No podemos saber que tanto influyó en la decisión del Consejo de Estado para anular la elección de Vivian Morales, la muy bien orquestada campaña de desprestigio que le montaron las mafias de cuello blanco
VIVIAN MORALES Y LA JUSTICIA
Por: Eduardo Gutiérrez Arias
No podemos saber que tanto influyó en la decisión del Consejo de Estado para anular la elección de Vivian Morales, la muy bien orquestada campaña de desprestigio que le montaron las mafias de cuello blanco (altos funcionarios del gobierno uribista investigados por múltiples violaciones a la ley, algunos generales y coroneles acusados de falsos positivos y crímenes de guerra, narcotraficantes en proceso de extradición). Aunque fue una decisión dividida y 5 magistrados se apartaron de ella, debemos creer que en esta elección existieron los vicios suficientes para provocar su anulación. Pero el país ha perdido una fiscal que estaba demostrando que la justicia no es solamente para los de ruana y que quien comete delitos será sancionado, así haya ocupado las más altas investiduras del estado como María del Pilar Hurtado, exdirectora del Das, Bernardo Moreno, exsecretario general de la presidencia o Luis Carlos Restrepo, excomisionado de paz. Como la limpia trayectoria de Vivian Morales no facilitaba acusaciones ni denuncias contra ella, recurrieron al más bajo de los argumentos. Suponer que en sus decisiones de fiscal estaba la mano de Carlos Alonso Lucio, el hombre de quien se enamoró y con quien volvió a unir su vida después de una separación. No soy santo de la devoción de Lucio. Su vida puede ser censurable, pero las actuaciones de los funcionarios públicos no la podemos medir por los comportamientos de sus conyugues y no podemos suponer que estos influyan en sus decisiones. Como ya lo han anotado otras personas, si Lucio fuera la mujer y Vivian el hombre, este escándalo no se habría presentado. Para el uribismo y la derecha fascista este es un indudable triunfo. Quitan del camino a un investigador incorruptible, entorpecen los procesos contra los altos funcionarios que fácilmente pueden terminar en la impunidad por vencimiento de términos o falta de decisión del nuevo fiscal o sus subalternos (me imagino cual puede ser el estado de ánimos de los investigadores y jueces que hoy arriesgan su vida persiguiendo a peligrosos criminales, cuando ven el estado en que terminan quienes buscan impartir justicia con rectitud y probidad) y da un paso en la reconquista del poder para hacer una reforma constitucional que apruebe la reelección indefinida, reforme la justicia para garantizar su impunidad, suprima su autonomía y cercene los derechos fundamentales de los ciudadanos bajo el pretexto de la seguridad democrática. En últimas el uribismo termina pareciéndose cada vez más a las Farc en su intento por crear otro tipo de estado, basado en la fuerza de las armas, sin autonomía de sus poderes básicos, sin derechos fundamentales para sus ciudadanos, con alto paternalismo para los pobres que lo apoyan.
