La presunta apropiación irregular de un lote ubicado entre los conjuntos residenciales Los Laureles y Turipaná, ubicados en el oriente de Neiva, el encerramiento inconsulto del área en disputa por la Calle 20A y el aprovechamiento personal de un espacio colectivo; denuncian con preocupación los habitantes de Turipaná.
Marta Andrade, su administradora, manifestó que este espacio verde es de uso colectivo y que fue adjudicado por la Constructora Proyecont al Municipio, para la designación allí de una zona verde en contraprestación por la construcción de Turipaná.
“Nosotros averiguamos y establecimos que ese lote se lo dio Proyecont al municipio, tenemos las escrituras que así lo demuestran. Pero la Alcaldía nunca ha hecho nada por ese terreno”, resaltó la administradora de Turipaná.
Sin embargo, Ramiro Muñoz, residente de Los Laureles y vecino del lote, afirmó que ese predio es de la Constructora Monserrat, quien edificó Los Laureles, y que allí se había establecido era la cimentación de la carrera 42, que finalmente quedó ciega por la construcción de Turipaná.
Por esta razón, Muñoz aseguró que el sector se convirtió en un lugar inseguro, lleno de maleza, sin ningún doliente ni responsable. “La vía quedó ciega, nadie le hacía mantenimiento, los ladrones empezaron a robarnos las bicicletas, sillas y artículos personales”, aseguró.
“Nosotros hablamos con Miriam Chacón, representante de la Constructora Monserrat y ella nos reiteró que eran los propietarios del lote y que se lo iban a entregar al Municipio. Yo le sugerí que encerráramos el lote porque esa vía no iba a ninguna parte y necesitamos aislarlo de los ladrones. Ella verbalmente nos autorizó y construimos un muro en el acceso de la calle 20 A Bis e iniciamos el mantenimiento”, señaló Muñoz.
Turipaná
“No hay claridad legal sobre el lote. Nos preocupa que dos casas se hayan apropiado paulatinamente del área destinada al espacio público. Hemos mandado cartas al Alcalde, a la Personería, a múltiples despachos pero hasta ahora no hemos tenido ninguna respuesta”, reiteró la administradora de Turipaná.
“Esta área es del municipio, nosotros no podemos invadirla. El lote ubicado sobre la carrera 44 fue cerrado irregularmente, construyeron un muro hace cerca de dos años, que a propósito fue muy cuestionado, y nos aislaron de la zona verde. Antes del muro, los habitantes del sector podían entrar sin ningún problema a la zona verde de los dos conjuntos”, señaló Andrade.
“En enero empezaron a hacer adecuaciones y construcciones. Desde entonces hemos mandado múltiples comunicaciones a la administración local y hasta ahora no existen respuestas de las autoridades. La idea es que nos beneficiemos los dos conjuntos, pero las autoridades no nos ofrecen ninguna solución.
Lo único claro es que un particular está disfrutando de un espacio público. En múltiples oportunidades hemos buscado al residente de Los Laureles pero ha sido imposible. Nunca se encuentra”, dijo Andrade.
Asimismo, la administradora de Turipaná aseguró que los niños han sido los principales afectados. “Los balones se caen a la zona verde y nuestros niños dan la vuelta para que los celadores les alcancen sus juguetes, pero ellos no les colaboran porque dicen que los dueños de la casa no los dejan pasar”, denunció la administración.
‘Es una protección’
El ingeniero Ramiro Muñoz aseguró que ellos fueron afectados directamente por la construcción de Turipaná y solamente están protegiéndose de los ladrones. Asimismo, reiteró que sus vecinos pueden entrar al lote cuando quieran, pero son ellos los que tienen los muros frente al predio.
“Cuando se inició la construcción de Turipaná, en el 2007, Proyecont se tomó todo el lote y ubicaron allí un taller. Yo le envié una nota a esa firma, explicándoles las molestias que nos estaban generando porque el almacenamiento de maquinaria pesada, materiales, desechos y el taller, ocasionó una permanente nube de polvo que provocó problemas respiratorios en la familia”, dijo Muñoz.
“Además, los materiales se aproximaban cada vez más a mi vivienda, deteriorando su fachada y el ambiente visual. Como respuesta, la constructora señaló que el lote en cuestión era una vía pública cerrada. Nos manifestaron que ellos habían pagado los impuestos correspondientes y tenían derecho a utilizarlo”.
“Pero a su vez, la Curaduría en la licencia urbanística de Turipana, señaló frente a la inconformidad de algunos vecinos por el cierre de la carrera 44 que comunicaría a la calle 19 y 21, que ese carretera solo se encontraba establecida en el proyecto de construcción de Los Laureles y que nunca existió en el sector y que por lo tanto no se estaba generando cierre”, reiteró el ingeniero.
“Después que encerramos el lote, lo desmontamos, sembramos árboles y poco a poco se convirtió en la zona verde del conjunto Los Laureles porque no hay zonas recreativas amplias. Hicimos además una cementación y una obra ligera que es una cubierta que se puede desmontar rápidamente. El propósito es aislar el sol”, afirmó.
“Todos los niños de Los Laureles disfrutan del lote. En Turipaná no lo han aprovechado porque están totalmente encerrados, pero nosotros nunca le hemos dicho que no pueden entrar. Nunca les hemos negado el acceso para que los niños recojan los balones”, reiteró.
“Hemos hablado con el municipio y con la constructora para que le den una utilidad a ese lote. Nosotros estamos interesados en adquirirlo porque colinda con nuestra residencia, pero no para realizar ninguna construcción porque por allí pasa la red principal del acueducto de Turipaná”, enfatizó.
“Los residentes de Turipaná pueden tener acceso al espacio verde si quieren. Ellos tienen un muro que pueden quitar si ese es su propósito, es solo voluntad de ellos. La zona verde no es de nosotros, es un limbo jurídico que nos dejaron y el municipio nunca le hizo mantenimiento. En el sector se encontraban culebras, chuchas, alacranes y pues en el entorno de su vivienda uno espera lo mejor.
“En algunas oportunidades he hablado con los residentes de Turipana, pero para ellos tampoco es clara la situación legal del predio. Lo único que hemos hecho es hacerle mantenimiento durante 13 años. Queremos llegar a un entendimiento con el municipio y con la constructora, porque necesitamos preservar nuestro entorno porque somos una casa esquinera y tenemos frente a los dos lados”, puntualizó.
Respuesta de la Alcaldía de Neiva
Helman González, arquitecto de la oficina de Planeación de la Alcaldía de Neiva, aseguró que el espacio público en disputa se había convertido en un problema de inseguridad y que la ubicación del muro tenía como propósito la protección de los residentes. Asimismo manifestó que en pocos días el Municipio realizará la intervención del predio y definirá su destino final, ya sea en comodato, cesión o restitución, con el fin de preservar la seguridad en el lugar y el aprovecuamiento adecuado.