El productor de cine Abelardo Quintero dejó Bogotá y se vino a vivir a Pitalito. Vive en la vereda Regueros, tiene esposa laboyana y en su haber figuran más de veinte películas nacionales y unas treinta series de televisión. El productor de cine Abelardo Quintero dejó Bogotá y se vino a vivir a Pitalito. Vive en la vereda Regueros, tiene esposa laboyana y en su haber figuran más de veinte películas nacionales y unas treinta series de televisión. Entre sus producciones están “El Embajador de la India”, “Bolívar soy yo”, “Visa USA” y “Los pecados de Inés de Hinojosa”. Gerardo Meneses Claros Especial La Nación Pitalito. La decisión de venirse a Pitalito no fue difícil de tomar. Cada cierto tiempo solían venir al Huila de vacaciones pues aquí en Pitalito vive la familia de su esposa. Solo hasta cuando la menor de sus dos hijas terminó la Universidad en Bogotá y los compromisos de trabajo fueron siendo menores, acordaron que el mejor sitio para descansar del ajetreo de la ciudad y de un oficio al que le han dedicado toda la vida, era Pitalito. “Siempre tuvimos en mente esta región. El clima, la gente, la tranquilidad, el paisaje, todo sumaba para instalarnos aquí” -Nos cuenta Abelardo al calor del café que nos tomamos en compañía de la ceramista Cecilia Vargas y el poeta y fotógrafo Jáder Rivera. “Recorrimos las veredas y los corregimientos y en todos queríamos comprar; finalmente nos decidimos por este sector en la vía a Guacacallo, ahí acondicionamos el terreno y construimos la casa piedra por piedra, tal como Yenny, mi esposa, la había soñado y diseñado años atrás”. Años de cine “El cine siempre fue una pasión, inclusive más que la televisión -nos cuenta Abelardo- en mi adolescencia y juventud hice teatro, actué en televisión cuando esta apenas estaba empezando, te estoy hablando de finales de los años sesentas. Los primeros recuerdos que tengo son con Amparo Grisales, María Cecilia Botero y Pedro Montoya. En los setentas me picó por la producción audiovisual; eran trabajos que hoy son un registro histórico, pero en ese tiempo se hacían de forma casi artesanal.” La historia del cine nacional ha tenido momentos importantes, pero solo hasta ahora siente uno que la industria empieza a despegar, que hay una cierta continuidad y un apoyo estatal y empresarial para hacerlo. “Sí, claro, en esos comienzos del cine, de los que te hablo, se hicieron producciones importantísimas si tenemos en cuenta el tiempo, la técnica y las condiciones que la industria tenía, hoy hacer una película es un tanto más fácil que en ese entonces”. En su haber hay una veintena de películas nacionales, si no más, pero La Abuela fue el primer largometraje que realizó. “Esa fue mi primera película, fue en el año 1981, de la mano de Leopoldo Pinzón, que la dirigió, y con la señora Teresa Gutiérrez protagonizando. La abuela había sido una telenovela muy exitosa, escrita por Julio Jiménez; el éxito de la novela nos dio la oportunidad de hacer la película con iguales o mejores resultados”. Una película en el Huila En la década de los ochentas hubo un auge del cine nacional, se hicieron varias películas en las que Abelardo Quintero desarrolló su trabajo como Jefe de Producción; curiosamente una de esas películas fue El Embajador de la India. “Fíjate que el Huila siempre ha estado ligado a mi vida. Mi mamá es de Timaná pero siendo una niña se la llevaron a vivir a Bogotá. Mi esposa es de Pitalito, la conocí en Garzón en el Reinado de la Alegría, siendo ella la Señorita Pitalito, por allá en 1977. De manera que cuando salió el proyecto de El Embajador, esa era una historia que no me era ajena. Es una de las películas que más quiero por todo lo que significó el personaje y lo que significa hoy esa producción. Pero la lista es larga, Abelardo ha participado en tantas películas que hablar de cada una es hacer un recorrido por la historia del cine colombiano en los últimos 30 años. “Te doy algunos nombres: El niño y el Papa, Técnicas de duelo, Caín, Crónica de una muerte anunciada, Visa USA, Bolívar soy yo… Y en televisión ya perdí la cuenta, por encima: Los pecados de Inés de Hinojosa, Otra en mí, Pecado Santo”… Y sí, la lista es larga y da para hablar y reunirnos mucho más y escuchar de Abelardo la historia del cine. Hoy hemos venido a visitarlo a Pasamonte, la finquita en Regueros donde viven. “Cada vez me enamoro más de este pueblo. La historia de los caballos, del mundo del arte, los cuentos de su literatura, la vida de ayer y el desarrollo de hoy, los personajes que he conocido. Todo. Aquí pasan cosas que dan para hacer una película”. 
- En Pasamonte, la casa de campo que construyó junto a su esposa, en la vereda Regueros de Pitalito. Fotografía de Jáder Rivera monje.
- Con más de veinte películas en las que ha participado, su charla es una cátedra de la historia del cine colombiano.
- Con la ceramista Cecilia Vargas, la tarde que fuimos a tomarnos un café para esta entrevista.
