No hay duda que Huila Digital -el programa que prometía internet gratis en alcaldías, parques, colegios y algunos corredores de cinco municipios huilenses- no pasó la prueba en el departamento. Ni siquiera después de aplicado Vive Digital, el programa siguiente que buscó reforzar el servicio.
Cinco mil millones de pesos invertidos en los últimos seis años por parte del Gobierno Nacional y Departamento están en veremos, porque los usuarios descontentos abundan, mientras los organismos de control investigan lo ocurrido. Hablan de una señal de internet lenta, imposible de adquirir desde computadores portátiles o celulares, de un programa que prometía mucho, pero que terminó siendo un fiasco.
En Neiva, Garzón y La Plata, donde los alcaldes pagan servicio de internet con Telefónica Telecom, los problemas son los mismos: errores en conexión, problemas en los aparatos, servicio lento, entre otros. Y en San Agustín (este año cumple cien años de descubrimiento científico), Pitalito y Palermo, imposible hablar del tema. Los mandatarios no pagan el servicio, es decir, allí no se puede medir Vive Digital. No hay internet gratis, así los turistas se quejen.
La radiografía, revelada el domingo anterior en LA NACIÓN, despertó la preocupación de expertos en el tema. Jesús David Quintero Polanco, docente de Ingeniería Electrónica de la Universidad Surcolombiana, con especialización en Telemática y maestría en Redes, tiene claro que hubo sobrecosto en el proyecto ‘Huila Digital’, que empezó desde el gobierno de Rodrigo Villalba Mosquera, recibió inversión de recursos -en un convenio 604-2011 con Maloka- durante el mandato de Luis Jorge Sánchez y cuya prórroga hasta diciembre de 2013 se hizo en el gobierno de Cielo González Villa.
Precios elevados
“He notado que hay una cantidad de elementos que se han comprado cuyos precios están elevados con la realidad. Se escucha que los contratos son superelevados y lo que se está ofertando realmente no es de la calidad que se esperaba”, dijo.
El ingeniero cree que el Gobierno Departamental debió rodearse de la academia desde el primer momento de ejecución del programa Huila Digital con la firma Incubarhuila. Y dice que el paso a seguir -si lo permite el gobernador Carlos Mauricio Iriarte- es examinar, auditar lo ya ejecutado y recibido.
Quintero Polanco tiene claro que los territorios digitales son lugares al aire libre con puntos desde donde se puede conectar un celular o computador portátil y navegar libremente.
“Cuando queremos conectarnos, no podemos. Y si hay conexión no se puede ingresar a páginas”, explica.
¿La razón? Cree que la infraestructura que se montó con Huila Digital no es acorde con los requerimientos de los equipos que se van a conectar a internet. Pone de ejemplo: “Los teléfonos móviles manejan una potencia determinada y los equipos de Vive Digital, otra. Entonces nunca habrá conexión directa entre el celular y el punto, porque las potencias no están acordes para recibir la señal…”.
Para él hubo un mal manejo de quienes realizaron los estudios previos del proyecto digital, una posible equivocación por parte de la interventoría y otra equivocación por parte del Departamento, que recibió el proyecto a las carreras y no se tomó el tiempo prudente para analizar después de un tiempo si los usuarios estaban o no accediendo al servicio.
El alcalde de Neiva, Pedro Hernán Suárez, contrató durante un año con Telefónica Telecom una banda de internet de seis megas para operar el servicio Vive Digital, como requisito para el funcionamiento del programa.
No obstante, el ingeniero Jesús David Quintero cree que la capacidad adquirida es mínima comparada con el número de corredores digitales en la capital. Jorge Mariño, coordinador de TIC de la Alcaldía, respondió que el mandatario contrató lo que Maloka -hoy contratista de Vive Digital- le solicitó al Municipio.
Respuesta Maloka
En un comunicado de prensa, Maloka, quien adelanta un convenio especial de cooperación 604-2011 por 2.436 millones de pesos celebrado entre Fidubogotá, Gobernación y la empresa de tecnología, aclara que el convenio en la actualidad tiene dos objetivos: entrar a operar los dos ciberparques (Neiva y Garzón) y aportar a la consolidación de los corredores tecnológicos.
“El objeto es básicamente la instalación de equipos Help Desk (portal cautivo donde se reciban quejas y peticiones) y la capacitación del personal que maneja el software. Dentro de las actividades anteriores de Maloka no está el aprovisionamiento del servicio de internet de cada municipio, la mejora o cambios de los equipos ni la administración de los corredores”.
Y destaca que aun, sin ser la competencia, Maloka ha aportado al mantenimiento de los corredores digitales de Neiva, Garzón, La Plata y Palermo, verificando y rectificando el servicio de los equipos instalados. Este contrato de mantenimiento lo está adelantando con la empresa Symde S.A.S.
Interrogante
Entonces, si Maloka -según explica la empresa- no tiene obligación de realizar mantenimiento a los corredores tecnológicos instalados, ¿quién debe hacerlo? Incubarhuila, empresa que contrató e instaló los aparatos, que ya liquidó su contrato, el Departamento certificó su trabajo y ya pasaron más de tres años de terminación de sus compromisos con el Departamento.
LA NACIÓN contactó a Ángel Cruz, el último interventor de Huila Digital, quien respondió “que el proyecto de Incubarhuila se entregó operando y hay evidencias de las pruebas realizadas, pero los gobiernos no le han dado el soporte y la sostenibilidad requerida a la plataforma instalada”.
Entonces, ¿qué se debe hacer para que funcione hoy el internet? “Los equipos base son de buena calidad, pero deben manejar un esquema de soporte para su actualización y funcionalidad”, respondió.
En carta blanca cree que debe asignarse el control administrativo y operativo a una empresa idónea que tenga experiencia en el alcance tecnológico, que los alcaldes garanticen el servicio de internet, se apliquen las políticas actualizadas de administración de contenido y seguridad de redes y se brinde soporte técnico a los usuarios para que se suministre un buen servicio. “No sólo es la instalación de los equipos, lo importante es el mantenimiento, actualización…”, concluyó.
Nuevos reportes
Lo preocupante es que mientras los organismos de control buscan quién tuvo responsabilidad en los tres últimos gobiernos y se analiza la forma para que los huilenses gocen del servicio por el que pagó el Estado durante seis años, se conocían nuevos reportes negativos.
Pitalito no tiene internet gratis en algunas de sus calles desde 2011. Leiner Ramírez, coordinador del programa TIC del Valle de Laboyos, reconoce que la Alcaldía no paga por el servicio. Y tiene una explicación: no tienen antena repetidora de Vive Digital, es decir, que si pagaran, no tendrían servicio. En San Agustín, los turistas extranjeros se quejan porque no hay servicio. Y aunque Daniel Fernando Marmolejo, coordinador de TIC en Palermo, dice que el servicio de internet es óptimo, aunque con pequeñas dificultades, en el colegio San Juan Bosco de este municipio, desde hace dos años se esfumó el internet.
Héctor Egidio Trujillo Calderón, rector, expresó que cuando activaron el servicio lo disfrutaron. Ahora lo anhelan.
Desde el lunes pasado, LA NACIÓN envío un cuestionario a la Oficina de las TIC en la Gobernación del Huila, donde se pedía información oficial de lo ocurrido. Y hasta el cierre de la presente edición, los funcionarios adelantaban un informe completo que pidió el gobernador Carlos Mauricio Iriarte, quien tendrá que sortear el problema y alcanzar dos logros: que los huilenses gocen del servicio y liquidar el convenio que tiene el Departamento-Maloka-Ministerio de TIC, para lograr más de 2.000 millones de pesos en tecnología que están detenidos en el Gobierno Nacional hasta que no se liquide el actual convenio.
“Deben poner la cara ante organismos de control”
Nicolás Llanos, director regional de Vive Digital, del Ministerio de las TIC, dijo que supervisores y funcionarios públicos del Departamento deben explicar a los organismos de control y a la comunidad, por qué seis años después no se disfruta de Huila Digital
-Doctor, ¿qué ocurre con Huila Digital, porque no podemos conectarnos a internet gratis?
Vive Digital es un plan que se lanzó hace tres años con la llegada del gobierno de Juan Manuel Santos y buscaba recoger todas las experiencias que se tenían en tecnología y potencializar las buenas y corregir los errores. Ese plan, lanzado en 2010, desarrolló muchos impactos en el Huila. La Gobernación, en el mandato de Luis Jorge Sánchez, presentó un primer proyecto que se empezó a ejecutar en 2011 y no termina su ejecución. Los diferentes equipos de trabajo que han pasado por el proyecto han hecho que se dilaten los resultados esperados por los huilenses. Hoy, a 2013, después de muchos esfuerzos, hemos tratado de sacar adelante el proyecto pero son tantas las malas experiencias que traemos desde hace tiempo que no ha sido posible llevar a feliz término el proyecto. En este momento el Huila tiene tres convenios que no ha logrado liquidar porque no se han demostrado las fuentes, los resultados y los impactos que el Ministerio ha querido para los huilenses. Esa es la razón por la cual hay un proyecto aprobado por más de tres mil millones para el Huila que no puede ser financiado hasta que no se finalice exitosamente la ejecución de convenios anteriores.
-Pero, ¿Quién responde?
Estas son alianzas que se vienen haciendo entre el Gobierno Nacional anterior y gobiernos locales en años pasados, proyectos que tuvieron problemas de supervisión, son malas herencias que traemos de gobiernos anteriores. ¿Quién responde? Pues serán los supervisores de esos proyectos quienes deberán responder a los organismos de control y tendrán que demostrar si las inversiones que se hicieron se debieron hacer o no.
-¿Qué se debe hacer para que los huilenses gocen del servicio?
Primero, interpretar muy bien lo convenido y qué fue lo que se debió entregar por parte del contratista, ese es un trabajo en el que la Gobernación y ejecutores de esos proyectos tendrán que dar la cara y explicar qué fue lo que hicieron. Puedo dar fe que lo hecho en el último convenio- a pesar de las demoras-, ya se está viendo la luz al final del túnel. Sin embargo, con este proyecto en marcha no podemos pretender superar los problemas que desde 2007 se vienen presentando. Hay muchos compromisos pendientes de parte de la Gobernación, alcaldías, de Incubarhuila, personas que tienen unos hechos por explicar, funcionarios que posiblemente ya no estén en la Gobernación o Alcaldía, pero que fueron quienes hicieron unas propuestas. Ya no hay quién responda allá, ni quién pregunte acá porque son proyectos que se quedaron atrás. Lo bueno es que seis años después, los huilenses están interesados en saber qué pasó; hay que mirar la forma de que el servicio le llegue a la gente.
