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“40 taxistas me cerraron, pensé que iban a secuestrar o robar, me confundieron con Uber” 2 23 septiembre, 2024
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“40 taxistas me cerraron, pensé que iban a secuestrar o robar, me confundieron con Uber”

“40 taxistas me cerraron, pensé que iban a secuestrar o robar, me confundieron con Uber” 8 23 septiembre, 2024

Momentos de angustia, pánico, zozobra e impotencia vivió María Isabel Bermúdez, una neivana que fue víctima del grupo de ‘casería de Uber’ comandado por los taxistas de la ciudad. A esta mujer le violaron todos sus derechos, la cerraron, la retuvieron, le dijeron cosas, estuvieron a punto de dañarle su carro, todo porque la confundieron con un vehículo de Uber cuando iba con su familia. Ahora ella exige que alguien responda por estos hechos y le pide a la Administración Municipal que tome cartas en el asunto.

“El 21 de mayo de 2016 a la 1:16 de la mañana mi carro de placas HFW669 fue interceptado por un grupo de aproximadamente 40 taxis cuyos conductores. Debido al terror generado por el cerco de taxis que rodearon mi vehículo, llamé inmediatamente a la Línea de Emergencias 123 pidiendo ayuda a la Policía Nacional ante lo que pensé momentáneamente se trataba de un intento de secuestro o robo”, reveló la angustiada mujer.

Posteriormente los patrulleros del CAI ubicado en el Parque de Los Periodistas se acercaron a la escena de los hechos, debido a que el vehículo Chevrolet Sail en que se desplazaba María Isabel con sus familiares quedó retenido en la Calle 6 con Carrera 14 esquina, además por la evidente alteración del orden público y el cierre arbitrario de la vía.

“Una vez se acerca la Policía Nacional les enseño los documentos del carro que iba siendo conducido por mi novio y las identificaciones de cada uno de los pasajeros, que era mi señora madre y mi persona. Plenamente identificados y con la documentación en regla, los taxistas acusaron a mi novio de ser conductor Uber y según ellos, mi madre y yo éramos pasajeras del servicio, a pesar de los intentos de la Policía de explicar que se habían equivocado y que el bloqueó coercitivos de vehículos particulares puede ser un delito grave, siguieron sin despejar la vía ni dejar mover el automotor”, indicó María Isabel.

Para colmo de males no bastó con la explicación de la víctima para que las autoridades la protegieran y la dejaran ir, sino que posteriormente arribaron los agentes de tránsito que querían llevársele el carro de forma injusta.
 
“Lo extraño de la situación fue el tiempo casi inmediato de llegada de tránsito con su grúa, como si hubiese una alianza entre las autoridades competentes y los taxistas, lo que me parece algo grave, pues los taxistas no tienen derecho a retener un vehículo en contra de la voluntad de sus dueños sembrando terror y peor aún, amenazando a sus ocupantes, independientemente de si se trata o no de un servicio Uber, ya que esto es responsabilidad exclusiva de las autoridades locales, que se supone, deben garantizar el debido proceso para evitar los amotinamientos”, aseguró la dama afectada.

Una vez llegó tránsito al lugar de los acontecimientos, nuevamente fueron identificados tanto el conductor que era el novio, la mamá y María Isabel, además de presentar por tercera vez la documentación del carro.

“Validada la información el guarda de tránsito me devuelve los papeles e indica a los taxistas que nos pueden dejar ir, no obstante, los taxistas siguen en su comportamiento hostil e irracional y exigen que se tome al conductor una prueba de alcoholemia, a la que accedemos sin ningún tipo de inconveniente”, dijo la víctima.

Seguidamente luego de ser retenidos y amedrentados por los taxistas, sin que la Policía hubiese hecho valer los derechos de los afectados y después de más de una hora de perder el tiempo, sometiéndolos a diversos procedimientos de identificación como si se tratarán de unos delincuentes, tránsito solicita despejar la vía que fue cerrada y autorizan que el carro salga del lugar.

“Sin embargo como propietaria del vehículo me niego a irme y exigió como ciudadana que la Policía Nacional identifiqué a los taxistas que nos retuvieron pues claramente alteraron el orden público, cerraron la vía sin autorización y lo más grave retuvieron a mi familia por el tiempo que ellos quisieron en contra de nuestra voluntad, al igual que exigía también se les hiciera una prueba de alcoholemia a estos conductores, pero recibí una negativa de la Policía Nacional para proceder en contra de estos actos que a mi consideración rayan con lo vandálico y la negativa de las autoridades de tránsito de tomar igualmente pruebas de alcoholemia a los conductores de taxis”, aseveró María Isabel.

La familia afectada asegura que se le violaron todos los derechos, porque se tuvieron que marchar en medio de amenazas e improperios de los conductores de taxis y sin ningún de tipo de disculpas por parte de las autoridades competentes, que no hicieron nada contra los conductores ‘amarillos’ que claramente estaban violando la Ley.

“Por eso hago público este incidente, ya que, responsabilizó puntualmente a la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía, a la Oficina de Tránsito y Transporte, a la Policía Nacional, de cualquier vulneración a mi integridad física, de mi familia y de mis amigos que se transportan en mi carro. Así como la seguridad de mi vehículo, pues ante el atropello, las amenazas y los improperios del que fui víctima, me es evidente que las autoridades locales son responsables directos, porqué han sido ellos quienes promueven y apoyan que los taxistas hagan este tipo de enredadas que generan pánico en las personas y podría en un caso de mayores proporciones, afectar la salud de quiénes son víctimas de estas acciones coercitiva”, argumentó la dama.

Y concluyó diciendo que todo como en este país quedó en la impunidad. “Lamentablemente al finalizar este suceso no hubo ningún responsable, sólo quedo para nosotros que fuimos víctimas, el sin sabor de la clara improvisación de los entes de control o vigilancia para regular la llegada de Uber a la ciudad de Neiva”.