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Santos vs. Uribe: un nuevo round

El presidente Santos perdió la paciencia. Fue en la tarde del viernes a instancias del Congreso Liberal cuando resolvió sacar todo lo que tenía adentro y arremeter contra el líder de la oposición. Le dijo a Uribe que en su gobierno nadie ha sido chuzado, que no tiene funcionarios en la cárcel y -lo que debió dolerle más al expresidente- que ni sus hijos ni sus hermanos están metidos en líos (como sí los de Uribe).

¡Son esos congresos partidistas los que le remueven todo el odio al presidente! Recuerden ustedes que cuando por primera vez acuñó el término de 'rufián de barrio' para referirse a Uribe, estaba hablándole a un auditorio en el que se reunían los miembros del Partido de la U.

¿Lo hizo bien? ¿Se le fue la lengua? ¿Es justo que después de meses y meses de soportar los agravios del Centro Democrático haya decidido responderles?… Cada cual tiene su propia opinión y de inmediato ese centro de reacciones que se llama Twitter ofreció una variada muestra de respuestas para estas preguntas. Lo cierto es que mientras el proceso de paz pasa por un momento crítico en materia de confianza, el presidente parece dedicándole más tiempo a criminalizar a la oposición que a defender los méritos y alcances de la negociación. Y eso es un error de estrategia a todas luces.

Tal vez el primer mandatario deba estar por encima de las referencias personales, dejar a sus escuderos -si es que todavía le quedan- para que se ocupen de esas batallas y concentrarse en explicar lo acordado el jueves pasado en La Habana que tiene a todo el mundo, incluido a varios de sus amigos, con los pelos de punta.

Una verdadera pedagogía del proceso de paz está pendiente y mientras Santos se enfurrusque y le dedique sus discursos a un sector político que según él no tiene oxígeno, terminará dándole bocanadas de aire y logrando el efecto opuesto al que pretende.

Posdata: Además de todo esto, no le queda bien a Santos hablar mal de un gobierno del que hizo parte y con cuyas banderas se hizo elegir por primera vez. De todo lo que se habla ahora ya se hablaba cuando él era ministro y candidato del uribismo. ¿Habrá mayor muestra de cinismo? ¿Quién aconseja a Santos?