El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, subió el tono en sus reiteradas denuncias contra Estados Unidos y la oposición, llegando al punto de afirmar que los supuestos planes de asesinarlo están vinculados a un ataque a Siria.
"El plan era eliminarme a mí en simultáneo al ataque contra Siria", aseguró el mandatario venezolano, en un encendido discurso en un acto público en el estado Táchira, fronterizo con Colombia.
Acompañado del alto mando militar, Maduro atribuyó el supuesto complot a Washington, en alianza con la "derecha" venezolana e "internacional", para detener el avance de la revolución heredada del líder Hugo Chávez, fallecido en marzo pasado de cáncer.
"Es una ofensiva imperial camaradas (…) contra los países independientes que hemos levantado las banderas de un mundo multipolar", manifestó Maduro, al agregar que el plan era "cazarnos a uno por uno: Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Venezuela, Cuba, Nicaragua".
Líderes políticos de la oposición han minimizado, con sarcasmo, los anunciados planes de conspiración, en tanto que analistas críticos al gobierno lo enmarcan en el caldeado clima político, sobre todo de cara a los comicios municipales de diciembre.
"No hay nada más unificador (internamente) que la amenaza de un enemigo común poderoso que busca atacarte, sea verdad o no", sentenció el analista Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis.
Para el politólogo Ángel Álvarez, de la Universidad Central de Venezuela (UCV), la denuncia es una "una cosa tan rocambolesca que no merece análisis político serio", dijo a la AFP.