Miles de maestros bloquearon este viernes durante más de nueve horas los accesos viales al aeropuerto internacional de la Ciudad de México, cuyas operaciones no se vieron afectadas, como parte de una campaña de grandes protestas en la capital contra una reforma educativa.
Los docentes llegaron a bloquear por completo las entradas por carretera al aeropuerto pero después se instalaron en la principal vía de acceso, hasta que en la noche decidieron retirarse al campamento que han instalado en la central plaza del Zócalo de la capital.
La policía federal también instaló controles en los alrededores del aeropuerto en los que sólo dejaba acceder a personas que portaran un pase de abordar y llegaran en taxi u otro transporte público, dijo a la AFP una fuente aeroportuaria. También se mantuvieron abiertas tres estaciones de metro cercanas.
"Las operaciones aéreas nunca se vieron afectadas por esta situación", recalcó la fuente.
El promedio de usuarios del aeropuerto en un viernes es de unos 100.000 y, aunque las aerolíneas aún no facilitan los datos de afectados, este funcionario estimó que podrían rondar el 10%.
Algunas aerolíneas ofrecieron cambios gratuitos de boletos para otras fechas ante la gran cantidad de personas que no pudo llegar a tiempo a su vuelo, señaló.
La secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México reforzó las medidas de seguridad con 1.700 agentes para impedir que las dos terminales del aeropuerto fueran tomadas por los maestros, y calculó que entre 4.000 y 5.000 docentes participaron en la protesta.
Decenas de miles de maestros pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, una corriente disidente del Sindicato Nacional, han llegado esta semana a la capital desde muchos puntos del país para intensificar sus protestas contra la aplicación de una reforma educativa, aprobada en diciembre por consenso de los tres principales partidos.
En declaraciones a la televisora Milenio, Rubén Núñez, dirigente sindical del estado de Oaxaca (sur), explicó que los maestros se retiraron de las cercanías del aeropuerto a raíz de una negociación con la Secretaría de Gobernación, que se habría comprometido a revisar a partir del lunes los planteamientos de los docentes.
Los maestros tratan de evitar que se convierta en ley la reforma constitucional educativa, que contempla la evaluación de los docentes de forma periódica y puede condicionar a esos resultados su permanencia en el cargo y ascensos, así como incrementos salariales.
Para evitar esa reglamentación, han sitiado desde el miércoles las sedes de la Cámara de Diputados y del Senado, obligando a los congresistas a instalarse y sesionar en un centro de convenciones.
Núñez avanzó que el plantón en la plaza del Zócalo seguirá hasta comprobar el avance de los diálogos del lunes.
Congresistas opositores y medios han criticado a las autoridades de la capital mexicana por no intervenir con más contundencia ante las protestas magisteriales, a lo cual el alcalde Miguel Ángel Mancera ha respondido que su gobierno respeta el "derecho a la libre manifestación" y tiene como prioridad evitar "a toda costa" una confrontación violenta.
Mientras tanto, en el sur del país más de 70.000 trabajadores de la educación están en paro y más de un millón de niños no empezaron el curso escolar el lunes.