Unos 400 bomberos batallaban ayer contra un incendio fuera de control en Arizona (Estados Unidos), que cuadruplicó su tamaño durante la noche del domingo tras matar a 19 efectivos en la peor tragedia para los combatientes del fuego desde los atentados del 11 de septiembre.
El incendio de la colina de Yarnell (135 km. al noroeste de Phoenix) se cebó con los integrantes de un cuerpo de élite en el que sólo hubo un sobreviviente. Se trata de la peor pérdida para los bomberos desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y la peor tragedia en un incendio forestal en 80 años.
Entre el domingo de noche y el domingo de mañana, el incendio cuadruplicó su tamaño y quemó 3.380 hectáreas, alimentado por ráfagas de viento cálido, baja humedad y en medio de una ola de calor que atraviesa el suroeste y que en la región supera los 35 grados, informaron autoridades en la rueda de prensa.
Desatado el viernes por un rayo, el fuego no estaba controlado en ningún sector y es combatido actualmente por 400 bomberos, el doble que el día anterior, dijo Mary Rasmussen, del servicio forestal estadounidense.
Según cifras de la ONG Asociación Nacional de Protección contra Incendios, es la peor deflagración forestal desde que 29 bomberos murieron combatiendo el fuego en los bosques del parque Griffith de Los Ángeles, en 1933.
Mientras tanto, las autoridades evacuaban a cientos de personas de los poblados de Yarnell y Peeples Valley.