“Aló, dije. Se escuchaba el llanto de un hombre que inmediatamente escuché y reconocí como la de un sobrino. Al oírlo, dije: ‘Javier, que le pasó, por qué llora, que pasó’, y él entre el llanto me dijo: ‘tía, necesito que me ayude, me tienen detenido pero le aseguro que yo no hice nada”.
“Señora, tenemos detenido a su sobrino Javier, y necesitamos que nos entregue algunos datos e información para ver qué podemos hacer por él porque en un retén lo encontramos portando un arma ilegal, y por eso lo tenemos retenido”, fue lo que indicó el hombre que se identificó como un Policía.
“De inmediato otro hombre tomó el teléfono y empezó a decir cosas, ahí empezó la más grande angustia de mi vida porque me exigían una ayuda de tres millones de pesos para dejar libre a mi sobrino”, narró a LA NACIÓN una víctima de esta modalidad de robo, que pidió reserva de su identidad.
Como ella existen muchos casos en la ciudad de Neiva que han sido atormentados a través de una estafa telefónica. Sin embargo a ella, su reacción la libró de no caer en manos de los delincuentes que sembrando terror buscaban obtener una importante suma de dinero.
“A mí me invadió la angustia, el terror y el miedo, solo pensaba en que a mi sobrino que es un buen muchacho lo habían cogido preso e iría tras las rejas”, dijo la mujer, quien no salía del asombro al analizar que la llamada contenía información precisa sobre su familia, actividades diarias y otras características que convirtieron el engaño en una gran escena de teatro armada por los delincuentes.
Y aunque oficialmente durante el mes de septiembre las autoridades recibieron únicamente dos denuncias por este tipo de delito, no es desconocido que muchas personas han sido víctimas de las estafas telefónicas, una manera muy simple en la que pueden robar dinero mientras utilizan la intimidación.
Este tipo de llamadas va desde comunicaciones agresivas, intento de fraude diciéndole que ganó un carro, un viaje y, la más reciente, cuando llaman afirmando que un familiar o persona cercana a usted se encuentra secuestrado o retenido.
“En muchas ocasiones los sujetos suelen identificarse como alguien muy allegado a la familia, tienen algún conocimiento del componente familiar y comienzan a engañarlos diciendo que están detenidos en una patrulla de la Policía, en un retén del Ejército o hasta en la misma Fiscalía, y que necesitan ayuda”, afirmaron la autoridades de la oficina del Gaula y CTI, quienes hacen directamente el seguimiento a este tipo de delincuencia que toma forma en la ciudad.
De acuerdo con la información proporcionada, los delincuentes comienzan a exigir dinero, dependiendo de la capacidad económica de su víctima, resaltando que estas personas desarrollan una labor de inteligencia delincuencial muy disciplinada que les permite acceder a información y saber hasta dónde pueden llegar.
Las estafas pueden llegar a exigir a su víctima desde un millón hasta tres millones de pesos, utilizando como herramienta principal la confusión de la persona para despojarla del dinero.
“Muchas veces la gente llevada por la angustia y el desespero recurren a entregar lo exigido”, afirman las autoridades, destacando que el mecanismo de pago de los dineros producto de estas estafas, son consignados a través de casas de chance que también manejan giros de dinero y que son cobrados con cédulas falsas o documentos perdidos.
¿Cómo operan?
Esta modalidad de delito tiene dos opciones. La primera que es realizada al azar en donde simplemente los delincuentes toman números telefónicos del directorio y con toda una dedicación realizan una a una las llamadas.
Por ejemplo, hay quienes se dedican exclusivamente a estafar a sectores especiales como el de comerciantes de ferreterías, y con el nombre y dirección empiezan a hacer todo un proceso de engaño.
“La gente se deja llevar por el miedo, y por eso es que no confirma lo que se les dice al otro lado del teléfono, al contrario siguen entregando más información que beneficia a los delincuentes”, expresan las mandos de inteligencia en la ciudad.
La segunda forma de operación de este tipo de delito la tiene la delincuencia común, que cuenta con personas experimentadas que hacen contacto cercano a la persona, que conocen a un familiar o allegado a la familia, son amigos, es decir que conocen quiénes son y se aprovechan de esto.
¿Desde dónde operan?
Este tipo de llamada, de acuerdo con las labores de investigación, generalmente se realizan desde las cárceles del país, porque desde allí es más complicado para las autoridades hacer un allanamiento y encontrar a los ‘sujetos’ con un teléfono en la mano perpetrando el delito.
El modus operandi resulta llamativo para las autoridades, calificando la inteligencia al usar diferentes celulares y sim cards para evadir las autoridades.
“Nosotros en labores de investigación hacemos el rastreo de estas llamadas, y se han identificado quiénes son los que llaman, lo malo de esto es que la gente viene a denunciar cuando ya ha pagado, cuando ya ha hecho las consignaciones y lo importante es evitar que esto siga sucediendo”, resaltan los uniformados.
Las cárceles desde donde con mayor frecuencia se perpetra este tipo de estafa es ‘La Picaleña’, donde se ejecuta el noventa por ciento de este tipo de llamadas.
Igualmente se ha identificado que se hacen algunas de estas llamadas desde la cárcel de Popayán.
Casos
Las autoridades informaron acerca de un caso especial sucedido hace unos días en el departamento, específicamente en el municipio de La Plata, donde malhechores haciéndose pasar como personal del Ministerio de las Tecnologías y convenciendo acerca de la donación de unos computadores, obtuvieron información de casi todos los profesores de la zona rural de este municipio.
Luego de tener la información terminaron siendo estafados, diciéndoles que se trataba de la banda criminal ‘Los Urabeños’; a otros les dijeron que eran guerrilleros y que atentarían contra sus vidas si no pagaban el dinero exigido. El hecho victimizó a más de 20 profesores; sin embargo de esos solamente dos por miedo alcanzaron a consignar lo requerido.
“Quienes realizan este tipo de delincuencia, existe una delimitación ya sea por sector económico y ubicación, determinando de esta forma que para un delincuente al hacer cincuenta llamadas al día con una sola persona asustada le consigne un millón de pesos se convierte en un negocio redondo”, informan las autoridades.
Las temporadas en que los estafadores incrementan su actividad son durante los fines de semana, vacaciones de Semana Santa y fechas especiales. Igualmente los horarios más utilizados por los delincuentes son las horas matutinas y nocturnas.
Esté informado
En la actualidad es importante que la ciudadanía esté consciente de cómo enfrentar a la delincuencia en este tema, y por ello, se debe ir avanzando en el terreno de la cultura en dos vertientes; una, la cultura del autocuidado y dos, de la denuncia.
“A la gente le da pena denunciar, pero es importante decirles que si una persona ha sido víctima de estafa se acerque a las oficinas del Gaula o llamar al 165 para que reporte su caso, sólo de esta forma vamos a evitar que más personas caigan en manos de los inescrupulosos”, enfatizaron las autoridades.
De acuerdo con información nacional de inteligencia, la estafa es una de las formas de robo que más se realiza a nivel nacional, debido a que su complejidad radica en la vulnerabilidad de las víctimas.
Es importante enfatizar que a diario surgen nuevas formas de delincuencia a través del teléfono que van modificando las existentes, y precisamente el auge de este movimiento delictivo, se debe a que los ciudadanos se dejan intimidar sin siquiera tomar medidas de precaución que confirmen que se trata de una amenaza sustentada o un engaño.
En el presente se requiere que, como familia, empresas, grupos sociales y ciudadanía en general se tomen medidas de seguridad al respecto, para evitar ser víctima del delito, por eso es importante que se tenga en cuenta que el personal del Gaula militar brinda la asesoría, seguridad y confianza en la entrega de información para que no sea estafado.
¿Qué hacer en caso de extorsión telefónica?
De acuerdo con las autoridades, estos son los consejos para evitar ser estafado telefónicamente:
Además de tomar algunas medidas preventivas como el instalar un identificador de llamadas, tener a la mano un directorio telefónico con los datos de toda la familia y de los vecinos de confianza. Es pertinente que no permita que hagan encuestas telefónicas. También es fundamental informar e instruir a la familia y otras personas allegadas para que sean muy discretos.
Es importante que cuando se presente este tipo de llamadas usted mantenga la calma, escuche con atención los argumentos del delincuente, pedir tiempo para usarlo en localizar su familiar supuestamente afectado, anote el número telefónico entrante, el sexo de la persona que llama, su acento, su tipo de lenguaje y cualquier otro dato que parezca importante.
Una vez que haya localizado a su familiar, descuelgue el teléfono al menos un par de horas. Si recibe una nueva llamada amenazante, responda que es número equivocado y cuelga. Si en cuanto descuelga la bocina le preguntan “¿Con quién hablo?”, responda siempre: “¿Con quién quiere hablar?”.
Seis tipos de estafa
1.- Llaman agresivamente diciendo que usted y su familia están vigilados, al igual que su casa, y que si no deposita cierta cantidad de dinero en una cuenta bancaria que ellos dan, todos corren grave peligro.
2.- Otra forma de estafar es hacerse pasar por alguien que dice ser un pariente, tal vez uno que hace mucho usted no ve.
3.- Alguien llama llorando. Una de las formas de estafa más utilizadas en donde hablan preguntando por el padre o la madre diciendo que algún familiar acaba de fallecer.
4.- Llaman muy formalmente diciendo que usted se ha ganado un carro, o millones de pesos. Esto es que el malhechor le dice que para poder entregarte el premio usted debe depositar una cantidad de dinero a una cuenta que ellos le proporcionan.
5.- Cuidado con las muchachas del servicio, los niños y las personas de la tercera edad. Pueden llamar y ponerse a hablar sin más preguntando por “Juan Pérez”, y no falta algún confiado y responda, “Aquí no vive ningún Juan Pérez, sólo estamos el niño y yo”, o “Los patrones andan de viaje y estarán fuera todo el mes”, o “aquí sólo estoy yo y soy una anciana”. Cuidado con las palabras pronunciadas a los extraños.
6.- Nunca permita que personas ajenas entren a su casa, sea muy precavido con los repartidores de agua, gas, trabajadores eventuales y demás. Muchas bandas delictivas operan bajo disfraces insospechados para atracar a los desprevenidos.
