Ventana médica
Espero que este San Pedro haya sido bueno para todos mis lectores y que se hayan divertido sin consecuencias fatales, más que quedar endeudados por botar la casa por la ventana.
Yo, hace algunos años, dejé de sacar caballos a las cabalgatas, pues comencé a sufrir de aburrimiento en las mismas.
Para mí, una cabalgata debía ser un programa para la familia, sin peligro de nada; pero con el tiempo me fui dando cuenta que los caballos sufrían mucho en sus cascos por el calor tan intenso del pavimento caliente. De otra parte ya los caballos no se podían mostrar (vanidosear o chicanear con ellos). Las cabalgatas se volvieron tan lentas que más bien parecían procesiones de Semana Santa. Mucha gente golpeaba a los caballos (de los que estaban en el público), y había otra gente, dentro de la cabalgata, que estaba tan borracha que no sabía lo intenso del dolor y sufrimiento de muchos caballos que terminaban muertos por la sed, el hambre, las golpizas y el maltrato.
El otro problema con las cabalgatas que aún no se han podido controlar es el exceso de animales que vienen con enfermedades infecciosas como la anemia equina. Al igual que tampoco se ha podido controlar el robo de caballos después de las cabalgatas, aunque de ello son culpables los mismos dueños, pues terminan tan borrachos que no saben a quién le entregan finalmente cada animal.
Lo otro que me aburrió del San Pedro es la música que no es de nuestra región; tanto vallenato y rancheras aburre. Respeto a los costeños, y allá ellos con su bochinche, pero nosotros en el Huila no podemos dejar permear la cultura del folclor opita con otras culturas musicales.
Obviamente si la gente se va a rumbear, allá cada cual verá lo que le gusta oír, pero el Departamento no puede promover otras culturas musicales, ni dejarlas participar en las carrozas de los desfiles.
No todo puede ser malo, ahora hay puntualidad en los eventos, se logró sacar los desfiles del centro de la ciudad y se pudo ubicar en sitios más accesibles para el pueblo.
Hay personajes que extrañamos, hoy en día, como a la señora Teo Bahamón, antigua chaperona de todas las reinas quien infundía respeto y afecto por las reinas, y a doña Pina Vanegas quién trabajó tanto por la confección de trajes. Añoramos muchas cosas de las costumbres antiguas, y sobran otras como ver a tanto motociclista loco, borracho e irresponsable manejando embriagados.
Aruz2050@yahoo.com.co