Para nadie es un secreto el hecho de que por estos días prácticamente la única forma de tener la oportunidad de ingresar a trabajar es por una recomendación política.
Alcaldías y demás, buscan dar acomodo y cumplimiento a los favores recibidos en campaña; unos, como forma expresa de agradecimiento a quienes estuvieron en las buenas y en las malas; y otros, un poco menos recurrentes, por eminentes compromisos previamente constituidos.
El fin de esta columna no es criticar esa circunstancia. No soy hipócrita. Solo busco,
A pesar de que muchos ya hayamos podido alcanzar una meta, otros por el contrario siguen a la expectativa de
Sé que hay cientos de personas que hoy tienen sus esperanzas puestas en un político
Supongan que, por ejemplo, un concejal de Neiva haya obtenido 1.200 o 1.500 votos ¿Creen ustedes que ese concejal podrá ayudar a emplearse siquiera a la mitad de esas personas? ¡Es absurdo! El voto hoy, en su mayoría, no se da por la férrea convicción de un programa o de un ideal, sino con la esperanza de que al ganar, ese político pueda ayudarle en algo a alguien. Y ante esa realidad, quienes obtengan esa
Siempre se mantendrá vigente esta división. Las cuotas políticas se seguirán imponiendo mientras no se piense en la manera de cambiar la concepción de la gente, enfocándola hacia una dimensión distinta del concepto de política y
Hoy la conclusión es que hemos sido privilegiados los que tuvimos la fortuna de alcanzar una