La razón, los dueños de los títulos mineros, de donde se extrae el material de playa están especulando con los precios, al punto que una volquetada de arena de cinco metros cúbicos pasó de costar en promedio 150 mil pesos a 260 mil pesos, encareciendo la construcción.
La directora Ejecutiva de Camacol en el Huila, Ana María Gutiérrez Quintero, precisó que la problemática que afrontan los paleros y volqueteros en el norte del Departamento, ante las exigencias legales establecidas por la Agencia Nacional de Minería, ANM, para ejercer su actividad, ha elevado el valor de uno de los materiales indispensables para el desarrollo de proyectos urbanísticos.
“No solo está afectando al sector de la construcción, es una problemática social que agobia a más de 500 familias que subsisten de este oficio. Por ello, nos solidarizamos con esta población, especialmente con quienes fueron detenidos cuando trabajaban en la extracción de material de arrastre. Esperamos que pronto se resuelva esta situación”, comentó Gutiérrez Quintero.
La Directora recordó que la construcción es una de las actividades económicas que más dinamiza el desarrollo de una región, y de ella dependen el sustento de miles de familias que trabajan en los distintos obras urbanísticas que se implementan en todo el territorio huilense.