Los presidentes del Senado Roy Barreras y de la Comisión de Paz de la Cámara, Iván Cepeda, sostienen que propuestas de las víctimas tienen receptividad en La Habana.
El proceso de paz que se viene adelantando entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc, ha despertado sin duda, el fervor entre algunos, temores, sentimientos encontrados, odios y amores, esperanza, en otros.
Pero más allá de lo que haya logrado estimular en los colombianos, los diálogos, si en algo coinciden todos los sectores es en que el conflicto armado interno que vive el país desde hace 50 años, debe terminar, y pronto.
De hecho, los ejemplos que hay en el mundo sobre negociaciones de conflictos internos señalan que hay un alto porcentaje que finalizaron en la firma de un acuerdo de paz, obviamente, cediendo muchas cosas en ambas partes, y a decir de muchos, con unas altas dosis de perdón.
Y otros agregan que también es impajaritable aplicar justicia, reparación, y verdad con miras a tener un posconflicto no tan traumático, como se teme, y la paz no sería duradera ni sólida, no podría ser.
En tal sentido, giraron el viernes las exposiciones de varios de los participantes en la mesa zonal de paz realizada en Neiva, promovida por las comisiones de paz del Senado y Cámara. Se concluyó que en definitiva, la verdad será la base para que los colombianos finalmente se puedan perdonar.
Sin embargo, para el senador Jorge Eduardo Géchem Turbay, promotor de la mesa zonal para el departamento del Huila, no podría haber perdón con olvido, sino que siempre habrá que recordar lo ocurrido con las víctimas para que la historia de barbarie no se vuelva a repetir.
El presidente del Senado de la República, Roy Barreras, asegura que el país no quiere más víctimas y por eso, de la mano de otros congresistas como Iván Cepeda, están de acuerdo en que sean las propias víctimas las que hagan propuestas que los protejan pero también que ayuden a que sus historias de agresión jamás vuelvan.
Barreras y Cepeda hablaron con LA NACIÓN y expresaron sus propios puntos de vista sobre lo que está sucediendo en La Habana, sobre las mesas zonales de paz que se vienen adelantando en el país, y enviaron mensajes de aliento a las víctimas del conflicto.
Finalmente, ¿cuál es el objetivo de las mesas zonales?
Escuchar las voces de la gente, de las víctimas del conflicto cruel que lleva más de 50 años, de todo tipo de victimarios. En todo el país hemos encontrado una voz común que les dice a los negociadores, particularmente a las Farc, que no quieren más víctimas, no más guerra, que no pierdan esta oportunidad, que se concentren en la firma del acuerdo y en declarar que abandonan la guerra. Ojalá estas voces, que calculo serán más de 3.000 en las últimas ocho mesas de la segunda fase, lleguen como creo que van a llegar, a La Habana, para que sean escuchadas por las Farc y escuchen la verdadera voz de los colombianos que están hastiados de la guerra.
¿Qué conocimiento tiene usted de las víctimas en el Huila?
Huila, Caquetá, Putumayo, y Cauca han sido quizá los trozos de Colombia más duramente golpeados de esta violencia inútil. Este conflicto armado no ha generado un solo empleo, y sí ha destruido muchos, no le ha servido a ningún campesino, ha desplazado a cuatro millones, es hora de decir basta ya a la guerra. Por eso también llamo la atención en dos sentidos, que no ocurra que las justas reclamaciones campesinas y las movilizaciones populares terminen infiltradas y convertidas en actos violentos que desestabilicen el proceso de paz. Por otro lado que las Farc en La Habana dejen de hacer ruido con propuestas extrañas que no le sirven a la paz.
¿Cómo cuáles?
Por ejemplo, la insistencia en una nueva constituyente, es un escenario de incertidumbre que nadie sabría en qué terminaba. Por ejemplo la declaración de Iván Márquez de intentar una especie de diálogo con Uribe. Todos los colombianos incluido él, queremos paz, pero lo único que tienen que hacer las Farc es declarar que abandonan la guerra y también los sectores más extremos del tienen que abandonar la guerra legal porque las Farc son la guerra ilegal. Es todo lo que tienen que hacer, y si en eso están de acuerdo pues que apoyen el proceso de paz de una vez por todas.
¿Las marchas y movilizaciones como la del Catatumbo están siendo promovidas por las Farc?
Hay una justa reclamación y por supuesto la situación del agro colombiano es muy delicada y necesita mucho subsidio, mucho apoyo, equidad en la distribución de la tierra, de eso se trata lo que estamos intentando hacer con la Ley de Víctimas, de restitución de tierras, con lo que se está construyendo para hacer una ley de desarrollo rural integral, una nueva reforma agraria. Pero eso se hace en paz, no con los fusiles al hombro, con bloqueos de carreteras, no con hechos violentos que echan a perder la paz. Mejor dicho, todo acto que pueda desbordarse, puede tirarse el proceso.
Pero las Farc dicen que van a dejar las armas pero que no las van a entregar…
Todos esos ruidos y esas declaraciones extrañas no le sirven a la paz, creo que hay que concentrarse en el máximo logro que es firmar el acuerdo que le ponga fin al conflicto armado para poder orientar todos los recursos hacia los campesinos, hacia el agro, los pobres. Es que gastamos 25 millones de millones en balas en una guerra inútil, todos los años, en vez de invertir en la gente. Bienvenida la movilización política si se convierte en participación política pacífica y democrática. Pero ojo con cruzar el límite de la violencia porque los señores de la guerra de los dos extremos armados, y de los dos extremos radicales políticos, izquierda y derecha, quieren que fracase la paz para seguir viviendo de la guerra, económica y políticamente.
¿Le gusta la intención del Eln de hacer la paz?
Permítame decirle que saludo la posibilidad necesaria de que el Eln también inicie un proceso de paz, pero tiene que ser en una mesa separada, paralela, diferente. Cualquier intento de meter esa historia del Eln en la mesa que hoy hay con las Farc, es echarla a perder, y es un ruido más que no le sirve al proceso, como no le sirve la terquedad de una constituyente caótica, ni tampoco la manipulación de la protesta campesina para llevarla hacia hechos violentos. Nada de eso le sirve a la paz y hay que desenmascarar a quienes infiltran esas marchas, a quienes hacen ruidos extraños en la mesa para decirles de una vez por todas que si quieren seguir viviendo de la guerra, o si quieren la paz tienen que confluir en el proceso, apoyándolo como lo hacen miles de víctimas a lo largo y ancho del país.
¿Qué tan difícil será llegar a un acuerdo en el punto que se está discutiendo ahora de la participación en política?
El Congreso que presido, decidió que primero para hacer la paz hay que abrir caminos de participación política pacífica, sin duda, pero también que no habrá beneficio político ni jurídico ninguno mientras no se libere a todos los secuestrados, se elimine la práctica cruel de las minas antipersona, se suspenda definitivamente el reclutamiento de menores.
¿Ve a Iván Márquez o a Timochenko ocupando una curul en el Congreso?
Veo a Iván Márquez diciendo cosas extrañas que no le sirven a la paz, proponiendo una constituyente caótica que terminaría en contra de la propia paz, una conversación directa con los sectores extremos de derecha, que se meta al Eln en la misma mesa, y nada de eso le sirve a la paz. Sí vería a las Farc desmovilizadas y convertidos en constructores de paz y en agentes de la política democrática. Hay que prepararse para ese escenario.
¿Hay que prepararse también para tragarse unos sapos de impunidad?
La gente exige la reparación, la no repetición, pero la gente comprende que exigir que haya ciento por ciento de justicia y castigo penal con cárcel para todos los que han participado en el conflicto, es una manera de invitar a la guerra eterna. En ninguna parte del mundo se puede hacer la paz si lo primero que se ofrece es el castigo total. Pero claro, los responsables de los crímenes de lesa humanidad tendrán que pagar por ellos.
¿La posición del Procurador podría ser un obstáculo en el proceso?
Algunos dicen que la posición del Procurador le hace un flaco favor a la paz, y yo digo que no sé si flaco o gordo, porque es importante escuchar las voces de los colombianos escépticos, los que tienen dudas, los que advierten que hay riesgos.
La voz de la izquierda
Por otra parte, el representante Iván Cepeda, también tiene su propia impresión del proceso de paz y de las mesas zonales de las cuales dijo, tienen vital importancia.
¿Sirven para algo las mesas zonales de paz?
Son de la mayor importancia, hasta ahora en las anteriores se han entregado más de dos mil propuestas dirigidas a la mesa de conversaciones de La Habana, desde las víctimas. Esto es un material de inmenso valor porque se trata ni más ni menos, de las exigencias de las víctimas, sus planteamientos para la paz, y la voz de ellas, es sustancial en la construcción de la paz y la democracia.
¿Pero sí hay receptividad en la mesa de diálogos para esas propuestas?
Tanto guerrilla como gobierno se han comprometido, a que esas propuestas sean seriamente tomadas en consideración e incluso sean integradas a los posibles acuerdos de paz a los que se llegue.
¿Cómo está el ambiente en La Habana, a propósito del proceso de paz?
Bueno, es un proceso de paz complejo, atraviesa momentos a veces difíciles. Son dos partes distintas, no se trata de un grupo homogéneo, son dos partes enfrentadas durante 50 años y tienen que buscar el entendimiento, y creo que eso se está haciendo poco a poco. Ya se llegó a un acuerdo importante, sin precedentes sobre el tema agrario y espero que ocurra algo similar sobre el de participación en política. Y si hay temas en los que no hay acuerdo temporalmente, se dejen para el final y luego con toda la calma, una vez construido todo el borrador general del acuerdo, se llegue a una solución.
¿Podría haber obstáculos en el punto de participación en política, si bien es cierto a muchos no les gustaría ver a un Iván Márquez en el Congreso?
Un conflicto armado por causas políticas se resuelve acabando las causas que han dado lugar a esa guerra. Y una de las causas es que esas personas que hoy están armadas no encontraron en su momento la posibilidad de ejercer la política por la vía legal. Ahora es la oportunidad para que vuelvan a la legalidad y eso se resolverá encontrando solución en el punto respectivo que es precisamente en el tema de las víctimas y sus derechos.
¿Cómo analiza la posición del Procurador?
Como una posición que desborda los límites de su competencia, en la cual un funcionario público desafía las atribuciones de los márgenes que se han acordado para su actuación. Es grave que el Procurador sea una persona que está permanentemente buscando la forma de destruir los caminos de la paz en Colombia.
¿Hay voluntad de las Farc para firmar la paz?
Sí, veo voluntad, y también en el Gobierno, con problemas pero hay que trabajar para resolverlos, con paciencia, serenidad y persistencia.
¿Se firma la paz este año?
Es posible que no se llegue a todo el acuerdo, pero se va a avanzar mucho, aunque es mejor no especular.
Iván Cepeda