Todos coinciden en que la necesidad de tratar las aguas residuales que se vierten en el río Magdalena es un proyecto prioritario para Neiva. Sin embargo, el megaproyecto de la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales sigue en el ojo del huracán.
El Comité de Veedores de Servicios Públicos del Huila, manifestó que el estudio que se contrató para definir la construcción del megaproyecto no tuvo un análisis de fondo, a través de un estudio de factibilidad y de alternativas que permitieran plantear propuestas distintas a la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales con avanzada tecnología, que costará 133.702 millones de pesos.
Por su parte EPN ha señalado que pese a los inconvenientes que se presentaron con el primer predio –‘Los Venados-‘en el que se planteó la construcción de la planta, hoy está en trámite la adquisición de un lote contiguo en el margen derecho del puente Santander, con un costo de 2.416 millones de pesos.
El tema será objeto de debate hoy a las 3:00 p.m. en el foro de discusión ‘Planta de Tratamiento de Aguas Residuales’, evento que tendrá lugar en el auditorio de la institución educativa ‘Liceo Santa Librada’.
Cuestionado estudio
El proyecto de construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales surgió tras una acción popular interpuesta por el Comité de Veedores de Servicios Públicos del Huila. El Consejo de Estado ratificó el fallo del Tribunal Administrativo del Huila (sentencia del 27 de junio de 2005), que obliga al departamento del Huila, el municipio de Neiva, EPN, CAM y Cormagdalena a crear un sistema de tratamiento de las aguas residuales que caen al río Magdalena.
La anterior administración contrató al Consorcio Neiva 2009 por 12.000 millones de pesos para ejecutar el plan maestro de agua y saneamiento ambiental, que a su vez dejó en manos del ingeniero Fernando Silva Gómez la realización del estudio que sirvió de base para el proyecto de construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales.
Sin embargo, para el Comité de Veedores de Servicios Públicos del Huila, dicho estudio no cumple con las condiciones para ejecutar un proyecto de esta envergadura, ya que según dicha organización, éste fue pensando solamente en una alternativa.
“El actual estudio está orientado a construir una planta de tratamiento de aguas residuales, y el afán de la administración es comprar un lote para montar una tecnología sin la revisión previa y el análisis de alternativas, porque no se consideran otros sistemas para el tratamiento de aguas residuales, que resultan menos costosos”, indicó Humberto Castro, uno de los voceros de dicho comité.
¿PROYECTO FACTIBLE?
De acuerdo con Castro, el estudio desconoce las recomendaciones que hace el estudio realizado en el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado de la ciudad, y que planteó alternativas viables y menos costosas.
“Hay un estudio previo inconsistente, donde no se analiza la factibilidad del proyecto, donde no se plantea una propuesta técnica de alternativas y una evaluación económica para determinar cuál es la tecnología a usar y que sea la más adecuada para el municipio de Neiva; no se han hecho todas las consideraciones sociales y ambientales sobre las distintas alternativas para el tratamiento de aguas residuales”.
“En 1986, el estudio realizado por el ingeniero Bosco Hernando Chicaíza, planteó tres soluciones para el manejo de las aguas residuales en tres puntos estratégicos de la ciudad, a través de la construcción de lagunas de oxidación. Esa, como otras alternativas, ni siquiera fueron evaluadas”, manifestó el líder social.
Castro agregó que las entidades involucradas en el tema, pese a que han trascurrido ocho años de la sentencia que los obliga a dar un manejo adecuado a las aguas residuales, han caído en la “improvisación”.
“Hubo problemas con el primer lote que se pretendía negociar porque tiene 49 propietarios. Están en proceso de adquirir un lote contiguo pero ni siquiera se cuenta con los 2.416 millones de pesos que cuesta”, dijo Humberto.
Y agregó “Dentro de las observaciones que hizo el ingeniero Chicaíza, encontramos que los estudios no permiten determinar con claridad si el terreno donde se pretende construir la planta es apto; tampoco se garantiza que se recoja la totalidad de vertimientos de aguas residuales que desembocan en el río Magdalena, y Neiva sigue siendo una ciudad en crecimiento urbanístico”, puntualizó Castro.
PRIMERA FASE, EN 2015
Por su parte el gerente de EPN, Aurelio Navarro Cuéllar, insistió en que vienen trabajando en el proyecto para que la primera fase de la planta de tratamiento de aguas residuales, cuyo costo se calcula en 33.242 millones de pesos.
“La administración se ha planteado que para el 2015 se tenga construida la primera fase, que permite el tratamiento preliminar de las aguas residuales. Este es un proyecto con el que se aspira tratar el 90 por ciento de las aguas residuales que caen al Magdalena”, dijo el funcionario.
Respecto a los cuestionamientos por la zona en que se plantea construir la planta, Navarro señaló que se tomarán las medidas medioambientales y sociales para evitar impactos negativos en la comunidad.
“Mucha gente de barrios como Camilo Torres, California, han dicho que tienen que vender sus casas porque la planta generaría malos olores y problemas ambientales. El proyecto se planteó con tecnología de avanzada para mitigar todos esos efectos. Partimos de experiencias exitosas como la planta de tratamiento de San Fernando en Medellín, viajamos con líderes comunales, y la gente cambió su visión”, explicó Navarro.
El gerente de EPN reconoció que hubo inconvenientes con el primer lote que se pretendió negociar, pero aseguró que están en proceso de adquirir un terreno contiguo para garantizar la construcción de la primera fase en 2015.
“El lote inicial apareció con 46 propietarios. El lote contiguo que proyectamos adquirir y que tiene siete hectáreas nos cuesta 2.416 millones de pesos; EPN asume el 50 por ciento del valor y la Gobernación el otro 50 por ciento. Con la compra del lote estamos seguros de que el proyecto arrancará”, puntualizó Navarro.
‘Proyecto debe ser analizado’
El ingeniero Marcos Silva, señaló que en un proyecto de la magnitud de la planta de tratamiento de aguas residuales, no están claros algunos temas trascendentales, como la construcción de la infraestructura de conducción al sitio de tratamiento, y sus costos.
“El lote que han manifestado comprarían, no es recomendable ni geológica, ni ambiental, ni técnica, ni económicamente. Debe estar fuera del perímetro urbano por disponibilidad de ampliación futura. Por esta razón, el POT, es factor relevante para la definición del perímetro sanitario de la ciudad”, explicó Silva.
El profesional añadió que el foro de hoy es importante para que “la ciudadanía conozca los alcances del proyecto, en todos los aspectos. De los aciertos o desaciertos en la selección del sistema de tratamiento y sitio de emplazamiento, depende el costo mensual que el usuario debe pagar por el tratamiento de aguas residuales. Al comenzar a operar el sistema de tratamiento, imprescindiblemente la factura tiene que aumentar”, puntualizó Silva.