La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) presentó el viernes pasado en audiencia pública el plan estratégico de inversiones para el Huila. El plan contempla la modernización del aeropuerto Benito Salas de Neiva y la intervención de dos corredores viales que mejorarán la conectividad, el desarrollo y la prosperidad de la región Surcolombiana.
Las dos iniciativas demandan inversiones superiores a los 2,6 billones de pesos, jamás ejecutados en esta región del país. Inversiones históricas, sin duda, para mejorar la infraestructura vial y aeroportuaria, y adecuarla a las necesidades regionales.
Para el aeropuerto Benito Salas de Neiva, se estiman inversiones calculadas en 75.000 millones de pesos, adicionales a las que ya ejecutó, en otro plan para modernizar la infraestructura aeroportuaria, optimizar el espacio aéreo, mejorar la seguridad y eficiencia en las operaciones. Pero, ante todo, incrementar significativamente la conexión e incrementar el volumen de pasajeros y de carga.
No en vano el Gobierno Nacional definió esta inversión en el aeropuerto de Neiva, como estratégico.
El proyecto contempla ampliación de la pista de aterrizaje en ambas cabeceras y construcción de plataformas de viraje, extensión de una nueva carpeta de pista a inicio de la concesión y nuevamente a los diez años, así como renovación de equipos del terminal de pasajeros. Y desde luego, sometido a las exigencias futuras que requiera en los próximos 20 años.
De acuerdo con la ANI, este proceso reviste especial importancia, no sólo por las inversiones sin antecedentes que se ejecutarán para modernizar la infraestructura. También porque, una vez adjudicado, estrenará la Ley de Asociaciones Público Privadas en aeropuertos. Bajo este esquema el Estado remunera al privado por la prestación de un servicio y unos estándares de calidad, actuales y futuros.
Las inversiones no han sido improvisadas, corresponden a un plan de navegación aérea con una clara estrategia en materia infraestructura para satisfacer los requerimientos operacionales frente al crecimiento del transporte aéreo.
Trasladar el aeropuerto a otro sitio, como lo propusieron algunos empresarios, es una idea descabellada, máxime con las inversiones que ya se han ejecutado. La iniciativa fue descartada desde hace 15 años cuando se definió el Plan de Ordenamiento Territorial. Revivir la controversia es un contrasentido.
Un segundo aeropuerto, como lo expresó el gobernador Iriarte, es otro megasueño de difícil ejecución. Todos debemos centrarnos en asegurar que el actual aeropuerto responda a los requerimientos técnicos y a las necesidades de expansión futura.
Y hacer esfuerzos para que el aeropuerto Contador en Pitalito, actualmente subutilizado, sea otra alternativa para el desarrollo turístico, pero también para el crecimiento económico, en esta región, convertida en un destacado eje empresarial de la región surcolombiana.
El país necesita dar un salto cuantitativo y cualitativo en materia de infraestructura. El Huila con estas obras, lo está dando. Ahora no hay espacio para postergar ni obstaculizar este proceso. El Huila necesita más y mejor infraestructura para seguir creciendo. Y no podemos distraernos en propuestas sin sentido.
“Trasladar el aeropuerto a otro sitio, como lo propusieron algunos empresarios, es una idea descabellada”.
Editorialito
Dicho y hecho. Un grupo de aserradores dedicados a tumbar monte, entregaron sus motosierras y serán ahora guardianes del bosque. Un logro importante de las autoridades ambientales. Otra cara del desarrollo alternativo. Una experiencia exitosa para reforzar las reservas naturales de la sociedad civil.