La discusión de los Planes de Desarrollo que por estos días demanda tanta atención en ciudades y municipios del país, debe partir de dos elementos esenciales en el panorama actual: Vivienda e informática. Del primero de los asuntos, resulta innegable el déficit cualitativo y cuantitativo que a nivel de inmuebles habitacionales se sigue presentando en Colombia, sin perjuicio de los esfuerzos que desde hace ya casi veinte años se vienen realizando con los programas de vivienda subsidiada y vivienda con mejores estándares de calidad, y recientemente con el programa de VIP gratuita.
La construcción de vivienda como parte de un compromiso estatal de los entes territoriales, contribuye al mejoramiento del urbanismo y el crecimiento sostenible de las áreas de expansión urbana, e incide en forma directa en otros frentes como son la generación de empleo para un sector (mano de obra no calificada) con pocas oportunidades, y la dinámica comercial a nivel de todos aquellos bienes y servicios que demanda el proceso de edificación de inmuebles. No contar con un presupuesto y una definición precisa de los incentivos a la vivienda, es desconocer regionalmente los beneficios que a nivel nacional están previstos en la materia.
Ahora bien, ligado a la vivienda como elemento enriquecedor de nuestra población, surge la necesidad de proveer otros intangibles que son una exigencia del siglo XXI y un medio para encontrar suficientes oportunidades en distintas esferas. En tal sentido, es indispensable que existan políticas públicas mediante las cuales los municipios y ciudades ofrezcan una cobertura de internet para toda la población pero en especial para las personas con limitaciones de acceso a redes privadas. La comunicación on line no puede calificarse como lujo sino como un mínimo vital en las circunstancias actuales.
No se trata de vivir como youtuber, que en todo caso bien puede ser un principio para aquellos con aptitudes en el arte de hablar y persuadir. Tampoco se trata de un espacio ilimitado e incontrolable al cual accedan sin reglas elementales niños y adolescentes. Sin embargo, la infinita información que de allí se extrae, así como su capacidad para albergar datos en todos los idiomas y temas imaginados, justifican la necesidad de aproximar a la población con esta herramienta, que a la fecha ya permite la supresión de oficinas para innumerables profesiones liberales, la restricción de billetes y monedas, e incluso la integración cultural mundial como nunca antes pudo conocerse.
Al igual que los valores agregados que se derivan de una fuerte apuesta a la vivienda, están también aquellos plus que se extraen de la informática; medios expeditos para socializar información entre docentes y estudiantes, evitando desplazamientos o reuniones innecesarias. Acceso a bibliotecas de gran reconocimiento mundial, con consulta gratuita o a bajo costo de la literatura más consultada en diversas lenguas, así como seguridad a nivel de compras, transacciones y pagos, que simplifican el día a día en tanto sea correctamente empleado, sin olvidar el mundo que hay más allá de internet.