Dos de las ferias más importantes de Latinoamérica se concentraron durante este fin de semana en Bogotá: Barcú (Feria Internacional del Arte y la Cultura) y Artbo (Feria Internacional del Arte de Bogotá), un encuentro por excelencia para el mercado del arte.
La Candelaria, tradicional sector de la capital del país, y Corferías, son los epicentros de estos espectáculos donde se observan galerías nacionales e internacionales cuidadosamente seleccionadas y donde se desarrolla un programa cultural y académico variado buscando sensibilizar a los colombianos y facilitar su acceso al arte.
Aunque en Barcú hay gran cantidad de expositores, entre ellos, Raúl Marroquín, Patricia Ariza, además de obras de Édgar Negret, Fernando Botero, Luis Caballero, entre otros, sorprendieron las esculturas de Federico Uribe Botero, artista colombiano que convierte los objetos cotidianos en esculturas utilizando tornillos, armamento, libros, lápices – lo que más le apetece- con los que ha logrado unir hasta 100 mil en una sola figura.
Desde Estados Unidos, Uribe envío uno de sus mejores trabajos: ‘A Bala’. Y según le dijeron a LA NACIÓN sus asesores, solo lo expondrá en esta feria colombiana porque este país avanza en busca de conseguir la paz.
Ideó cuadros con árboles elaborados por balas de fúsil, de AK 47 y otro tipo de armamento. “Allí es donde deben terminar las balas, en arte…”, expresó uno de sus asesores, quien pidió omitir su nombre. Figuras de perros, conejos y hasta tortugas con cascos militares, hacen parte de la exposición admirada por colombianos y extranjeros.
LA NACIÓN estuvo presente y publica a los lectores algunas de las piezas artísticas más destacadas.
