El desarrollo desproporcionado, la llegada de grandes centros comerciales y el desorden en el tránsito, hacen de Pitalito un lugar en constante transformación. El sociólogo Felipe Narváez hace un análisis de la metamorfosis que ha vivido Pitalito en los últimos años. El desarrollo desproporcionado, la llegada de grandes centros comerciales y el desorden en el tránsito, hacen de Pitalito un lugar en constante transformación. El sociólogo Felipe Narváez hace un análisis de la metamorfosis que ha vivido Pitalito en los últimos años. LA NACIÓN, PITALITO La transición de pueblo a ciudad, metamorfosis por la cual está pasando el municipio de Pitalito, la llegada de los grandes hipermercados y marcas comerciales, las recomendaciones para brindar una solución a problemáticas de movilidad y el caos que en materia de espacio público se registra en el centro del sector urbano, fueron objeto de consulta de LA NACIÓN en diálogo con el sociólogo Felipe Narváez, quien analizó el momento por el que está pasando Pitalito. ¿Qué ha pasado con el paisaje urbano de Pitalito en los últimos 30 años? Ha existido un crecimiento desmesurado del suelo urbano y la erosión de un modelo de pueblo compacto, construido alrededor de un centro consolidado como eje simbólico en lo cultural, económico y político. Pitalito es una ciudad actualmente dispersa donde priman los intereses privados sobre los públicos. ¿Entonces cuál es el modelo de ciudad que hemos construido? Nos hemos acercado al estilo de ciudad norteamericana, con espacios fragmentados y segregados, por un lado la zona educativa, un nuevo centro comercial, el mercado central, un solo sitio donde se prestan los servicios del gobierno municipal, un sector de recreo, y todo lo anterior incorporado al uso del automóvil particular y la motocicleta. Ya tenemos congestión vehicular, contaminación y un alto nivel de accidentalidad. ¿Cuál sería la solución para su crecimiento explosivo e insostenible? Creo que actualmente Bogotá nos da algunas pistas para sacar a Pitalito adelante: uno, incorporar la gestión del agua como eje fundamental; dos, que el modelo de desarrollo urbano incluya el concepto de lo compacto y denso. El crecimiento vertical y la construcción de vivienda social que incluya amplios sectores marginados de este bien en los actuales terrenos de engorde, esto evitaría la agresión permanente sobre la frontera agrícola y de los humedales del Valle de Laboyos. Tres, la ampliación de los espacios de uso público como son parques recreativos y deportivos, plazas de mercado satelitales, colegios y guarderías en cada comuna. Y por último, el rescate de creación y rehabilitación de andenes y ciclovías, implementando transportes más sanos y respetuosos con el medio ambiente. Anotando que en este tipo de políticas de reparación del espacio público, se tiene que respetar al sector informal y reubicarlo en lo laboral. ¿Qué piensa de la propuesta del Alcalde de vender algunos bienes del Municipio, como la Villa Olímpica para hacerla en otra parte? Los recursos públicos como los bienes públicos son sagrados. Pitalito debería tener no una villa, sino tres villas olímpicas, en cada comuna como lo hemos tratado de explicar antes. Tenemos que hacer que el ciudadano laboyano esté lo más cercano de los servicios esenciales que él necesita en su día a día. En conclusión, Pitalito no tiene parques recreativos ni centros deportivos en buenas condiciones, los que existen son privados, hay que pagar, es una lástima. Y lo poco o nada que tenemos lo quieren vender. Por Dios, esta villa a pesar de su estado lamentable, tiene un uso intensivo por parte de la comunidad del sector Cálamo, como de los estudiantes del Colegio Departamental, por lo tanto me opongo de modo rotundo y estaré en la lucha para que esta propuesta política no se haga realidad. Pitalito viene creciendo a un ritmo desmesurado en los últimos años. Felipe Narváez, sociólogo.