Empiezan a sonar reales, a obras concretas, las grandes vías que el departamento del Huila tendrá en el mediano futuro dentro de los mega planes del Gobierno Nacional de poner al país en la sintonía, largamente esperada, de infraestructura para atender los grandes retos del comercio mundial y de ubicar al país como jugador de mejor nivel en la lista de naciones en desarrollo acelerado. En primer lugar la construcción de la doble calzada Aipe – Neiva – Campoalegre, alargando la que ya está a punto de concluirse de Bogotá a Girardot, bloqueado su avance un par de años por la corruptela de los Nule; lo mejor es que estos proyectos ya se encuentran en etapa de contratación y se prevé que en abril del próximo año tengan una firma responsable de su construcción.
En segundo lugar está la concesión Neiva-Pitalito-Mocoa-Santana, que tienen el propósito central de conectar por vías de calidad y amplitud a Colombia con Ecuador.
Como lo ha explicado ampliamente en entrevista exclusiva con LA NACIÓN el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade Moreno, las grandes obras para nuestra región incluyen la construcción de dobles calzadas, cinco variantes en el Huila, la ampliación de las vías al sur a tres carriles y la edificación de túneles falsos. Se trata sin duda ninguna de las inversiones más cuantiosas que se hayan anunciado para el Huila en toda su historia, poniéndonos en las rutas de la prosperidad, del futuro inmediato y de un nivel competitivo que harta falta nos hace para abrirnos tanto a los mercados nacionales como internacionales.
Muy interesante, por ejemplo, que se proyecte una variante a las afueras de Neiva para evitar que el tráfico pesado tenga que pasar por la ciudad, tomando la vía departamental por El Juncal ampliando esa carretera, construyendo un tercer carril y un nuevo puente sobre el río Magdalena. Y suena realmente importante que la doble calzada que viene desde Bogotá conecte con la capital del Huila, de manera que se pueda hablar de un recorrido terrestre entre las dos ciudades – en promedio – de menos de 4 horas con lo cual muchos de los trancones que se soportan hoy a mediano plazo serán un tema del pasado.
Y vendrán luego la doble calzada de Neiva hacia Campoalegre, en 22 kilómetros de mayor tráfico, entre Hobo y Gigante la ampliación con un tercer carril de adelantamiento y cinco variantes en Campoalegre, Hobo, Gigante, Timaná y en Mocoa. Muy bien, además, que se planifiquen las obras pensando en el enorme tráfico – que ha aumentado en miles de vehículos – por la presencia de tractomulas y carrotanques, causantes en buena medida del notable deterioro de la actual calzada, sobre todo desde Mocoa a Pitalito y de éste hacia Gigante.
Son verdaderas vías de la prosperidad y la competitividad, que ya cuentan con los recursos disponibles y los documentos como el Conpes que viabilizan todos sus procesos hasta su terminación. Entra el Huila ahora sí al siglo XXI y no nos quedarán excusas para no enfrentarnos al resto del planeta.