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Niñez interrumpida 1 24 septiembre, 2024
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Niñez interrumpida

Niñez interrumpida 7 24 septiembre, 2024
Los menores son sometidos a vejámenes y entrenamientos extremos.
“…nos escogieron a la mayoría a hacer curso de ‘pisa suave’ porque éramos personas delgadas, no pesábamos mucho, como éramos niños  al cuerpo le exige más para correr ya que el físico es mejor (…) del grupo mío hicimos cinco el curso, pero en total el curso lo hicimos 175 guerrilleros la mayoría  menores de edad entre mujeres y hombres los más jóvenes eran mi persona y alias Felipe de 13 años, los otros  eran  de 16 y 17 años  de edad…”

El relato es apenas un caso, pero esta vez de un pequeño que con apenas 12 años de edad ya era parte activa de las filas de las Farc. Después del adiestramiento para el asalto, este niño participó en el  caso de los 11 militares asesinados en la vereda La Esperanza de Buenos Aires, en el departamento del Cauca, por la compañía ‘Miller Perdomo’ el 15 de abril de 2015.

De acuerdo con datos suministrados a LA NACIÓN por la Fiscalía General, tras un análisis minucioso sobre el tema del reclutamiento de menores de edad por parte de las Farc, se encontró se trata de una política que el grupo guerrillero viene practicando desde 1975 hasta el 2014.

Gracias a documentos e información hallada en computadores de jefes guerrilleros, se ha podido establecer que esas mismas políticas de reclutamiento de menores  señalan como edad mínima los 15 años como edad.

“Las fuentes analizadas son: los estatutos de la organización, los computadores incautados a líderes como alias el Mono Jojoy y alias Alfonso Cano; dispositivos USB, discos encontrados en campamentos durante operaciones de la Fuerza Pública, y los documentos de la 3ª y 7a Conferencia y plenos del Secretariado y el Estado Mayor, integrado por 32 comandantes de frentes y bloques regionales”, explica la Fiscalía.

De hecho, el Fiscal (e) Jorge Fernando Perdomo reveló esta semana que  “el primer reclutamiento forzado registrado es el de Enrique Ríos, alias Víctor, de 17 años, en la Uribe Meta, por Manuel Marulanda Vélez, para el frente 16; y la primera mujer reclutada fue Olga Flórez, alias Amparo, de 16 años, en mayo de 1979, en Laureles (Huila).
Desde 1975, las Farc se dedicaron de manera sistemática, a reclutar menores para sus filas”.

Pero de acuerdo con el documento conocido por LA NACIÓN, no  hay duda de que fue entre los años de 1998 y el 2002 cuando se registró  uno de los mayores picos del reclutamiento.

Los investigadores señalan que ese periodo corresponde precisamente a los tiempos de la llamada zona de distensión, durante el gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana, quien intentaba llegar a acuerdos con las Farc.

Sin embargo, poco después del rompimiento de los diálogos, el gobierno desplegó toda su fuerza en busca de recuperar la zona despejada mediante las operaciones militares conocidas como libertad I y II, lo que permitió que esos picos de reclutamiento de menores volvieran a descender  ostensiblemente.

Por supuesto, el departamento del Huila no fue la excepción y su territorio también fue víctima de esta práctica por parte del grupo guerrillero de las Farc.

Las modalidades

Durante la investigación adelantada por investigadores de la Fiscalía, con el apoyo de expertos analistas del Ejercito Nacional y la Policía Nacional, a través de la Dijin, se logró concluir que las Farc concretaron tres modalidades de reclutamiento de menores de edad.

Así, a través de persuasión, engaño y forzada, las Farc ejercían sus prácticas para atraer hacia sus filas a niños incautos que creyendo que ganarían mucho dinero y pasarían una vida  de abundancia y buen trato, accedían a ingresar.

En ese orden de ideas, se tiene que por la práctica de persuasión, las Farc han  reclutado a 718 menores, lo que equivale a un 47 por ciento; por engaño, 348, 23 por ciento; y de manera forzada, 461 casos, lo que representa un 30 por ciento restante.

Las Fiscalía tiene el testimonio de un  menor desvinculado del frente 32, quien relató cómo cayó por persuasión. “Ellos dijeron llamarse Fredy, Jacobo y Alfonso, pertenecían al frente 32 de las Farc, y comenzaron a conversar con nosotros, yo en ese momento estaba con mi amiga Y., de la cual no recuerdo su apellido, ellos nos dijeron que nos fuéramos para el grupo de ellos, que allá íbamos a tener buena vida, que allá la íbamos a pasar bueno y que podíamos ayudar a nuestros padres. Sic (…)”.

En este caso, los investigadores constataron que en muchas de las ocasiones, los muchachos que caían tenían motivos para irse como amenazas personales, desempleo, aburrimiento, problemas sentimentales, y por supuesto, la promesa de una vida mejor que la que tenían, entre otros.

Pero cuando esta práctica no funcionaba, entonces de acudía a donde la fuerza era el común denominador.

“…llevaba trabajando dos días, cuando el 01 de enero del año 2013, llegan a la finca once guerrilleros al mando de alias Oscar pinocho, quienes le solicitan al patrón la lista de los trabajadores y nos escogen a cinco jóvenes, dos menores conmigo y dos adultos. Luego nos amenazan que si no  nos vamos con ellos morimos. Caminamos tres días hasta llegar a un campamento guerrillero, fui reclutado por el comandante alias Oscar pinocho…”, relató un menor de 16 años de edad.

Pero también hay testimonios de menores que fueron víctimas de reclutamiento ilegal por engaño. Como le ocurrió a uno, en el municipio de Colombia, Huila. Hoy, goza de su libertad.

“…quien me recluto que  fue un chino de una vereda que se llama San Emilio que creo que es de Colombia departamento del Huila, un día me dijo que había trabajo en una finca, me dijo que necesitaban a un ordeñador para una finca (…) cuando llegamos al sitio vi que había mucha gente uniformada y con armas largas, yo de una le pregunte al muchacho que esa gente quien era y le me dijo que esos eran guerrilleros y de una pregunta que si quería irme a trabajar en la finca o que si quería entrar a las filas que me pagaban más y que aparte de eso me entregaban un arma (…) yo de una pensé en irme con ellos porque el muchacho me dijo que allí uno ganaba mucha plata y él me dijo que le podía comprar una casa a mi familia, no lo pensé dos veces y me fui con ellos (…)

¿Y después?

Una vez reclutados, de la manera que fuera, los menores eran llevados a las escuelas de entrenamiento de las Farc donde les gustara o no, son sometidos a duras y largas jornadas de adiestramiento militar e ideológico.

El documento de la Fiscalía señala que todo esto se dio en cumplimiento de la política militar establecida durante la sexta y séptima conferencia, cuando se ordenó la creación de las escuelas de entrenamiento y formación político militar. Y no solo en  territorio colombiano, sino también venezolano.

“Los menores, además de acudir a esas escuelas político militares, también son llevados a cursos especiales, entre otros, explosivistas, enfermeros, para aquellos NNA seleccionados por las Farc, dadas sus habilidades”, señala el ente investigador.

En su mayoría, los menores llevados a engrosar las filas de las Farc son de sexo masculino. Al menos así lo confirman las pruebas realizadas por la Fiscalía de un total de 1.715 casos.

Además de ellos, hay también los niños víctimas de desplazamiento forzado, asociado con reclutamiento.  “(…) Eso como al tiempo de yo haberme entregado a la Policía fueron a la casa, fueron dos hombres a la casa y les dijeron que tenían que desocupar la casa, porque el comandante había dado la orden de que se tenían que desplazar.
Mi familia inmediatamente se desplazó se fueron para el municipio de Ituango para la Alcaldía. Allá les dieron un alojamiento, mi familia se vino para Medellín y están viviendo por el barrio El Pinal. Estos hombres eran de la guerrilla. Nadie de mi familia ha retornado a Ituango, es que allá ya nadie puede volver, nosotros dejamos la casa, no sabemos que pasó con ella”, relató una de las víctimas.

Por si faltaba

Sin embargo, llevarse menores a la fuerza, engañados o persuadidos para la guerrilla, y someterlos a extenuantes jornadas de adiestramiento  no ha sido suficiente.
Si por cualquier motivo, a su comandante no le parece alguna de sus actuaciones, o son acusados de algún supuesto delito,  los menores pasan por una especie de juicios que los guerrilleros llaman consejo de guerra revolucionario.

En ese orden de ideas, se ha encontrado por parte de las autoridades, que en un 36 por ciento, se ha sometido a consejos de guerra a menores de 14 años de edad, mientras que un 77 por ciento pertenecen al grupo integrado por adolescentes mayores de 14 y menores de 18.

Otro dos por ciento, registra casos de juzgados en consejos de guerra, a mayores de 18 años de edad, y un 15 por ciento no registra.

 Los presuntos ‘delitos’ por los que los niños se arriesgan a un juicio pueden ir desde embarazos, desacato, pérdida de su arma, dormir en horario de guardia, entre otros.