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Centinelas de la eternidad

Gabriel Calderón Molina continúa su juicioso trabajo de nutrir la historia del Departamento del Huila con su nuevo libro Ramiro Adolfo Muñoz Gabriel Calderón Molina continúa su juicioso trabajo de nutrir la historia del Departamento del Huila con su nuevo libro  “El centenario del descubrimiento científico de la Cultura Agustiniana”, resaltando los grandes valores que encierra el sur del Huila en San Agustín e Isnos, a través del legado histórico de los escultores que hace miles de años dejaron sembradas sus huellas esculpiendo la piedra. Es su escrito también una crítica constructiva a tantas administraciones municipales, departamentales y nacionales, que van pasando y no le dan mayor interés a la historia pre-hispánica, olvidando que tenemos unas joyas culturales imponderables si se compara con otras evidencias de pueblos antiguos. De acuerdo a la obra literaria, sise hace un parangón con Machu Picchu se pueden evidenciar notables diferencias que hacen aún más valioso al Departamento del Huila; por ejemplo, según los estudios, la ciudad Inca fue construida aproximadamente en el año 1.450 después de Cristo, hace apenas unos 560 años, mientras que las primeras evidencias dela cultura Agustiniana datan de hace 5.300 años. Lo que pasa es que hemos caído en la asignación del ostracismo a la cultura por parte de los dirigentes, quienes ignoran la importancia que tiene estos elementos para la identidad, para el conocimiento, para la ciencia, para la conservación arquitectónica, para el turismo y hasta para la generación de empleo. En diciembre de 1913, estuvo por estas tierras el investigador alemán Konrad Theodor Preuss, explorando y excavando la estatuaria en San Agustín y aunque se llevó varias piezas arqueológicas (en ese tiempo no había mayor legislación al respecto), que con el tiempo se les ha perdido el rastro, sirvieron sus trabajos para darle a conocer al mundo la existencia de la cultura Agustiniana con su libro “Arte monumental prehistórico”. Quizás la celebración de estos cien años, en diciembre de 2013, sirva para hacer un llamado a que se planee de una manera más relevante el apoyo que requieren las zonas arqueológicas de nuestra región.  Innumerables hallazgos se han hecho en casi todos los municipios de restos arqueológicos que son subvalorados, precisamente porque no se cuentan con el apoyo a través de instancias culturales. En buena hora Calderón Molina resalta también en su obra expresiones como la que dio Agustín Codazzi, geógrafo italiano que también estuvo en San Agustín, y se refirió a las estatuas como “Centinelas de la eternidad”.   Centinelas, testigos mudos, que no entenderán al hombre actual.