En el sur de la ciudad, en medio de amplios espacios verdes, zonas sociales y de juegos, un megajardín infantil y mucha ilusión, habitarán los anhelos, alegrías y sueños de 580 familias neivanas que en pocos días estrenarán su vivienda propia.
Esta importante meta que parecía casi imposible de alcanzar para estos humildes hogares, al fin se materializó con los nuevos bloques de apartamentos del conjunto residencial Bosques de San Luis, que entregó ayer personalmente el presidente de la República Juan Manuel Santos, acompañado de las autoridades departamentales y municipales.
Claudia Patricia Puentes Tamayo asistió muy puntual a acto de entrega. Alegría y ansiedad eran los sentimientos que anidaban en esta humilde neivana, madre cabeza de hogar, trabajadora de oficios varios, responsable de cinco hijos y de uno más que crece en su vientre.
“Sola he sacado a mis hijos adelante. No tengo para pagar el arriendo de una casa, así que vivo desde hace cinco años en la Biblioteca Comunitaria del barrio Pozo Azul. Allá pago $30.000 mensuales. Me avisaron que la convocatoria para las casas nuevas estaba abierta y metí los papeles en la Alcaldía de Neiva y en las oficinas de Bosques de San Luis”, aseguró doña Claudia.
“Cuando me dijeron que había salido beneficiada me sentí muy orgullosa y muy feliz, porque al fin conseguí mi casa propia y voy a sacar a mis hijos de la biblioteca, porque allá hay mucha humedad y se me están enfermando. Además, ese no es un espacio familiar sino que es para el servicio de la comunidad, huele a feo por la humedad y es muy peligroso”, expresó.
“Para mí es muy importante este apartamento. Me sentí muy feliz cuando me llegó la invitación para la entrega de la escritura, aunque tengo un poco de temor que me lo quiten porque en la cuenta de ahorro programado sólo he podido reunir $20.000”, manifestó; sin embargo, apretó fuertemente la carta en la que ratificaban la adjudicación. “Espero trastearme muy pronto”, puntualizó.
Sueño cumplido
Para Mary Yuli Angulo tener su casa propia era una necesidad impostergable. Por esa razón, antes de que se abriera la convocatoria para la adjudicación de nuevas viviendas, frecuentaba la sede de Bosques de San Luis a preguntar si estaban entregando los formularios para nuevas postulaciones.
Doña Mary vive con su hija, su esposo y su madre en el barrio Galán, en la casa paterna. “Apenas salieron los formularios reclamé el mío. Durante muchos días hice trámites y largas filas para entregar los papeles de mi casa propia. Fui una de las últimas personas que entregó la documentación. Al poco tiempo nos avisaron que los listados habían salido. Afortunadamente, mi nombre estaba entre los primeros beneficiados”, aseguró visiblemente emocionada.
“Fue un momento muy especial. No lo podía creer. Durante mucho tiempo pensé que era imposible tener la casita propia porque es algo muy costoso, pero ver mi nombre ahí y en los primeros lugares fue muy especial. Entregar los papeles para la postulación fue difícil, yo veía que devolvían a muchas personas porque les faltaba un registro o algún dato, por eso me alegró mucho alcanzar mi sueño”.
“En mi hogar hay mucha felicidad. Yo trabajo con catálogos de revistas, entonces a penas me gano cualquier premio mi hija de 6 años lo guarda para que lo estrenemos en el apartamento. Poco a poco estamos consiguiendo nuestras cositas para el día que nos lo entreguen oficialmente. Ya me la imagino corriendo por todos lados. El conjunto tiene un espacio verde muy grande, quedó muy bonito, muy espacioso, imagino a mi hija jugando muy feliz”, aseguró.
¡Alegría!
Luz Dary Ninco vive en el barrio Las Granjas, en la casa de su mamá, con sus tres hijos. Por su cuñada se enteró que las convocatorias para los apartamentos de Bosques de San Luis estaban abiertas. “Fui, averigüé, abrí la cuenta de ahorro programado y me postulé”, afirmó.
“Cuando me dijeron que me iban a dar la casa yo no lo podía creer. Yo me fui sola a averiguar y cuando me dieron la buena noticia, no sabía a quién abrazar para compartir esta dicha. No sabía si gritar o saltar, sólo agradecí al Señor. Cuando llegué a mi casa le conté a mi familia y todos nos abrazamos”, expresó.
“No conozco el apartamento por dentro, sólo lo he visto por fuera y estamos esperando conocerlo para saber cómo lo vamos a arreglar. Estos son más grandes y las zonas verdes son muy bonitas. La casa propia significa seguridad, bienestar, tranquilidad y una felicidad muy grande. ¡Es de nosotros, es propio, es para mis dos hijos y mi nietecito! ¡Es una alegría indescriptible! ¡Vamos a estrenar casa!
¡Es increíble!
Susana Losada vive en la casa de sus padres con sus hermanos, sobrinos y sus tres hijos. Es madre cabeza de hogar y trabaja como empleada doméstica. Hace dos años empezó a hacer los papeles para la adjudicación de su vivienda, con el apoyo de una amiga que asiste a una Iglesia Cristiana.
“Allá estaban asesorando a las personas pobres para que hicieran los trámites. Yo siempre tuve el sueño de tener mi casa propia, así que me fui para allá y afortunadamente me ayudaron a llenar los formularios y a reunir los papeles. A los meses nos informaron que habíamos salido favorecidos, pero yo todavía no lo creo. Hasta que no tenga las llaves en mis manos no lo voy a creer, aunque ya me entregaron la carta formal de la asignación”, dijo entre risas.
“Para mí es muy importante este apartamento porque ahora estamos viviendo en hacinamiento, no tenemos espacio para nada y ahora cada uno de mis hijos va a tener su propia habitación. Es como un milagro. Vamos a organizar nuestras cosas y nos vamos a sentir como una familia de verdad. Mis hijos están muy felices. Aún no me alcanzo a imaginar el día que nos trasteemos con las pocas cosas que tenemos. Siento mucha emoción”, manifestó.
¡Una bendición!
Nidia Silvia Cuéllar trabaja todos los días desde las 5:00 a.m. hasta las 9:00 p.m. en una empresa de pescados. Es madre cabeza de hogar de una niña de 12 años y un joven de 16 años. Para ella, sus hijos son lo más importante y la casa propia representa la seguridad y protección que siempre les quiso brindar. “Gracias a Dios y al Presidente de la República vamos a tener nuestra casa propia. Estamos muy felices, es algo que nunca creí que iba a conseguir”, dijo doña Nidia.
“Yo hace dos años fui a las oficinas de Bosques de San Luis y entregué los papeles para mi casa. Poco tiempo después llegó una carta a mi casa informándome que había sido beneficiada. Me puse muy contenta porque hace muchos años pagó arriendo, ahora estoy pagando $260.000 mensuales por un espacio muy pequeño”, expresó.
¡Casa propia y dotada!
Héctor Muñoz es maestro de construcción, vive con su esposa y sus cuatro hijos en una casa en arriendo en el barrio Palmas II. Hace unos meses don Héctor no puede trabajar porque tiene graves problemas de salud, pero su sueño desde hace mucho tiempo era ofrecerle a su familia un techo propio. No sólo lo cumplió, además su casa estará totalmente dotada. El mismo presidente de la República Juan Manuel Santos le dio la buena noticia.
“Para conseguir la casa yo mismo entregué los papeles y estuve detrás de este proceso. Me siento muy contento porque Dios me ayudó para que el Presidente nos entregará la casa amoblada. Tengo que hacer algunos trámites sencillos y ya nos podemos pasar. ¡Estoy muy feliz!
LA NACIÓN, Oye a la gente
Gloria Patricia Ortiz: “Mi apartamento es el 203 de la Torre Seis. Aún no me han entregado las llaves pero estoy muy contenta, porque al fin se hizo realidad el sueño de tener mi casa propia. Yo trabajo en oficios varios y pagó mensualmente $150.000 por el arriendo de una pieza en el barrio Buenos Aires donde vivo con mi hija. El día en que me llamaron para anunciarme que iba a tener mi casa propia fue una felicidad muy grande.
Iveth Losada: “Los líderes del Movimiento Mira me ayudaron a hacer los trámites para postularme. El día que me dijeron que era beneficiada me puse muy contenta porque al fin tenía algo propio. Yo soy madre cabeza de hogar, tengo una hija, trabajo y vivo en la casa de mis padres con los hijos de mis hermanos. Yo quería tener nuestra casa propia para mi hija y para mí. Quiero ofrecerle un mejor futuro y dejarle algo a ella. Poco a poco vamos a comprar nuestras cosas. Estamos muy felices por eso, muy contentas”.