Hace 19 años, el amor llevó a la huilense Magaly Polanía Ramírez a Chile, desde donde narró cómo este país enfrenta la pandemia del Covid-19.
En Chile, hasta ahora no se ha decretado una cuarentena obligatoria, sino voluntaria, con toque de queda en la noche, pese a que hasta ahora registra 10.832 casos de contagio de Covid-19 y 147 personas han fallecido. Magaly, vive en Santiago, la capital, que se ha convertido en el centro de los contagios al sumar más de 5.000 casos de coronavirus y eso que aún este país no alcanza el pico de contagios.
“Desde el 12 de marzo se decretó cuarentena voluntaria y se suspendieron las clases presenciales y una semana después se decretó la cuarentena obligatoria en las comunas y ciudades del país con más casos de infectados. Para poder salir al supermercado, consultas médicas o pasear a las mascotas y otras actividades específicas se debe solicitar un salvoconducto on line que emite Carabineros de Chile. Se va evaluando semana a semana como ha sido el crecimiento de los infectados en cada comuna para mantener o suspender la cuarentena obligatoria y se van decretando cuarentenas en nuevas comunas o nuevas ciudades”, relató la opita de 47 años.
La opita, oriunda de Santa María Huila, es ingeniera Agrícola de la Universidad Surcolombiana e ingeniera Civil de la Universidad Cooperativa y trabaja en una multinacional encargada de fabricar y vender equipos médicos que hoy están siendo solicitados con mayor demanda en el país para enfrentar la pandemia.
“Yo estaba en la división de equipos médicos domiciliarios (respiradores mecánicos, concentradores de oxígeno) y la demanda de estos equipos creció mucho lo que ha significado mucho más trabajo y la cuarentena me tomó justo en un cambio de posición dentro de la compañía lo que ha significado que aún sigo dando soporte a mi anterior función y estoy en etapa de inducción de la nueva, pero sí trabajando más contribuyo en algo a enfrentar esta situación lo haré con gusto”, dijo.
Hace teletrabajo hace más de un mes, su hijo, que ingresó este año a la universidad, recibe clases virtuales desde que comenzó el 2020. Las calles de Santiago permanecen vacías, con locales, centros comerciales y restaurantes cerrados.
“En mi caso, la empresa en donde trabajo recomendó que hiciéramos teletrabajo y solo aquellos casos que requirieran salir a terreno como los ingenieros de servicio hicieran las visitas con todas las medidas de protección necesarias para evitar el contagio: uso de mascarillas, guantes, alcohol gel, mantener la debida distancia con otras personas”, comentó.
El cambio en la cuarentena
Sobre cómo ha afectado su rutina diaria la cuarentena, afirmó que “ha significado dedicarme 100% a mi trabajo desde casa, empiezo mi día laboral mucho más temprano que antes y termino mucho más tarde. No salgo salvo al supermercado o farmacia y nos apoyamos con los vecinos para cuando alguien necesita algo, como por ejemplo hacer algún encargo del supermercado. Las reuniones sociales ahora son por videollamadas. Si se requiere alguna compra ahora la hago on line”.
“Tengo más tiempo para compartir con mi hijo como por ejemplo almorzar juntos ya que en circunstancias normales es poco común salvo los fines de semana. Como soy fanática del orden y de la organización he podido ordenar todos los rincones los fines de semana y compartir tips en un perfil de Instagram que dedico a esto. Esto me ha servido para dedicarme tiempo y bajar las revoluciones con las que suelo llevar mi cotidianidad”.