Pese a que hace año y medio la Alcaldía de Neiva decidió iniciar el proceso de liquidación unilateral del contrato para el mantenimiento en los escenarios deportivos de la ciudad, la suerte de dicho contrato, celebrado en la administración de Héctor Aníbal Ramírez, sigue en vilo. En el limbo obras que no han sido terminadas o que no cumplieron con los requisitos definidos en ese documento. El contratista asegura que sí cumplió con las obras.
Informe Especial
De acuerdo con los informes de interventoría, 13 de los 26 escenarios intervenidos no cumplieron con los requerimientos establecidos en el contrato.
No termina la ‘novela’ del polémico contrato firmado en la administración de Héctor Aníbal Ramírez para la construcción, adecuación, reparación y mantenimiento de escenarios deportivos y parques en la zona urbana y rural del municipio de Neiva, que tuvo un costo de 4.900 millones de pesos y se desarrolló en medio de múltiples cuestionamientos por falencias en varias de las obras realizadas.
Pese a que la actual administración inició un proceso de liquidación unilateral de dicho contrato, el 731 de 2008, cuyo contratista fue el consorcio Metroparque 2008, la suerte de éste depende de los resultados que arroje el peritaje que adelanta un ingeniero civil externo.
Incumplimiento en la calidad de los materiales, obras que estuvieron paralizadas durante meses o que fueron construidas sin cumplir con las condiciones pactadas, motivaron al interventor a no recibir las obras realizadas en 13 de los 26 escenarios deportivos intervenidos a través de dicho contrato.
Los trabajos en el polideportivo del barrio Bogotá nunca se iniciaron dentro de los plazos definidos en el contrato, mientras que en el parque Metropolitano en la comuna 10 de la ciudad hubo obras sin terminar. De acuerdo con la interventoría, el contratista sólo ejecutó el 68 por ciento de un contrato por el que finalmente se desembolsaron 3.516 de los 4.900 millones de pesos destinados para el mejoramiento de los escenarios deportivos de la capital huilense.
El caso ya está en manos de los organismos de control, que adelantan las investigaciones para determinar si hubo o no irregularidades en la etapa contractual y de ejecución del mismo.
Según la interventoría, el contratista ejecutó el 68 por ciento de la obra.
La novela
De acuerdo con el informe final de la interventoría, desarrollada por el consorcio Betania, el incumplimiento del pago de seguridad social de empleados, los retrasos injustificados en obras como las adecuaciones al pavimento de la pista atlética del estadio Guillermo Plazas Alcid, el problema no resuelto de las goteras en el coliseo cubierto Álvaro Sánchez Silva y el incumplimiento en las obras ejecutadas en 13 de los 26 escenarios deportivos contemplados en el contrato, motivaron al interventor a requerir al entonces Alcalde de la ciudad, Héctor Aníbal Ramírez, a liquidar el contrato, sancionar al contratista y hacer efectivas las pólizas de cumplimiento.
Sin embargo, y pese a las advertencias de la interventoría, sólo hasta el 7 de febrero de 2012, mediante resolución No. 6, el director del Inder Neiva declaró siniestrado el contrato de obra 731 de 2008, para tratar de hacer efectivo el pago de pólizas a favor del Municipio por amparo de cumplimiento por 495’.158.596 pesos, y buen manejo del anticipo por 233’.129.413 pesos.
Pese a los intentos de la actual administración para llevar a cabo una liquidación bilateral del contrato, la ausencia de un acuerdo motivó a la Dirección de Recreación y Deportes de la ciudad a iniciar un proceso de liquidación unilateral por incumplimiento del contratista.
“Una vez revisados los informes de interventoría, encontramos que el interventor manifiesta que varias obras no cumplen con lo establecido en el contrato 731 de 2008. Como consecuencia el Municipio intentó en primera instancia una liquidación bilateral, sin llegar a feliz término. Procedimos entonces a iniciar el proceso de liquidación unilateral, con el fin de establecer si hubo incumplimientos y perjuicios por parte del contratista”, expresó Diego Andrés Salazar, asesor jurídico del Inder Neiva.
En ese proceso de pruebas, aspectos jurídicos, revisión de actas de la interventoría, la actual administración lleva año y medio, sin que a la fecha se hayan concretado las responsabilidades del caso.
“El proceso ha sido muy engorroso, teniendo en cuenta la cantidad de obras que fue pactada; en estos momentos nos encontramos en una etapa probatoria, a la espera de que el perito que se nombró -un ingeniero civil- rinda un dictamen para determinar el alcance del incumplimiento del contrato y si es posible hacer efectivas las pólizas”, agregó el asesor jurídico de la Dirección de Recreación y Deportes de Neiva.
El Municipio entregó al consorcio Metroparque 2008, 3. 516 millones de pesos, en medio de los múltiples cuestionamientos del mismo por el incumplimiento en varias obras.
Sin acuerdos
Ante la imposibilidad de llegar a una liquidación bilateral del contrato, y los constantes reclamos de la administración municipal por el incumplimiento en las obras de acuerdo con los informes de interventoría, las partes solicitaron el peritaje de un ingeniero civil, considerada por la Alcaldía como la prueba reina para determinar el nivel de cumplimiento del contrato por el que el Municipio alcanzó a entregar 3.516 millones de pesos.
“El resultado del peritaje definirá el estado real de las obras. Necesitamos tener certeza de lo que va a pasar, si el Municipio tiene que pagar el excedente que falta por cancelarle al consorcio Metroparque, o si Metroparque incumplió con el contrato”, explicó Carlos Alberto Ramos Parrací, director del Inder Neiva.
El estudio del peritaje se viene adelantando hace seis semanas. Sin embargo, el deterioro por el paso del tiempo o el vandalismo han afectado parte de las obras que fueron construidas en el marco del contrato 731 de 2008. ¿Quién responderá por esas obras?
De acuerdo con Ramos Parrací, el resultado del peritaje será fundamental para determinar el grado de cumplimiento por parte del contratista, específicamente en las obras que no fueron recibidas por la interventoría.
“Es claro que se recibieron algunas obras, pero todo lo que no se haya recibido y que tenga afectaciones por el paso del tiempo o por vandalismo, las responsabilidades del estado de las obras se define dependiendo si hubo o no incumplimiento en las obras, y eso sólo lo va a determinar el peritaje. Si no hemos recibido la obra, partimos del principio de que sigue siendo responsabilidad del contratista”, explicó el funcionario.
Para el director del Inder Neiva, si bien hay fallas evidentes en algunas obras, las decisiones legales y el desenlace del contrato dependerá de los resultados que arroje el peritaje respecto al estado de las obras ejecutadas.
“La cubierta del coliseo sigue presentando fallas; el pasado mes de junio en instancias finales del torneo de baloncesto con Bambuqueros, hubo problemas de goteras y esa era parte de las obras que ellos debían realizar. Respecto a las adecuaciones del estadio Urdaneta Arbeláez, todavía hay unos postes que van en contra vía, y otras fallas de acuerdo con el informe de interventoría”, manifestó el funcionario.
¿Hubo permisividad?
De acuerdo con el informe final de interventoría, entregado por el consorcio Betania, pese a las reiteradas advertencias hechas en las actas mensuales a la administración de Héctor Aníbal Ramírez, la Alcaldía nunca tomó medidas necesarias para que Metroparque 2008 cumpliera a cabalidad con el contrato.
“No compartí el proceder de la administración municipal en cabeza de Héctor Aníbal Ramírez, de no multar al contratista teniendo las razones técnicas y jurídicas, ocasionando con su actuar que el consorcio Metroparque 2008 no le interesara terminar algunos arreglos a unos escenarios deportivos y muchos menos concluir con las obras contratadas”, señala uno de los apartes del informe entregado por el interventor.
Por su parte, el asesor jurídico del Inder, aseguró que a través de las acciones legales que ha emprendido la actual administración, se retornó a las arcas del municipio 1.000 millones de pesos que hacen parte de dicho contrato.
“Se manejaron anticipos como lo determinó el contrato, y desembolsos de acuerdo con el cronograma de actividades que ellos iban cumpliendo; con el cambio de administración pudimos salvar de manera preventiva alrededor de 1.000 millones de pesos, que ya fueron liberados mediante acuerdo por el Concejo Municipal y reinvertidos en otras obras”, manifestó Diego Andrés Salazar, asesor jurídico del Inder Neiva.
Mientras se espera que en mes y medio se conozcan los resultados del peritaje contratado para determinar el grado de cumplimiento de las obras, la administración municipal se enfrenta a inconvenientes como la necesidad de resolver los problemas de la pista atlética del estadio ‘Guillermo Plazas Alcid’, ya que podría representar una piedra en el zapato para el proceso de remodelación de dicho escenario deportivo.
El proceso de liquidación del polémico contrato entre el Municipio y el consorcio Metroparque sigue en vilo, a la espera de los resultados que arroje el peritaje, mientras algunas obras se siguen viendo afectadas por el vandalismo y el paso del tiempo.
Los organismos de control adelantan las investigaciones del caso, para determinar si hubo irregularidades, tanto de los ordenadores del gasto como del contratista, durante el desarrollo de dicho contrato que a la fecha tiene algunas obras sin concluir y que le costó al municipio 4.900 millones de pesos.
El futuro de la liquidación y las responsabilidades ante eventuales incumplimientos del contrato, están sujetos a los resultados que arroje el peritaje que determinará el estado de las obras.