¿Qué tal que nuestro país no se llamara “Colombia” sino “País de palomas”? ¿O que Bogotá fuera “Fin de campo”? ¿O que, a su vez, Medellín se llamara “Los metales”?
Un curioso y muy complejo trabajo de investigación acaba de presentar al mundo “El Atlas de los Nombres Verdaderos”. Se trata de revelar, ni más ni menos, las raíces reales y los significados originales de los nombres de sitios, ríos, accidentes geográficos y hasta de los mares del mundo entero. Y aparecen curiosas y hasta insólitas sorpresas.
Por ejemplo, donde generalmente esperamos ver indicado el desierto de Sahara, en África, el atlas nos da “Mar de Arena” derivado del árabe es-sahra, “desierto, mar de arena”.
Y debe de ser así, pues, como podemos ver en nuestras tierras, muchos nombres geográficos corresponden a lo que sus habitantes ven o sienten. Veamos: “La Toma” es una quebrada en Neiva de la que, en tiempos antiguos, se abastecía o tomaba el agua. Pues ahora resulta que muchos de tales nombres efectivamente eran otros, no los actuales.
“Los nombres geográficos se crearon sobre todo por la observación del espacio natural y han sido marcados por la situación del lugar de asentamiento (‘Bahía de Terrazas’ – Taiwán); las cualidades de los ríos (‘El destructor de barcos’ – río Amazonas) o la base de vegetación (‘Hojas de Mango’- Colombo)”, dijo Stephan Hormes, uno de los autores del proyecto a través de correo electrónico a LA NACIÓN.
Y agrega que “El Atlas de los Nombres Verdaderos ofrece información sorprendente en un espacio reducido e invita al observador a entrar en un mundo desconocido, que al mismo tiempo le es familiar. El Atlas de los Nombres Verdaderos nos hace descubrir el mundo con otros ojos y consigue crear una nueva comprensión de lo que nos rodea y de lo que conocemos”.
Algunos nombres
Estos son algunos de los nombres (casi “poéticos”, podríamos decir) de algunos lugares en nuestro país, y en Suramérica:
• Colombia: “País de palomas”. El origen se da porque Colón, base de “Colombia”, es “colombo”, o “paloma” en italiano.
• Bogotá: “Fin de campo”, traducción de “Bacatá”, del que se derivó el nombre de la capital colombiana.
• Medellín: se originaría del clan de los “metelli” en Roma, a cargo de la metalurgia, a su vez originado en “mina”, “metal”.
En Suramérica:
• Venezuela: “Pequeña Venecia”.
• Lima, capital de Perú: “Flor amarilla”.
• Brasil: “País de brasa de madera”.
• Montevideo, capital de Uruguay: “Veo el monte”
• Paraguay: “Naciente de río”.
Todo el mapa
El “Atlas de los Nombres Verdaderos” está disponible en español. El fascinante proyecto se inició en 2008 y se encuentra en constante revisión. Hasta el momento comprende los mapas de Europa, Islas Británicas, Canadá y Estados Unidos, así como un mapa mundial, parte del cual reproducimos en LA NACIÓN con autorización de sus autores.
Todos los mapas se encuentran a la venta en forma de póster. El mapa completo, de 40 por 56 centímetros, tiene en España un precio de venta de seis euros. No hay por ahora ofertas de venta directa para Colombia. Al menos por ahora, además de ofrecer una decoración muy original, garantizan unas cuantas horas de descubrimientos y diversión.