La minería debe contribuir a la solución del conflicto y no promover la violencia. La estrategia del Presidente Juan Manuel Santos de impulsar la locomotora minero-energética ha provocado un verdadero boom de esta actividad en el país, grandes multinacionales importan minerales o invierten en su extracción. Sin embargo, estas pueden ser buenas noticias no solo para el Gobierno Nacional, sino también para muchos actores armados ilegales que han aumentado sus ingresos a través de las actividades mineras y petroleras criminales, como lo documentó el último informe del Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITpax), sobre actores armados ilegales y sector extractivo en Colombia.
Veamos un ejemplo: la compañía estadounidense Global Tungsten&Powders Corp.-GTP, es una de las empresas que ha importado minerales como el tungsteno de Colombia. Sin embargo, recientemente GTP obtuvo información relacionada con que este mineral puede estar siendo extraído ilegalmente a través de grupos armados que ejercen influencia sobre los sitios de extracción de tungsteno y sobre las rutas de transporte. Esta información impulsó a la empresa a suspender todas las importaciones de tungsteno de Colombia, y adelantar una evaluación independiente sobre la extracción de ese mineral en el departamento de Guainía.
Desde hace varios años se ha analizado la relación entre la existencia y duración de conflictos armados con la presencia y explotación de recursos naturales, pero también se escuchan corrientes alternativas que han descrito el potencial papel de la empresa privada en la construcción de la paz. En línea con estas últimas, es fundamental contar con el compromiso del sector privado para que sus operaciones empresariales no solo se mantengan libres de cualquier forma de financiación del conflicto en Colombia, sino también para que asuman lo que se ha llamado una perspectiva de “sensibilidad al conflicto”. Hoy, mencionamos el caso de Global Tungsten&Powders que con firmeza decide tomar medidas para garantizar que sus actividades de aprovisionamiento no apoyen inconscientemente grupos armados; mañana, esperamos el mismo código de conducta en las demás empresas del país.