Ubicado a pocos metros de la entrada al casco urbano de Garzón, se encuentra ‘Santiago Palacio’. Se trata del lugar donde fue reubicado uno de los grupos de personas que resultaron afectadas por la construcción de la represa El Quimbo, en veredas como áreas como El Balseadero.
‘Santiago Palacio’ resultó de unir dos grandes fincas compradas por Emgesa para cumplir con algunos de los acuerdos con los habitantes de la zona, dentro del proceso de compensación por haber tenido que salir de sus sitios de origen.
Pero como este, hay cuatro lugares más, ubicados en sitos señalados por los mismos que fueron compensados, bajo sus propias condiciones y ubicación.
¿Cómo es?
En caso de ‘Santiago Palacio’, hay allí 15 familias a quienes les entregaron casa y además un predio de cinco hectáreas a cada una. Y nueve más con solo terrenos de cinco hectáreas, con las que anteriormente no contaban. Ellas vivían anteriormente en la vereda Balseadero.
Estas personas tuvieron la opción de recibir, o dinero por la compra de sus predios, o reubicación, y finalmente optaron por la segunda.
Así las cosas, cada familia pudo acceder a una vivienda de 100 metros cuadrados, construida en su totalidad, en un terreno de 500 metros cuadrados. A su vez, las viviendas constan de cuatro habitaciones, sala comedor, un baño y cocina.
Inicialmente, fueron diseñados seis modelos entre profesionales de Emgesa y la comunidad que luego fueron escogidos por ella.
El reasentamiento además cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales, un centro de acopio y una escuela modernamente dotada con computadores, donados a través de la Fundación Endesa, y salones con sus respectivos escritorios y sillas.
Esta es una de las calles del reasentamiento donde hoy viven 15 familias.
Ahora mismo, hay inscritos 14 alumnos, quienes además cuentan con servicio de restaurante escolar, con manipuladora de alimentos.
La elección
Pero antes de todo, se adelantó un proceso en el que se reconocía la compensación y a continuación se le enviaba las opciones para que los directamente implicados las fueran analizando, como los planos, y los diseños en tercera dimensión.
La mayoría se inclinó por las viviendas de tipo uno, todo integrado, es decir, todo dentro de la vivienda, incluidos los baños.
También los predios fueron escogidos por los reasentados, cuya condición principal radicó en que fueran altamente productivos, como en efecto lo son.
Sin embargo, muchos de ellos querían solo que les dieran la plata para irse a otros lugares, lejos de la zona.
El traslado
Pero quienes se quedaron recibieron acompañamiento y seguimiento sicológico para poder establecer con quién querían vivir o tener de vecino. Eso ayudó a que muchos decidieran pedir reubicación distinta, lejos de la gente que conocía hacía tantos años.
Adicionalmente, se conformó un comité de reasentamiento con apoyo de Emgesa, las respectivas alcaldías, personerías y organismos de control que corroborara que en efecto esas decisiones tomadas por los afectados, eran por voluntad propia.
Una vez cumplidas estas condiciones, se dio paso al plan de traslado de las familias así como a un proceso de desarraigo de los lugares donde anteriormente vivían. Y seguidamente otro de arraigo del lugar que ahora sería su hogar.
En concertación con ellas, las familias y cada uno de sus miembros, se realizó un inventario de lo que cada una de ellas tenía. Ahora, son propietarios de sus predios pero aun así cuentan con acompañamiento.
Este es el modelo de vivienda que fue escogido por los benefi ciarios.
Con todo y eso, Emgesa reconoce que es cierto que todavía hacen falta 2.700 hectáreas para la construcción de los distritos de riego, pero lo que ocurre es que Incoder no las ha comprado.
Sin contar con que tampoco se han construido las 200 viviendas de interés social acordadas para población vulnerable. Para lo cual Emgesa aporta $600 millones ya ubicados, pero igual, falta los recursos por parte de la Gobernación, que serían otros $600 millones para luego buscar cofinanciación con el gobierno nacional, según Emgesa.
Por lo pronto, la empresa le paga a cada familia el equivalente a dos salarios mínimos mensuales vigentes, mientras se construyen los distritos de riego.
Uno de los reasentados ‘Santiago Palacio’ es Marcelino Vargas, padre de tres hijos, uno de ellos discapacitado. Dice estar feliz con su casa y las cinco hectáreas de tierra a las que tuvo acceso. Antes, cultivaba cacao en El Balseadero. Hoy cultiva en sus tierras, maíz, limón, piña, yuca y plátano.
Aquí funcionará el centro de acopio del reasentamiento ‘Santiago Palacio’.
Vargas lleva casi un año en el lugar. “Me siento feliz, bendito sea Dios, y este es el retiro que tiene mi familia, estoy contento tratando de realizarme porque todos los días son retos como hoy que necesitábamos agua, fumigar el maíz que tengo sembrado en tres hectáreas”, cuenta entusiasmado.
Además, tiene 26.000 matas de piña, sin contar con el terreno que ya tiene listo para sembrar más maíz y limón. “Es que tengo que aprovechar lo máximo del terreno, tal y como nos enseñaron que se podía hacer”.
<br /> </p> <p style="text-align: center;"> <img class=" size-full wp-image-188164" alt="" src="http://wp.lanacion.com.co/wp-content/uploads/2015/11/images_2015_11_29_Vianey.JPG" width="640" height="480" /><span style="text-align: justify; line-height: 1.6;"> </span></p> <p style="text-align: justify;"> <br /> Vianey Fernández Calderón también viene de la vereda El Balseadero. Allí, vivía en un rancho de una sola habitación, junto con su esposa y cinco hijos.<br /> Ahora, vive en su casa de cuatro cuartos en los que cuentan con un amplio espacio para compartir. Además, es propietario de cinco hectáreas de tierra que todavía no ha sembrado.<br /> <br /> Sin embargo, asegura que pronto cultivará cacao, maíz y limón, con acompañamiento y apoyo de Emgesa. Más delante, afirma… que también tendrá animales en su terreno, pues como es apenas obvio, no los podría tener en su vivienda.<br /> “Esta es una buena casa, gracias a Dios, porque para lo que yo tenía allá, imagínese. Pero ahora los siete estamos muy bien acá”, señala Fernández Calder<br /> </p> <p style="text-align: center;"> <img class=" size-full wp-image-188165" alt="" src="http://wp.lanacion.com.co/wp-content/uploads/2015/11/images_2015_11_29_IMG_2542.JPG" width="640" height="480" /><br /> <strong>Esta es una parte de la moderna escuela para los niños del lugar.</strong><br /> <br /> <br /> <img class=" size-full wp-image-188166" alt="" src="http://wp.lanacion.com.co/wp-content/uploads/2015/11/images_2015_11_29_IMG_2520.JPG" width="640" height="480" /><br /> <strong>Algunos ya comenzaron a sembrar maíz, piña, y limón y pronto otros harán lo mismo.<span style="text-align: justify; line-height: 1.6;"> </span></strong></p> <p style="text-align: justify;"> <br />