La competitividad es hoy definitiva para la consolidación de la visión de futuro y los escenarios de desarrollo que necesitan las regiones. No obstante, las regiones siguen registrando un bajo desempeño en el escalafón de competitividad.
Los departamentos más competitivos ocupan los puestos más altos en los índices de aglomeración e infraestructura, ya que son los factores con más peso en el índice global.
Es un hecho que la globalización está transformando fundamentalmente la economía colombiana. Las regiones del país están compitiendo por talento, capital e inversión proveniente de otros lugares de Colombia y de todo el mundo. Ahora más que nunca las regiones logran su fortaleza económica actuando regionalmente para competir globalmente, utilizando nuevos elementos jalonadores del crecimiento económico como son la innovación y el emprendimiento. En la medida que las regiones colombianas sean totalmente conscientes que están conectadas con la economía global, entenderán la necesidad de mejorar sus ventajas competitivas y de reconocer la importancia de tener activos regionales distintivos.
Las regiones colombianas están dotadas de activos específicos particulares y de un legado histórico que ha hecho que evolucionen con patrones de desarrollo propios de cada espacio geográfico.
N obstante, las exportaciones de las regiones especializadas de clase mundial, están concentradas en unos pocos productos. Esa es la realidad.
Además, diagnóstico relacionado con la infraestructura física es desfavorable, particularmente lo relacionado con el transporte férreo, aéreo, y terrestre. El gobierno nacional, pese al rezago en que ha permanecido la infraestructura en los últimos 30 años, está haciendo esfuerzos para dinamizarla. Un claro ejemplo son la autopistas de la prosperidad que entraron en proceso de contratación que favorece al sur del país.
Los departamentos clasificados como “polos para el desarrollo local” tienen una limitada apertura exportadora. La producción en estas regiones, está concentrada en la satisfacción de los mercados locales y en la venta de excedentes a otras regiones del país, más que en la exportación a mercados internacionales.
Pero además, sus exportaciones dependen en fuerte medida, de pocos productos que son, por lo general, de muy bajo valor agregado.
Por ejemplo, más del 80% de las exportaciones no mineras de Huila están representadas por café y piscicultura, su gran apuesta exportadora y más del 50% de las exportaciones de Meta, Magdalena, Nariño y Caquetá son, respectivamente, palma de aceite, banano, café y textiles. En el caso de Cauca, el 58% de las exportaciones corresponde a café y azúcar.
La estructura económica de la mayoría de las regiones colombianas gira en torno a los recursos naturales, no solo en su componente primario, sino también en sus productos procesados. Regiones como Cesar, Huila, Nariño, Tolima, Quindío o Santander exportan casi exclusivamente productos basados en recursos naturales. Hay que ampliar la oferta exportadora e incrementar el crecimiento potencial de la economía. El gran desafío: la transformación productiva de los departamentos para adecuarse a la economía global.
“El gran desafío: la transformación productiva de los departamentos para adecuarse a la economía global”.
Editorialito
Los operativos adelantados por el secretario de Gobierno de Neiva José Ferney Ducuara para frenar la ilegalidad de los clubes nocturnos están dando resultados. No pueden bajar la guardia. Es preciso persistir, garantizando el uso del suelo, la lucha contra la contaminación auditiva y la ocupación del espacio público.
