Una vocera de Derechos Humanos de las reclusas, que pidió omitir su nombre, en una carta enviada a medios de comunicación indicó que el pabellón está construido para máximo 26 o 30 personas, pero en la actualidad hay 70, y se espera esta semana la llegada de por lo menos 20 más procedentes de Florencia y Neiva.
Al hacinamiento se suman los problemas médicos por las EPS, que no atienden a tiempo al personal.
“Las internas no cuentan con servicio médico, Caprecom no atiende citas médicas y hay pacientes delicados, pendientes de cirugías y por lo menos seis casos siquiátricos que no reciben ningún tipo de asesoría o atención. Algunas mujeres llevan varios días con dolores, no hay quién les preste atención y aquí lo único que le podemos brindar es agua”, dice la carta, donde también le hacen un especial llamado a la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo y a la Personería de Garzón, para que se adopten las medidas necesarias.
La vocera de Derechos Humanos también denuncia que hay mujeres embarazadas a las que no se les presta atención y lamenta que el Inpec quiera convertir la cárcel Las Mercedes en centro de reclusión para mujeres, sin antes haber hecho las adaptaciones necesarias.
“Se dice que esta cárcel va a ser declarada reclusión de mujeres, pero el Inpec no ha previsto las medidas necesarias y siguen allí gran cantidad de hombres en todos los patios; mientras que al pabellón de las mujeres traen y traen internas todas las semanas, ya casi llegando a las 100, sin los mínimos planes de contingencia que se deben tener”, anota.
Con las denuncias las reclusas buscan que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto para que la situación que están padeciendo sea tenida en cuenta.
