El reforzamiento de la estructura del Hospital Universitario Hernando Moncaleano de Neiva -que generó un desorden interno al interior del centro médico, reubicación temporal de algunos servicios y otros traumatismos- está en veremos.
Después de girados 786 millones de pesos como anticipo al contratista y revolcar la institución de salud, los contratistas se tropezaron con una sorpresa: los trabajos no se podían realizar por las condiciones de la estructura del edificio. Los dineros del anticipo están en manos de la firma constructora.
Así quedó plasmado en un reciente informe de auditoría de regalías petroleras salud-educación de la Gobernación del Huila, adelantado por la Contraloría General en el Huila y que conoció en exclusiva LA NACIÓN.
La historia empieza cuando el Departamento -en cabeza del ex gobernador Luis Jorge Sánchez García-, celebró el contrato administrativo 200 de 2011 con el Hospital Hernando Moncaleano de Neiva.
El objeto: “aunar esfuerzos para la construcción y remodelación de cirugía, hemodinámica, UCI, postquirúrgica, coronaria, neuroquirúrgica, salud mental, unidades de apoyo y diagnósticos en el primer y segundo piso y sótano de la ESE Hospital por 2.623 millones de pesos (dineros de regalías petroleras).
Y otros 2.386 millones los giró el Ministerio de Protección Social. Es decir, en total las remodelaciones alcanzaron los 5.009 millones de pesos.
De estos dineros, el ex gerente del Hospital Hernando Moncaleano, Humberto Eduardo Gómez, adjudicó al consorcio Reforzamiento Fase II el contrato de obra 287/2011 donde se pactó la realización de las obras de remodelación de los servicios anteriormente mencionados y se incluyó un reforzamiento estructural de los módulos 2 y 3 del centro médico, para lo cual se aportaron 2.386 millones de pesos adicionales, dineros provenientes del Ministerio de Protección Social.
Sin embargo, en la ejecución de las obras se evidenciaron deficiencias en el cumplimiento del contrato que a la fecha está suspendido por problemas en la ejecución de dichos trabajos.
El contratista ya recibió a título de anticipo y ejecutó recursos por 786 millones de pesos, girados en febrero de 2012, sin que se haya iniciado con la construcción del reforzamiento en las salas de cirugía y hemodinamia, “hecho que se constituye como detrimento patrimonial”.
En cuanto al reforzamiento estructural de los módulos 2 y 3 del Hospital, incluido dentro del mismo contrato, registra problemas. En la etapa de ejecución, el contratista advirtió que la estructura a reforzar presentaba graves fallas estructurales que hacían inviable dicho reforzamiento. Sin embargo, era tarde. El contrato ya estaba adjudicado.
Según el ingeniero calculista de la obra, estas graves fallas no permitieron seguir utilizando dicha estructura porque está a punto de colapsar.
El contratista y las directivas del Hospital suspendieron la ejecución del contrato y realizaron unos rediseños para construir las salas de cirugías y hemodinámica en un lugar distinto al inicialmente previsto.
“Los dineros girados por la ESE a título de anticipo y ejecutados por el contratista para realizar dicho reforzamiento por 716 millones constituyen un daño al patrimonio debido a que la obra realizada no va a cumplir con el fin para el que fue determinada inicialmente”.
Conclusión: las obras de reforzamiento tienen que hacerlas en otro sitio del Hospital, y las directivas de la institución de salud deberán contratar un nuevo estudio que indique en qué lugares se puede hacer.
El problema es que el contratista utilizó los más de 700 millones de anticipo en compra de materiales. Ahora, ¿qué hará con los implementos que compró si los diseños cambian? El detrimento por esta obra inconclusa es de 1.502 millones, según la Contraloría.
Secretaría de Salud
La entonces secretaria de Salud Departamental, Emma Constanza Sastoque, respondió al organismo fiscal que hizo varios requerimientos al contratista y en actas de justificación o soporte, le responden que la causa principal y eficiente de la suspensión de la obra, “es la detención de fisuras en la estructura intervenida, no advertidas en los estudios inicialmente adelantados, ni por quienes efectuaron los diseños de la obra, hallazgo que motivó el replanteamiento de esa parte del contrato”.
E informa que el responsable del control y vigilancia de las obras es el Hospital Universitario Hernando Moncaleano de Neiva. “El replanteamiento del diseño permitirá la culminación de la obra”, destaca la funcionaria. Y sino ocurre, le corresponderá al Departamento iniciar los trámites administrativos y judiciales por el incumplimiento del convenio, advierte.
Gerencia Hospital
Jesús Antonio Castro, gerente del Hospital de Neiva, respondió a la Contraloría “como conclusión general, que los recursos del convenio 0220 de 2011 no han sido ejecutados presupuestalmente y únicamente parte de estos dineros han sido girados en calidad de préstamo al contratista para su ejecución, una vez inicie la ejecución de las obras que dentro del contrato corresponden al rubro presupuestal de las salas de cirugía, iniciarán a cargarse al convenio respectivamente…”.
La Contraloría General concluye que hubo mala planificación, se violentaron las disposiciones contenidas en el mismo convenio firmado entre las partes, hubo daño patrimonial, se inició el programa de reforzamiento del hospital sin estudios técnicos y de factibilidad serios. El hallazgo encontrado se confirma como fiscal.
Otros datos del informe
En el informe de auditoría de la Contraloría General en el Huila se detectan 51 hallazgos administrativos, de los cuales, 9 tienen connotación fiscal por 22.799 millones de pesos, 24 disciplinarios, cinco funciones de advertencia y una indagación preliminar.
Por ejemplo: el organismo de control fiscal detectó que algunas empresas de salud no respetaron la Ley de Garantías en 2013, después de la suspensión del cargo de la ex gobernadora del Huila Cielo González Villa.
La ESE Hospital San Antonio de Pitalito adelantó 14 contratos de prestación de servicios en marzo de 2013, durante Ley de Garantías. Y para realizar las actividades que este mismo hospital tenía con el hospital de San Antonio de Timaná, suscribió otros 21 contratos. La ESE Manuel Castro Tovar suscribió seis convenios durante el mismo período.
Torre Materno Infantil
La Torre Materno Infantil en el Hospital Universitario Hernando Moncaleano no podía faltar. La Contraloría General la cataloga como una obra inconclusa que empezó cuando el Departamento suscribió dos convenios para aunar esfuerzos para la construcción de la torre materno infantil por 23.362 millones de regalías petroleras.
Humberto Eduardo Gómez, ex gerente del Hospital, adjudicó el contrato al consorcio Lopesan Fronpeca el 19 de septiembre de 2011. Plazo de ejecución: un año, es decir, finalizaba en octubre de 2012.
“El proyecto desde su etapa precontractual presenta deficiencias en manejo y disposición de flujo de recursos, cuando se contrató la elaboración de los diseños presentaba deficiencias en la titulación de los predios”, dice la Contraloría.
Como no se tenía claridad del valor real de la obra, se concibió el proyecto por etapas, lo que ha determinado a que dicha obra esté desfinanciada y no pueda prestar el servicio a la comunidad, añade el organismo de control.
También está clara la incapacidad financiera del contratista. Los consorciados Lopesan Asfaltos y Construcciones Sucursal Colombia cuentan con un capital de 50 millones en Cámara de Comercio de Neiva y el consorciado constructora Herreña Fronpeca tiene un capital de 118 millones. Es decir, cifras mínimas comparadas con el monto del contrato.
Aunque se hizo un contrato adicional (12/10/12), donde se amplía el plazo de entrega de la obra a 60 días, quedando con un plazo de un año y sesenta días, el contratista presentó incumplimiento continuo a fechas de ejecución del contrato acordadas, por lo cual se le autorizaron nuevas prórrogas porque no contaba con una infraestructura técnica y capacidad financiera para terminar el proyecto.
La interventoría presentó un informe el 24 de enero de 2013 y concluyó que la obra ejecutada es de 9.146 millones. Sin embargo, al contratista se le han pagado 12.432 millones. Es decir, deberá reintegrar 3.288 millones porque mediante Resolución 0053 del 24 de enero de 2013, se declaró la caducidad del contrato por los reiterados incumplimientos. La Contraloría General determinó un detrimento patrimonial por 9.146 millones de pesos.
El gerente del Hospital, Jesús Antonio Castro, respondió que el Hospital sí tenía claridad del alcance de la ejecución del proyecto, que presentó a la Secretaría de Salud el proyecto para la realización de la segunda etapa de la obra, lo mismo que el proyecto para la dotación de la Torre Materno Infantil. Y que declaró la caducidad del contrato, la cual se encuentra en proceso de ratificación.
Otro hallazgo
La ESE de Pitalito ofrece servicios de alta complejidad de neurocirugía, pero extrañamente el servicio no está habilitado por la Secretaría de Salud Departamental, que habilitó la prestación de servicio intramural ambulatorio y no para alta complejidad.
Sin embargo, se han realizado procedimientos e intervenciones quirúrgicas desde 2011. Asimismo, se vienen prestando los servicios en la Unidad de Cuidados Intensivos UCI-adultos desde 2001 sin tener habilitación.
“Esto puede conllevar a riesgos potenciales en la calidad del servicio y exponer la responsabilidad de la institución, además del erario del Estado por posibles deficiencias de la prestación del servicio en salud”.
El distrito de riego Tesalia- Paicol, entre otros hallazgos fueron evidenciados por el organismo de control que tiene los ojos puestos en la salud de los huilenses.
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