De hecho, no son las únicas tres pequeñas centrales que se contemplaba construir. Hay cerca de unas 50 previstas en el territorio departamental, de las cuales 14 ya tienen solicitud ante la Cam, según ha manifestado el ambientalista y profesor Míller Dussán.
Consultado sobre el tema, Carlos Alberto Cuéllar, director de la Cam, respondió que efectivamente “en este momento tenemos un buen número de solicitudes en trámite, dentro de los parámetros definidos para la materia: “Nos encontramos haciendo evaluaciones exhaustivas a cada una para verificar la factibilidad técnica y ambiental para el desarrollo de este tipo de proyectos”.
“Se negó el licenciamiento a la ubicada en El Socorro. Esperamos que ocurra igual a la solicitud a la de Santa María, propuesta en un sitio que se conoce como San Martín”, dijo el presidente de la Asociación Agropecuaria Multisectorial de Santa María, Agromulsam, Ricardo López.
La negativa
La Corporación no encontró viabilidad ambiental para la realización del proyecto, solicitado por la Electrificadora del Huila, luego de las visitas técnicas realizadas por el personal profesional de la Corporación y analizar rigurosamente el documento presentado, se informó en un comunicado.
A través de la Resolución Número 1478 del 20 de mayo de 2016, que se encuentra en proceso de notificación, se negó la licencia ambiental atendiendo razones como que en el Esquema de Ordenamiento Territorial del municipio de Santa María no se considera viable la ejecución, “teniendo en cuenta que la actividad industrial no está dentro de los usos permitidos en la zona donde se encuentra localizado”, informó Cuéllar.
Precisamente, encuanto al caudal solicitado del río Baché para el funcionamiento del proyecto hidroeléctrico, de 8,9 metros cúbicos, la Corporación encontró que es muy superior al máximo que puede ser objeto de concesión.
“De concederse este permiso se ocasionaría un déficit sobre la cuenca del Baché, generando graves afectaciones a la disponibilidad del recurso hídrico y a los ecosistemas acuáticos”, se explicó.
Lo planteado era que el proyecto no era un embalse, sino que la captación de agua para la generación de energía sería “a filo de agua”, sobre una parte del caudal. El área de influencia directa es de 827 hectáreas e incluye las veredas La Esperanza, Las Mercedes, Socorro y Mesitas. Los usos de estos suelos enmarcan asentamientos urbanos, producción agropecuaria y zonas de conservación y protección.
De igual forma, el solicitante no presentó el levantamiento de veda de especies florísticas denominadas Epifitas Vasculares y no Vasculares (Bromelias, Hepaticas, Liquen, Musgo) en el área de influencia del proyecto, incumpliendo con lo exigido en el artículo 21 del Decreto 2820 de 2010.
De acuerdo con la Cam, la mayoría de la información presentada fue secundaria y el trabajo de campo escaso, por lo que faltó rigurosidad en los estudios del plan de manejo ambiental propuesto, incumpliendo de esta manera con los términos de referencia que se deben aplicar para este tipo de proyectos.
Sin socialización
Además, al documento presentado le faltaba la revisión de la gestión del riesgo de desastre y atención a emergencias; no se evaluaron las amenazas naturales o antrópicas para la construcción del proyecto, siendo esta zona muy susceptible a inundaciones, sismos, erosión, entre otros. No registraba una estrategia de respuesta con normas de actuación y protocolos para el manejo de emergencias en la etapa de construcción y operación del proyecto; y no hubo suficiente divulgación pues no se involucró a las comunidades en la selección de los impactos generados.
El 12 de julio de 2015, en una gran movilización popular, más de 13 mil samarios le dijeron no a la central hidroeléctrica en el río Baché, porque, dijeron, acabaría con lo más preciado de los humanos, el recurso hídrico.
El presidente de la Asociación Agropecuaria Multisectorial de Santa María, Agromulsam, Ricardo López, celebró la decisión. Expresó que “Electrohuila nunca socializó el proyecto con la comunidad, y que lo único que generó fue desconfianza entre la comunidad que se opuso con justicia al proyecto, recibiendo la razón de la Cam”.
Hay que comentarle a la comunidad que como siempre la Cam procede a determinar la procedencia o no de la licencia ambiental en el marco de una evaluación técnica y jurídica en donde existen unos factores preponderantes como el tema del ordenamiento ambiental del territorio adoptados a nivel municipal; la existencia de caudales insuficientes para que el proyecto fuera desarrollado, pues una vez se verificó en campo encontramos que los caudales disponibles en el río se encuentran por debajo de los caudales solicitados; el levantamiento de vedas de epífitas; entre otros aspectos relevantes en el momento de la evaluación”, concluyó el Director de la Cam.
Carlos Alberto Cuéllar, director de la Cam.