El 58% de la población del continente americano piensa que la corrupción se ha agravado en los dos últimos años, aunque la percepción supera el 70% en Argentina o México, según una encuesta divulgada ayer por la ONG Transparency International, mientras que Colombia aparece también en la lista, en especial por la corrupción en el sector público.
La percepción media para el continente americano es cinco puntos superior a la mundial que se eleva al 53%, según la encuesta de esta ONG con sede en Berlín, realizada en 107 países, de ellos 14 en América, para lo que ha interrogado a 114.000 personas.
En América Latina, la percepción de que las cosas han empeorado se dispara en países como Argentina (72%), México (71%) y Venezuela (65%), que contrasta con el 43% de Uruguay, el 46% de Perú o el 48% de Brasil.
La corrupción en el sector público es la que más preocupación suscita, en particular en México, Paraguay, Brasil y Venezuela, seguidos por Argentina, Perú, Colombia, Jamaica, Chile, El Salvador o Estados Unidos, con una nota superior al 4 en una escala del 1 al 5.
La mayoría de los ciudadanos -88% en Paraguay o 79% en Argentina y Chile- considera que es fundamental tener contactos personales en la administración para que las cosas se hagan y están convencidos de que los gobiernos están manejados por un puñado de grandes entidades que actúan en su propio interés.
Los partidos políticos se llevan la palma de las sospechas de corrupción en el continente (4,2) seguidos por la policía (4) o el Parlamento (4).
La encuesta, que ha consultado a unos 1.000 ciudadanos por país entre septiembre de 2012 y marzo de este año, señala que el 17% de media ha tenido que pagar algún soborno para obtener algún servicio en el último año, pero si se desglosa por país llega al 36% en Bolivia, 33% en México, 27% en Venezuela o 25% en Paraguay.
Tampoco tienen mucha fe en las medidas de los gobiernos para erradicar esta lacra, si nos atenemos a los datos. Los más escépticos son los paraguayos, los argentinos, los mexicanos y los chilenos, que en un abrumador porcentaje las consideran ineficaces.
Una abrumadora mayoría (83%) de los ciudadanos del continente se dicen dispuestos a denunciar hechos de corrupción, aunque el 17% no lo haría porque asegura que le dan miedo de las consecuencias o no serviría para nada.