La Nación
EDITORIAL

Icetex, la pesadilla

La pesadilla que padecen millares de estudiantes con el Icetex no ha terminado, como lo anunció recientemente la entidad.

El acoso judicial telefónico, las tarifas exageradas y los atropellos por parte de las casas de cobranza no han desaparecido y se mantienen como parte de la estrategia de recuperación de cartera.

Aunque la entidad estatal asumió desde el 5 de abril pasado, la gestión del cobro prejurídico, eliminando supuestamente  la intermediación de las casas de cobranza, los estudiantes de escasos recursos económicos, seguirán asumiendo los gastos administrativos, es decir, los honorarios que debían cancelar a las agencias

Según el congresista huilense Rodrigo Lara Restrepo, quien lidera este tema,  esos gastos son utilizados para financiar el Centro de Contacto que contrata directamente el Icetex, saliendo de los bolsillos de los estudiantes y no de los recursos propios de la entidad.

Además, la gestión del cobro administrativo correspondiente a los créditos en mora menores a los 90 días seguirá en manos de las casas de cobranza, que reciben, adicionalmente, el pago por parte del Icetex por los contratos vigentes, que superan los seis mil millones de pesos anuales. Lo mismo que antes. La situación de 35 mil estudiantes que no han podido cubrir los créditos oportunamente no ha mejorado. Sigue empeorando. La posibilidad de nuevas líneas de refinanciación o la condonación de intereses pueden ser alternativas.

Más que el desempeño académico, los costos económicos explican  los altos niveles de deserción universitaria en el pregrado. De cada cien estudiantes que ingresan a una institución de educación superior cerca de la mitad no logra culminar su ciclo académico y obtener la graduación. El estudiante enfrenta un cúmulo de necesidades de vivienda, insuficiencia de fondos para cubrir gastos de alimentación, que le impiden continuar. Y cuando logran culminar su carrera, en  medio de grandes esfuerzos, la imposibilidad de ingresar al mercado laboral se convierte en otra barrera. La poca experiencia laboral se interpone en el camino.

El tema no es de poca monta. En el Huila siete mil los estudiantes padecen la misma pesadilla con el Fondo ‘Jenaro Díaz Jordán’, administrados por el Icetex, creado para ayudar a estudiantes pobres. Al final terminó favoreciendo a los privilegiados y asfixiando a quienes no han podido cumplir con sus obligaciones. 
 

“Más que el desempeño académico, los costos económicos explican  los altos niveles de deserción universitaria en el pregrado”.

 
EDITORIALITO

Terminar las obras inconclusas y habilitar la deteriorada malla vial, dos grandes regalos para celebrar los 404 años de la última y definitiva fundación de Neiva. Más que serenatas, la capital opita, requiere acciones puntuales para contrarrestar la ineficiencia de los últimos gobiernos.