxígeno a los límites tolerables, establecidos en la normatividad, mínimo de cuatro miligramos por litro de oxígeno disuelto”, insistió Juan Sebastián Arenas Cárdenas, coordinador del grupo de Energía de la Anla.
En su opinión, el proyecto registra carencias técnicas (cronogramas, sistemas, tiempos, metas objetivos, operación de los sistemas, reglas de operación. Finalmente señaló que no se presentaron cambios sustanciales de alteraciones de acuerdo con los registros de los monitoreos realizados desde mayo de 2016. Lo que desató una dura controversia.
La polémica
“El estudio de monitoreo sobre calidad de agua presentado por el Anla fue totalmente manipulado. Eso sorprende e indigna. No es serio. Lo único que se buscaba por parte de la Anla era demostrar que había superado los niveles mínimos de oxígeno y, en consecuencia, debía levantarse la medida cautelar”, aseguró el académico Miller Dussán Calderón, presidente de Asoquimbo.
“Lo claro- afirmó- es que los niveles han estado por debajo del mínimo requerido y muy por debajo de los promedios históricos que garantizarían la recuperación de la fauna ictiológica y los sistemas bióticos. El tribunal debe mantener la medida cautelar”.
“Lo que quedó claro es que los resultados del estudio fueron manipulados. Emgesa, como lo demostró la Cam, inyectaba oxígeno y después hacía las mediciones, apareciendo por supuesto, un registro superior, que no es cierto”, concluyó.
Pronto fallo
“Sorprende la farsa, el engaño y la mentira de la Anla y Emgesa para intentar justificar unos niveles de oxigenación que no son reales. Es lamentable, muy triste, ya no queda la menor duda de la complicidad de la Anla”, expresó el vocero de los piscicultores Manuel Macías.
Los voceros de Emgesa insistieron en que la operación de El Quimbo no ha causado afectaciones a la piscicultura. Los industriales le salieron al paso.
“Aunque no se ha presentado una catástrofe, si hemos tenido una gran afectación desde el inicio del llenado de El Quimbo, representado en altas mortalidades, mayores costos de producción, entre otros en el embalse de Betania por la mala calidad del agua”, recalcó Macías.
“Esperamos ahora que el Tribunal falle. Demostrado el incumplimiento que se pronuncie de fondo sobre la acción popular”.
Emgesa defendió las bondades del proyecto.
Muestras realizadas por la Cam.