En su casa de habitación del tradicional barrio Aguablanca, murió ayer el reconocido comerciante y filántropo de esta ciudad, don Luis Enrique Castro Murcia, tronco de una distinguida y fundador de lo que hoy es el próspero sector comercial del Valle de Laboyos.
Don Enrique Castro, como era conocido en el medio, fue impulsor del comercio a del Pitalito de los años 40, con su almacén “Enrique Castro”, especializado en las más finas telas importadas con las que se confeccionaron los trajes de la sociedad laboyana de la época.
Junto a otros pioneros como don Obdulio Daza Valderrama, y su Almacén y Sastrería El Buen Gusto; don Segundo Ordoñez, con su exclusivo “Sombrero Elegante”; don José María Peña, y el café de Chepe peña”, y don Carlos Julio Escobar y su almacén “Mio y Suyo”, formaron parte del inicio comercial de Pitalito en la “Calle Real” que más tarde se convertiría en la carrera cuarta hoy epicentro comercial de la ciudad.
El empresario, natural del municipio de Elías, casado con doña Stella Vargas, fue el soporte de una familia muy apreciada entre los laboyanos, conformada además por sus hijos Jesús Antonio, Claudia Piedad, y Liliana Stella.
Don Enrique Castro es recordado por su alto sentido de solidaridad, especialmente con los más necesitados, su lealtad, generosidad y rectitud que siempre fueron su característica especial.
Su velatorio se cumple en la sala número uno de Funerales Los Olivos y sus exequias se llevarán a cabo hoy a partir de las 10:00 de la mañana luego de una ceremonia religiosa en el templo de San Antonio.