Los resultados adversos del plebiscito generaron en el país un verdadero tsunami electoral. Sin embargo, los guarismos electorales, contrario a lo que muchos alegan, han sido los tradicionales, en una región donde más de la mitad de los actores nunca votan.
La fuerza electoral del Huila se ha mantenido casi constante aunque las simpatías han inclinado la balanza de acuerdo con las coyunturas que han ido configurando un nuevo mapa electoral.
En las cuatro últimas elecciones registradas desde la primera vuelta presidencial el 25 de mayo de 2014 los niveles de votación han sido similares.
La más alta se registró durante la segunda vuelta el 15 de junio de 2014 cuando se registraron 379.037 votos con un nivel de votación del 47,89%.
Le siguió la votación para Congreso (marzo de 2014) con 345.259 votos con un índice de participación del 46.39%.
La primera vuelta presidencial obtuvo una votación de 311.156, similar a la registrada el domingo pasado por el plebiscito para la paz con 311.476 votos.
Lo sorprendente: las coyunturas han modificado las preferencias electorales y han determinado la configuración del nuevo mapa político que el Huila marcó rupturas.
Además, incubó un antisantismo alarmante que se ha mantenido desde su segundo mandato.
La primera fue en la segunda vuelta presidencial hace dos años. Y volvió a repetirse el domingo pasado durante el plebiscito por la paz. Esta vez el antisantismo se vio reflejado el domingo pasado en 29 de los 32 municipios, donde primó la desaprobación del plebiscito.
Nueva fuerza
La irrupción del uribismo, sin duda, cambió los paradigmas electorales y se convirtió en receptor de la migración de militantes de otros partidos afines, especialmente conservadores.
El Centro Democrático se convirtió el 9 de marzo de 2014 en la segunda fuerza política del país al alcanzar 2.042.580 de votos (14,35%) que le aseguró 20 de los 102 senadores.
El Partido de la U, obtuvo el primer lugar con 2.209.175 votos (15,52%) que le garantizaron 21 curules.
Desde su aparición en el escenario político regional el Centro Democrático registró en el Huila la más alta votación con 73.398 votos (el 21,25% del gran total).
Le siguió el Partido Conservador con 62.343 votos (el 18,05%). La tercera votación para Senado la obtuvo el Partido Liberal con 52.251 (el 15,13%).
El uribismo ganó en 13 de los 37 municipios. La mayoría fueron en el sur del Huila. El liberalismo sólo ganó en seis municipios y el conservatismo en 15 localidades del centro y occidente del Huila.
Los municipios con mayor votación uribista fueron Neiva con 21.843 (el 20,71%), Pitalito con 10.888 votos (31,47%) y La Plata con 3.787 votos (21.94).
La irrupción del nuevo partido terminó sacrificando las dos curules del sur en la Cámara de Representantes (Consuelo González y Carlos Augusto Rojas) y las posibilidades de una tercera curul con Gladys Canacué. El uribismo ganó una curul en la Cámara en una lista cerrada con 46.097 votos (13,3%).
Claro antisantismo
Con su discurso contra las Farc, Uribe caló en el Huila. La ruptura con Santos también se trasladó al plano electoral.
En la primera vuelta presidencial el uribismo ganó en 13 de los 37 municipios. En la segunda vuelta barrió en todos los municipios. Zuluaga se impuso en la totalidad de los municipios, incluyendo las regiones liberales.
Zuluaga obtuvo 261.292 votos, el 70,77% del total de la votación (120.721 más que en primera vuelta). En Neiva, Zuluaga obtuvo 62.229 votos (56,01%) frente a 44.128 que registró Santos, la quinta parte de lo que obtuvo cuatro años antes.
El 30 de mayo de 2010 Santos obtuvo en el Huila 202.594. Cuatro años después, el 25 de mayo de 2014, Santos obtuvo en el Huila 34.455 votos (el 11,37%). En la segunda vuelta aumentó la votación alcanzando 95.926 votos (el 25,98%). Esa antipatía pudo incidir el domingo pasado en el plebiscito por la paz.
La primera derrota
Sin embargo, no todo es color de rosa. El uribismo sufrió en las elecciones regionales el más duro revés.
Los candidatos ‘estrellas’ con las que aspiraba a abrirse paso se quedaron en el camino.
Rigoberto Ciceri, candidato a la Gobernación no logró los votos que esperaba. No obstante, superó con creces la votación obtenida por Esperanza Andrade, hermana del senador Hernán Andrade, uno de los tradicionales jefes conservadores.
Su trayectoria en el sector cafetero no marcó a la hora de votar. Las insistentes giras del senador Uribe y de su avanzada nacional no lograron cambiar el resultado.
El Centro Democrático, alcanzó la tercera votación con 42.386 (el 9,19%). La primera la obtuvo el exsenador liberal, Carlos Julio González, avalado por Cambio Radical y ASI alcanzó 213.650 votos (el 46,33) frente a 136.675 votos conseguidos por su principal contendor Carlos Ramiro Chávarro quien obtuvo el 29,64%.
El empresario Germán Bahamón, avalado por el uribismo, obtuvo 15.986 votos (el 10,62%).
En Pitalito registró una estruendosa derrota con Silvio Gómez con 3.722 (7.47%). Igual en Garzón con Leonardo Valenzuela Ramírez con 7.836 votos (27.16%); La Plata con Luis Alfredo Gómez Clavijo con 3.836.
El uribismo solo alcanzó una alcaldía: la de Isnos con Rigoberto Rosero, quien obtuvo 4. 462 votos.
Todos pierden
El Partido Liberal mantuvo en las elecciones regionales la primera votación pero retrocedió en posiciones. En los 37 municipios obtuvo 104.970 votos (el 21,36%).
El liberalismo se quedó con siete alcaldías. No solo perdió la Gobernación, también Neiva y en los tradicionales centros liberales como Gigante, Rivera, Baraya y Campoalegre.
El Partido Conservador, seriamente fragmentado y con una notoria fuga de militantes hacia el uribismo pasó a ser la tercera fuerza con apenas 46.119 (el 9,38%).
Igualmente retrocedió en zonas tradicionalmente conservadoras como Garzón, La Plata, Pitalito, Teruel (la tierra natal del congresista Pipe Lozada).
El Partido de la U, uno de los sectores que mayor votación sacó en las elecciones regionales del 2011, sufrió un sustancial revés. Además de perder su representación en el Congreso, perdió la Alcaldía de Neiva y otras alcaldías. La votación obtenida en el Huila sumó 31.458 votos (el 5,40%).
El plebiscito
Esas tendencias se movieron el domingo pasado en el plebiscito por la paz. Aunque no todos son uribistas, el discurso caló.
Sin embargo, la votación total estuvo entre los rangos históricos (311.476 votos). De éstos 119.706 votos fueron en favor y 185.484 votos en contra.
En sólo tres municipios el ‘Si’ alcanzó la mayoría. Algeciras (2.761 votos); Baraya (1.206 votos) y Villavieja (1.480 votos).