La Nación
COLUMNISTAS

Miedo a la paz

El conflicto armado interno que aún vive nuestro país, nos ha quitado la libertad a los colombianos. Nos ha sumido en el miedo, ha desplazado a más de seis millones de familias en su mayoría campesinas, pero también ha servido de punto de referencia, para que sobre ese gran temor y dolor, que ha causado la violencia interna, dirigentes audaces construyan un gran nicho político, que se contrapone a las posibilidades de paz con justicia social.

Cada paso que se da en la Habana entre el gobierno del Presidente Santos y las farc, para lograr acuerdos que conduzcan a poner punto final al conflicto armado interno nacional, de inmediato la extrema derecha colombiana hace hasta lo imposible para estigmatizarlo, con argumentos que tienen más de perversidad, que de razones constitucionales.

Para bien de este país y de nuestros propios vecinos, el proceso de paz que se adelanta en la isla de Fidel, transita aceleradamente hacia la firma del acuerdo final, que conducirá a la desmovilización y dejación de armas por parte de las Farc.

El discurso del “castro chavismo” está más que trasnochado. El respaldo de la comunidad internacional incluida las Naciones Unidas, la visita a Cuba del Papa Francisco y del presidente Obama, significo el respaldo al proceso de paz que se construye entre el gobierno colombiano y los alzados en armas.

Para la comunidad internacional lograr que los grupos insurgentes en Colombia se desmovilicen, es de gran prioridad, pues saben que sin guerrillas armadas copando territorios estratégicos donde se produce la mayor parte de cocaína que se consume en el mundo, su lucha contra la producción y comercialización de estos narcóticos, le será más fácil.

Para el campo colombiano que ha sido el más golpeado por la violencia en las últimas cinco décadas, se abre una gran puerta para el desarrollo agropecuario, que no ha logrado en 15 gobiernos anteriores.

Los que se nutren económica y políticamente de la confrontación interna, dejarán de recibir grandes dividendos que genera la ejecución de recursos económicos del presupuesto nacional, para la seguridad interna y a la vez su bandera del miedo a la paz, quedará tendida en el lodo.

La victoria no será del gobierno nacional ni de las Farc, será de todo el pueblo colombiano y de la comunidad internacional. Pero en especial de nuestra nueva generación, que podrá acostarse y levantarse sin miedo. miguel.rh12@hotmail.com