La minoría nacional de mayor peso político, social y económico desconoce por completo el enorme papel que han desempeñado, por más de 25 años, las madres comunitarias en beneficio de centenares de miles de niños que – provenientes de los hogares más pobres – han quedado a su cuidado mientras sus padres biológicos salen en búsqueda del sustento diario.
Y esa noble tarea, la más enternecedora de todas cuantas se encuentran en un país con millones de necesitados, muy poco ha sido recompensada por el Estado, que somos todos; mejor aún, esa tarea genera una de las más grandes deudas que el resto de colombianos tenemos con esas abnegadas mujeres a lo largo y ancho del territorio nacional. Y ahora, cuando ellas con toda la justicia y razón exigen una mínima retribución por su trabajo – que eufemística y ladinamente el ICBF ha llamado siempre de “voluntariado” con el fin de evadir todas las obligaciones de una relación que va mucho más allá de un acto generoso – se les dilata lo que la misma Corte Constitucional les ha reconocido y lo que ya desde el mismo Congreso de la República se ha impuesto como norma de obligatorio cumplimiento.
Y qué bien que lo han hecho, y cómo han contribuido estas mujeres a la paz, a la convivencia, a la educación, al desarrollo y progreso del país. ¿Qué mejor aporte que atender, proteger, alimentar, educar y dar amor a miles de niños desprotegidos, y hacerlo casi gratis, además de poner al servicio de esa causa sus mismas casas? Pero qué mal que el Estado les haya pagado tan mal, que el país nunca les haya reconocido su labor con justicia y que cuando ellas pidan lo mínimo les respondan con evasivas.
Apenas ahora les anuncian, después de su prolongado paro, que las 69 mil madres comunitarias recibirán, pero solo a partir de julio de 2014, un salario mínimo y contrato a término indefinido. Además, tendrán como cualquier trabajador primas, vacaciones y demás prestaciones de ley, pero tendrán que asumir el pago de su salud y pensión, una pequeña cuota inicial de la deuda.
El Ministerio de Hacienda ya autorizó una adición presupuestal de 200 mil millones de pesos que se destinarán para este fin el próximo año. Las madres comunitarias tendrán formalización laboral a partir del mes de julio de 2014.
Aunque la decisión no recoge la totalidad de las expectativas, por lo menos abre el camino para atender sus reclamaciones. La formalización laboral constituye un importante avance y acaba con la informalidad como venían siendo vinculadas.
“Aunque la decisión no recoge la totalidad de las expectativas, por lo menos abre el camino para atender sus reclamaciones”.
Editorialito
Después de una rigurosa investigación, la Policía Metropolitana capturó al presunto responsable del crimen de la menor Klery Maritza Vargas Urrea, ocurrido el 20 de septiembre, en un mirado en La Ulloa (Rivera). Ojalá que este caso pueda esclarecerse y se sancione al responsable. Otro golpe a la impunidad.