Esta columna está sintetizada al máximo, de modo que la explosión de opiniones que surgen con motivo de las elecciones no canse la vista del lector:
El 25 de octubre de 2015, será recordado en el Departamento del Huila como el día en que sus habitantes, tomaron la herramienta más poderosa conocida por el ciudadano y depositándola en una urna, desarmaron las tenebrosas maquinarias que querían tomarse el poder para enviar un mensaje claro “ el pueblo no manda ,nosotros tenemos el control”.
Pero como nadie manda en la conciencia de nadie, y hasta el momento ningún político se ha inventado un método infalible a prueba de “vivos” que evite que el dinero que le doy a alguien para votar por “X” termine convirtiéndose en un voto por “Y”, hoy la voluntad popular rugió para ahuyentar cualquier intento de sabotaje al sistema democrático que pese a todos su errores y lentitud no tiene reemplazo conocido.
Hoy Neiva nos ha dado una lección inmensa, se ha graduado con honores y hoy puede ostentar el título de “ciudad voto de opinión” porque eso fue lo que sucedió. ¿El resultado?, el triunfo arrasador de quien más, Rodrigo Lara Sánchez.
Existía en la ciudad una tensa calma desde por la mañana, la gente salía pensativa a votar, con alegría pero también con un grado de responsabilidad enorme, como si lo que se fuera llevar a cabo ese día tuviera un impacto directo en sus vidas, y no estaban para nada equivocados.
Que el médico ganara era para muchos (incluyéndome) más que una opción, una imperativo categórico; quien fuera su contendor hace menos de 48 horas se creía el virtual ganador. Pero el problema no radica en sentirse o no ganador sino en su retrograda forma de hacer política, apelando al argumento del pobre contra el rico, crenado una polarización en la sociedad al mejor estilo de los regímenes comunistas. Pero esto era tan sólo la punta de un iceberg con un fondo particularmente solido ¿Sería por tanto cemento repartido? Programáticamente, ¿Existió en la campaña de Gorky muñoz un mensaje diferente al de las casas por las casas y para las casas que fuera medianamente creíble y no un producto de la improvisación? Tal vez nunca lo sepamos y es mejor que así quede. Mientras Gorky celebraba su cierre de campaña con cinco orquestas, Lara Caminaba por las calles, lo hizo de norte a sur y de oriente a occidente, el que pareciera ser un novato en la política terminó siendo Gorky y no el médico.
Pero como dirían las abuelas, no es cuestión de que le caigamos al caído, hasta hace pocas horas una fila de taxistas estaban esperando el pago de su día de trabajo frente a una sede de Gorky ubicada en el altico completamente cerrada. Amanecerá y veremos.
Neiva hoy brilla con luz propia, con una ciudadanía que hala para el mismo lado y no se entabla en discusiones clasistas sabiendo que en la realidad, todos necesitamos de todos.
Pero el Huila no se queda atrás, y hoy le propinó un duro golpe de autoridad y auto determinación a la coalición Gechem-Villalba-Toño Gómez, quienes tenían todas sus esperanzas en un candidato que en palabras claras no dio la talla. Sin opacar la gran victoria con olor a gesta alcanzada por Carlos Julio González Villa, Carlos Ramiro Chávarro no estaba a la altura de quienes esperaban más de él.
¿Razones de la derrota? Tal vez hayan mil pero para resaltar, las siguientes: 1)Pésimamente asesorado en materia política, perdió la oportunidad de presentar su propuesta de gobierno al Huila, Un Huila con un cada vez más nutrido voto de opinión al no haber asistido a más del 80 % de debates públicos debidamente cubiertos por los medios de comunicación. A alguien se le ocurrió que era mejor que asistiera a reuniones debidamente concertadas y con un público a su favor que le aplaudiera constantemente. 2) Una campaña lejos de tener sello propio, manejada muy seguramente por sus “jefecitos” con gerente de campaña, ajena. 3) Demostrando la incoherencia de sus propuestas al sugerir la continuación del quimbo cuando era senador pero promoviendo el respeto por la naturaleza. 4) Ojo a esto, si se han de hacer coaliciones, que sean con partidos afines, nunca con mi rival y némesis natural para desagrado de muchos votantes que consideran este tipo de uniones entre liberales y conservadores, como una afrenta.
¿Otra razón? Por supuesto que su contendor el incansable Carlos Julio que aun siendo mayor que Carlos Ramiro, demostró un ímpetu y energía para sacar adelante un proyecto que el mismo ideó, de allí que la coherencia de su discurso pegara en los electores. Sin maquinarias, nunca a la sombra de la popularidad de su hermana supo capitalizar eso sí, el aprecio que muchos guardan por la ex gobernadora logrando una victoria tan arrasadora que no le dio la oportunidad a Chávarro al menos de ganar en Garzón.
En la canasta de derrotados además de Carlos Ramiro, Gechem, Toño y Villalba podríamos incluir también al Centro Democrático con una sola alcaldía, y hasta el momento ni siquiera un Diputado. Esperanza Andrade, con una votación bastante pobre y el partido conservador sin corazón ni ánimos al parecer.
Los grandes triunfadores, Cambio Radical y el Partido Alianza Verde.
Al final, no importa realmente quien haya perdido o ganado en estos comicios sino el mensaje para futuras generaciones de una tierra que ni se vende ni se compra, que odia las mangualas y que se siente soberana, como debe ser.