La defensa y promoción de los derechos humanos; la profundización de la descentralización, la participación ciudadana, la seguridad y la convivencia; y la construcción de un país de regiones han sido los retos del Ministerio del Interior en los tres años de gobierno del Presidente Juan Manuel Santos.
El balance es altamente satisfactorio. El salto cualitativo en la agenda legislativa no tienen antecedentes. La calidad y no la cantidad ha sido la consigna de esta administración.
La Ley de Víctimas y Tierras ha transformado la vida de 5.5 millones de víctimas de la violencia. Avanzamos en la descentralización con la Ley de Ordenamiento Territorial, las Leyes de Régimen Municipal, Distritos y Áreas Metropolitanas. Estamos ad portas, asimismo, de la definición de un nuevo Régimen Departamental. Los Estatuto de Anticorrupción, Sostenibilidad Fiscal y Reforma Tributaria, aprobados el año pasado, son destacados logros.
Son hoy realidad, además, la Ley de Regalías y la Ley de Ordenamiento Territorial. Gobernadores y Alcaldes son aliados en la consolidación de ese mandato constitucional.
En materia de justicia se resaltan las facultades extraordinarias para la modernización de la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la Nación, de cara a los desafíos del posconflicto.
Derechos Humanos
La defensa de los derechos de las minorías y la interlocución permanente con sus organizaciones, así como el estricto cumplimiento a los Autos de la Corte Constitucional para la protección de esta población, son avances en ese campo.
El pasado de olvido y violencia está quedando atrás. Así lo demuestra la decisión de los organismos internacionales de derechos humanos de sacar a Colombia de sus listas negras de violadores. Con la Mesa de Garantías, avanzamos en la protección y superación de la estigmatización de los defensores. Hoy más de 7.500 de ellos, además de lideres de oposición, reciben la atención de la Unidad Nacional de Protección.
Seguridad y Descentralización
En este campo el Ministerio del Interior ha fortalecido su acción y ha invertido más de 450 mil millones de pesos en infraestructura, equipos y capacitación en departamentos y municipios.
Frente a la protesta social nuestro mensaje ha sido claro: diálogo con los campesinos, cafeteros, mineros; represión a los actores armados. Este gobierno no se dejará intimidar por los violentos. Es amplia nuestra oferta social, así como la capacidad de respuesta inmediata a las demandas de las comunidades. Se puede protestar, pero respetando la institucionalidad.
Hay que subrayar que no hemos cedido a las pretensiones de la ultraderecha, ni a las tentaciones de la izquierda. Somos un gobierno que sigue firme en su compromiso con una agenda social sin antecedentes, comprometido con el respeto de los derechos humanos y convencido de la solución negociada de los conflictos.
Los avances en consulta previa y la profundización de la participación ciudadana permiten avizorar una mejor democracia para todos.
En conclusión, hoy tenemos una democracia más fuerte y un gobierno más conectado con las regiones. Falta mucho por hacer, pero aún tenemos un año para seguir avanzando. Estamos listos para asumir el posconflicto.
*Ministro del Interior