La primera víctima mortal por Covid-19 en el municipio de Isnos era un panelero que había tenido contacto con un viajero ecuatoriano. LA NACIÓN reconstruyó las angustiantes últimas horas de vida.
Carolina Argüello Cruz
Nadie esperaba que don Alfonso*, un aguerrido hombre de 69 años, llegara a ser parte del grupo de contagiados con coronavirus que hay en el país; ni mucho menos, que este virus le causara la muerte justo antes de saber que lo padecía.
Alfonso acababa de ser diagnosticado de cáncer en los testículos. Ya antes, presentaba enfermedades de base como hipertensión, diabetes y obesidad. Sin embargo, nada fue tan letal como la pandemia.
Esa misma que llegó con fuerza a la vereda Ciénaga Grande del municipio de Isnos. Ayer, a familiares y amigos cercanos de la víctima se les practicó la prueba y entraron en aislamiento preventivo para evitar más contagios.
El pasado lunes 13 de abril, familiares de don Alfonso pidieron la ayuda del equipo de Bomberos del municipio porque lo aquejaba una gripa, como cualquier otra, con 48 horas de evolución, y ya se le estaba dificultando la respiración.
Efectivamente, fue remitido al Hospital de la localidad a donde llegó pasada la media noche. De acuerdo con el reporte médico, allí se le prestó oxígeno y fue intubado. Nadie creyó que don Alfonso fuera un paciente sospechoso de covid-19. Pero los protocolos se activaron porque en medio de su dificultad para hablar, refirió que un día cualquiera había cruzado conversación con un viajero proveniente de Ecuador.
“Siguiendo todos los protocolos de manejo de pacientes que fallecen, se tomó la muestra para descartar. Nunca pensamos que fuera a salir positivo. Es sospechoso todo paciente que muere y lo hicimos solamente para cumplir con los protocolos”, relató a LA NACIÓN un galeno de la población.
Momentos difíciles
Con el pasar de los minutos, el estado de salud del paciente, dedicado toda su vida a la producción de panela, iba empeorando. Los médicos de turno decidieron que tenía que ser trasladado al Hospital ‘San Antonio’ de Pitalito para que recibiera atención en una Unidad de Cuidados Intensivos.
Y llegó lo dramático. Cuando don Alfonso era subido a la ambulancia, entró en un paro cardio-respiratorio. El reloj marcaba ya la una de la mañana del martes 14, cuando fue sometido a reanimación cardiopulmonar. Así estuvo por un lapso de 40 minutos hasta que fue declarado el deceso.
La humilde familia de don Alfonso fue notificada esa misma madrugada del fatal desenlace e informada de que su cuerpo no podía ser velado. Se dispuso, además, su entierro con todas las medidas de bioseguridad, aún sin tener la certeza de que estuviera contagiado.
“Fue algo muy difícil, más porque en los pueblos se acostumbra a realizarse velorios grandes y los católicos realizan celebraciones eucarísticas y con él no se pudo”, aseguró la alcaldesa de Isnos, Gaby Angelita Ñañez.
El dolor y la nostalgia siguen siendo inevitables para la familia de este hombre que dejó a su esposa, sus hijos y nietos solos. Los mismos que hoy están en la incertidumbre de no saber si también son portadores de Covid-19.
Resultados en pausa
Desde el primer momento en que recibió atención médica, a don Alfonso le practicaron las pruebas para determinar si estaba contagiado de coronavirus y fueron remitidas a la Secretaría de Salud del Huila.
Sólo hasta el sábado pasado, el Ministerio de Salud confirmó que estaba infectado de Covid-19 y apenas hasta ayer domingo, le notificó al país de esta muerte en Isnos, es decir, cinco días después del deceso.
La Alcaldesa manifestó que su resultado se conoció de manera rápida con referencia a otros que tardan en ser entregados entre 10 y 12 días.
Hasta el sábado pasado, en Isnos se había practicado cuatro pruebas, dos de ellas que dieron negativo, una que dio positivo –la de don Alfonso– y otra que aún está en espera de resultado.
Los mandatarios de los municipios del sur del Huila tuvieron el fin de semana una reunión en la que definieron varios lineamientos para enfrentar la propagación del coronavirus. Entre las más importantes está la adecuación de zonas en las ESE para atender pacientes contagiados.
Pitalito es el único que cuenta con Unidades de Cuidados Intensivos y el mayor temor es que terminen colapsadas.
*Alfonso: nombre cambiado para proteger la integridad de la familia en el municipio de Isnos.
